Los dos «observadores internacionales» negaron serlo pero la mujer admitió haber cobrado de Diplocat
La neozelandesa Helena Catt, en segundo término, con la traductora. Poder Judicial.

Los dos «observadores internacionales» negaron serlo pero la mujer admitió haber cobrado de Diplocat

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28/3/2019 06:15
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Actualizado: 28/3/2019 02:45
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Uno fue la política neozelandesa Helena Catt, quienes actuaron el 1 de octubre de 2017, en el seudo referéndum independentista, a guisa de «observadores internacionales», personas que habrían tenido el cometido de validar los resultados, y el otro fue el exparlamentario alemán regional Bernhard von Grünberg.

Una guisa que ambos negaron, como pretendía el Ministerio Fiscal, si bien, en el caso de Catt, sí admitió que los gastos que tanto ella como los once miembros que, con ella, componían el Election Expert Research Team -salarios, dietas y alojamiento- fueron sufragados a cuenta del Diplocat.

Ella cobró 8.775 euros -por transferencia bancaria- lo que habría contribuido a sustentar la acusación de malversación de fondos públicos, mantenida por la Fiscalía y las acusaciones.  

La neozelandesa, que había estado acreditada por la Sindicatura Electoral de Cataluña -disuelta por el Tribunal Constitucional-, explicó que su objetivo era «elaborar una investigación sobre el contexto catalán».

Para ello, llegó el 4 de septiembre y pasó en Cataluña un mes con un equipo de 12 personas, compuesto por politólogos y expertos en derechos humanos, administración electoral y medios de comunicación «contratados por Diplocat desde julio a mediados de octubre de 2017 para trabajar de lo que estaba pasando en Cataluña desde una perspectiva histórica».

Eso sí, aclaró que cada uno de ellos facturó de forma «autónoma e independiente » a Diplocat.

Y todos cobraron en octubre de 2017.

De acuerdo con la Guardia Civil, Diplocat habría pagado 170.000 euros al grupo de Helena  Catt. En el escrito de acusación de Fiscalía  se contemplan 114.592 euros en salarios y 62.712 en dietas. 

Según admitió Catt, lo mismo que el alemán Von Grünberg, tuvieron varias reuniones con Albert Royo, secretario general de Diplocat, con altos cargos del gobierno autonómico y con el exconsejero, Raül Romeva, procesado en este caso también.

MARCHENA LLAMA AL ORDEN

Como ha venido ocurriendo en cada sesión, ayer también hubo chispas entre el presidente del tribunal, Manuel Marchena, y, en este caso, Benet Salellas, abogado de Jordi Cuixart, líder de Òmnium Cultural, cuando interrogaba a la neozelandesa.

Marchena le cortó por preguntar a Catt si se habían vulnerado los Derechos Humanos el día del referéndum.

«No convierta a la testigo en una perito que va a ilustrar a la sala sobre si se vulneraron los Derechos Humanos», dijo Marchena en tono contundente ante las numerosas insistencias del letrado, quien quería saber si el grupo de observadores que dirigía la analista neozelandesa Helena Catt incluyó en su informe de conclusiones alguna valoración sobre este asunto.

«No existe el peritaje sobre Derechos Humanos», ya que una valoración de ese tipo la tendría que formular, en todo caso, el tribunal, le dijo.

Visiblemente ofendido por la línea del interrogatorio que quería seguir la defensa de Cuixart, Marchena ha afirmado que «la sala no puede aceptar que se le explique cuándo se han vulnerado o no se han vulnerado los Derechos Humanos», por lo que pidió al letrado que hiciese una «pregunta pertinente».

SUPLANTAR EL PAPEL DEL TRIBUNAL

Ante la protesta de Salellas, en la que quiso argumentar que su pregunta iba dirigida a dilucidar la actuación de la Policía Nacional y la Guardia Civil el 1-O, Marchena zanjó la explicación.

«La actitud de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado está siendo objeto de valoración desde que empezó el juicio y estamos sólo a la mitad», recordando que el calendario de testificales del mes de abril incluye a «decenas» de miembros de esos dos cuerpos que podrán dar su versión de lo ocurrido.

«Que Helena Catt no nos diga lo que pasó y si se vulneraron los Derechos Humanos, sino que va a ser el tribunal, con su esfuerzo probatorio y el esfuerzo probatorio de las acusaciones. Ella ya ha dicho que ese día estuvo la mayor parte del tiempo en una oficina coordinando. Pero como le pregunte si se vulneraron los Derechos Humanos está suplantando el papel del tribunal y no podemos permitirlo», le contestó.

EL ALEMÁN SE LO PAGÓ TODO ÉL

El exdiputado alemán Bernhard Felix Von Grünberg, que estuvo presente en Cataluña en la jornada del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 como miembro de un grupo de extranjeros al que acompañaban asesores de Diplocat, explicó al tribunal que él se había sufragadotodos los gastos de su bolsillo: Avión, hoteles y comidas.

Von Gründerg, que afirmó haber sido amigo del expremier socialdemócrata alemán Willy Brandt, reconoció ante el tribunal haber mantenido un contacto «frecuente» con la expresidenta del parlamento autonómico Carme Forcadell en los últimos años, así como encuentros con el exconsejero de Exteriores Raül Romeva, el expresidente Carles Puigdemont y anteriores presidentes de la Generalitat.

 

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