Manuel Marchena en una foto tomada el pasado 9 de septiembre. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.
Marchena, renovado por el CGPJ como presidente de la Sala de lo Penal del Supremo por una mayoría de 19 votos, de 21
Los vocales Enrique Lucas y Concepción Sáez han votado en blanco
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30/10/2019 00:45
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Actualizado: 30/10/2019 15:05
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El magistrado Manuel Marchena ha sido renovado hoy por el Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), con una mayoría de 19 votos, para un segundo mandato de cinco años, improrrogable –tal como establece la última reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial que contempla dos mandatos–, al no haberse presentado ningún candidato que quisiera competir con él.
Los vocales Enrique Lucas y Concepción Sáez han votado en blanco.
El 2014, cuando accedió a la Presidencia, la mayoría fue de 12 votos. Sus entonces rivales, Cándido Conde-Pumpido –hoy magistrado del Tribunal Constitucional– obtuvo 7 votos y Miguel Colmenero, un voto.
Las 52 sesiones de mañana y tarde del juicio del «procés», transmitidas en riguroso directo a través de la televisión y las redes sociales, que presidió Marchena formando parte de un tribunal de siete magistrados, ha proyectado una imagen de rigor, saber hacer y control que ha disuadido a cualquier interesado a intentar disputarle el puesto.
En el Pleno, compuesto por 20 vocales y el presidente, también ha sido nombrado Jesús Chamorro nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Asturias, con 15 votos.
Joaquin Galve Sauras ha sido renovado como presidente del TSJ de Navarra, y Luis Castro, elegido nuevo presidente de la Sala de lo Social del TSX de Galicia.
En él se aprobarán también las bases de la convocatoria que servirá para cubrir las dos próximas plazas de la Sala de lo Penal.
Una quedó vacante el pasado 21 de septiembre, cuando el magistrado Alberto Jorge Barreiro cumplió 72 años, por lo que pasó a la situación de jubilado obligatoria e ineludible.
La segunda se producirá el 17 de diciembre próximo, cuando Francisco Monterde cumpla los mismos años.
Actualmente hay otra plaza en proceso, la del magistrado Luciano Varela, que llegó a esa edad el 9 de mayo pasado y al que el CGPJ le prolongó su permanencia en la carrera judicial, por formar parte del tribunal del «procés», hasta el pasado 14 de octubre, cuando finalmente se hizo pública la sentencia.
Este puesto cuenta ya con quince «novios».
Marchena, durante su comparecencia ante la Comisión Permanente –en funciones de Calificación–, explicó a los vocales que 13 de los 15 magistrados que componen la Sala de lo Penal estarían «contaminados», para el caso de que se produjera la hipotética entrega, por parte de Bélgica, de los cinco prófugos, con el expresidente del gobierno autonómico, Carles Puigdemont, a la cabeza.
Porque todos ellos, de una forma o de la otra han tenido ya relación con el caso ya sea en fase de instrucción –como magistrado instructor o formando parte de los tribunales de apelación– o de enjuiciamiento.
Sólo dos magistrados, en la actualidad, están «limpios» para afrontar ese cometido: Eduardo de Porres y Susana Polo.
Con la entrada de tres nuevos magistrados el número, en esas condiciones, se elevaría a cinco.
No serían suficientes para formar el futuro tribunal, por lo que no se descarta que, como ocurre en los Tribunales Superiores de Justicia, magistrados de otras Salas –posiblemente la Militar, por conocer la jurisdicción penal–, pasen a conformarlo
UN CGPJ DIVIDIDO
La fecha de caducidad de este Consejo era el pasado mes de diciembre. Desde entonces está en funciones. Y no ha dejado de hacer nombramientos discrecionales.
Esto ha provocado su división interna. Después del último Pleno, celebrado el 25 de septiembre, tres vocales –Enrique Lucas, Roser Bach y Victoria Cinto– presentaron un voto particular criticando los últimos nombramientos por pecar de falta de motivación.
Refiriéndose a los nombramientos de las Presidencias de las Audiencias Provinciales de Valladolid y Valencia y de los magistrados de las Salas Primera y Cuarta del Tribunal Supremo, acordados dicha sesión, escribieron: «Efectuados sin unas propuestas debidamente motivadas y sin dar razones mínimamente fundadas sobre la formación de la ternas de las que han quedado excluidas personas que tendrían que haberlas integrado. Tampoco han respetado las exigencias de la perspectiva de género ni atendido lo que al respecto señalaban los Informes preceptivos de la Comisión de Igualdad».
¿Habrá un nuevo voto particular con estos nombramientos?
En el Pleno de hoy se deciden las Presidencias de los Tribunales Superiores de Aragón, Asturias y Navarra.
Se dejó fuera la Presidencia del TSJ de Extremadura después de que el magistrado Juan Francisco Bote Saavedra, uno de los candidatos, recusara a los vocales Wenceslao Olea Godoy y José Antonio Ballestero Pascual; el primero por «amistad íntima» con otro candidato y el segundo por «enemistad manifiesta» hacia su persona.
Ambas circunstancias evidencian una evidente ausencia de imparcialidad por lo que Bote solicitó al presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes Serrano, que ambos fueran apartados del proceso de selección para ese cargo, de acuerdo con sendos escritos dirigidos a la máxima autoridad del poder judicial.
El CGPJ, por su parte, hizo saber a Bote, y a los otros cuatro candidatos –María Félix Tena, José Antonio Patrocinio, Daniel Ruiz Ballesteros y Joaquín González– que suspendía las comparecencias ante la Comisión Permanente que habían sido previstas para el 11 de octubre pasado.
Además de las Presidencias mencionadas, también están previstos los de las Presidencias de la Sala de lo Social del TSJ de Cataluña; la Presidencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSX de Galicia, así como las Presidencias de las Audiencias Provinciales de Tarragona, Pontevedra, Segovia y Vizcaya.
También las provisiones de un puesto de vocal togado del Tribunal Militar Central, uno de auditor presidente del Tribunal Militar Territorial Primero de Madrid, y uno de auditor presidente del Tribunal Militar Tercero de Barcelona.
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