Von Schirach se ha convertido en un "best seller" mundial. Sólo en Alemania ha vendido más de un millón de ejemplares. Foto: 3 SAT.
El abogado penalista y «best seller» alemán, Ferdinand von Schirach, publica “Castigo”, 12 relatos sobre sus experiencias ante la Justicia
|
08/12/2019 00:00
|
Actualizado: 04/2/2021 13:39
|
Ferdinand von Schirach publica en Salamandra “Castigo”, la tercera entrega –tras “Crímenes” y “Culpa”– de relatos sobre casos vividos durante su carrera como abogado defensor en la jurisdicción penal, donde se ha ocupado de algunos de los casos más notorios de los últimos años en Alemania y que mayor interés han suscitado en la opinión pública.
Ferdinand von Schirach nació en Múnich en 1964. Tiene 55 años, por lo tanto. Desde 1994 ejerce la abogacía.
Las ventas totales de este autor ya han alcanzado el millón de ejemplares en Alemania. Ha escrito también varias novelas y una obra de teatro, “Terror”.
Su último libro libro comienza con una cita del danés Søren Kierkegaard: “Cuando todo está en calma, es cuando más sucede”.
Y lo que sucede en esta tercera entrega de relatos sobre casos reales, es tan extraño como la misma realidad.
Antes de devenir en autor de éxito, Ferdinand von Schirach ejerció de abogado defensor durante muchos años, en los que intervino en más de 700 casos.
Criado entre algodones y solitario como un verdadero niño rico, el autor creció con el peso de la culpa sobre su familia:
Su abuelo paterno fue jefe de las Juventudes Hitlerianas y gobernador del Reich en Viena, aunque al final de su vida renegó de sus actos, el hecho es que fue un nazi destacado que según piensa su nieto pudo haber elegido otro camino.
En el juicio de Nuremberg Baldur Benedikt von Schirach declaró: “La juventud alemana es inocente. Es culpa mía haber educado a la juventud alemana en la fe en Hitler, el hombre que juzgué intachable y que resultó ser un asesino de millones de seres humanos”.
Aún así, fue condenado a veinte años de cárcel y estuvo prisionero en Spandau hasta 1966.
A lo largo de su ejercicio profesional ante los tribunales de justicia von Schirach ha intervenido en más de 700 casos. Foto: 3 SAT.
“Castigo” es el tercer libro de relatos de von Schirach, que se estrenó en el género con “Crímenes”, siguió con “Culpa” y cierra ahora la trilogía en la que ha plasmado sus experiencias personales durante su carrera como abogado penalista en estos relatos cortos, desnudos de opiniones, pero con cierto humor y mucha sensibilidad.
Son doce casos sobre el sistema judicial que indagan en lo más profundo del código moral que subyace bajo la idea de castigo.
En esta tercera entrega, una mujer asume la culpa del delito de parricidio cometido por su marido; un juicio tiene que ser cancelado tras declarar no apto a un miembro del jurado popular, con unas consecuencias catastróficas; un marido queda en silla de ruedas tras tropezar con el collar de brillantes de su amante.
Estos son algunos de los argumentos que configuran estos cuentos cargados de punzantes reflexiones sobre la naturaleza humana en todas sus manifestaciones.
Pero von Schirach no se queda ahí, sino que al mismo tiempo pone en evidencia el posible absurdo del sistema judicial y desentraña los aspectos más frágiles de la conducta humana.
La novela de relatos habla de lo que sucede después del error, del accidente o del crimen planificado.
En algunos de los relatos, el castigo adquiere la forma de una venganza deliberada, en otros de una venganza casual pero oportuna.
A veces, el castigo es injusto pero inevitable y emprende el camino de la culpa y el tormento, aunque para otros el castigo también puede significar la salvación.
LOS CRÍMENES
“Crímenes” es también un libro de relatos sobre procedimientos penales en los que el autor actuó como abogado defensor pero donde: “en realidad hablo del ser humano, de sus fracasos, de su culpa y su grandeza”, dice en el prólogo.
Recuerda von Schirach los casos que le contaba de niño su tío, juez presidente de un tribunal de jurado, que son los encargados de juzgar delitos como homicidios y asesinatos.
Eran casos que era incapaz de comprender aunque recuerda la frase con que siempre empezaba: «La mayoría de las cosas son complicadas y la culpabilidad es siempre un asunto peliagudo».
“Tenía razón. Yo cuento las historias de asesinos, traficantes de drogas, atracadores de bancos y prostitutas. Todos tienen su historia y no son muy distintos de nosotros”, señala.
Como la historia de su tío, el juez, que un día se adentró a cazar en el bosque y se voló la cabeza.
Dejó una carta breve para su mejor amigo, en la que decía que simplemente estaba harto.
La carta empezaba con estas palabras: «La mayoría de las cosas son complicadas, y la culpabilidad es siempre un asunto peliagudo».
“Sigo echándolo de menos. Todos los días. Este libro trata de personas como él y de sus historias”, dice von Schirach.
Una de sus historias trata de un hombre que, a los 72 años, mata a su mujer, la corta en pedazos y se entrega después. Un caso común en España. Von Schirach se plantea aquí un problema de filosofía del derecho. Foto: 3 SAT.
LA CULPA
Si “Crímenes”, que ganó el prestigioso Premio Kleist, planteaba la búsqueda de la verdad en los procesos criminales, la siguiente, –“Culpa”–, es una colección sobre el comportamiento humano sobre el que autor dice: “Nos pasamos la vida danzando sobre una fina capa de hielo; debajo hace frío, y nos espera una muerte rápida. El hielo no soporta el peso de algunas personas, que se hunden. Ése es el momento que me interesa. Si tenemos suerte, no ocurre nada y seguimos danzando. Si tenemos suerte”.
El primero de los relatos, “Fähner” cuenta el caso de un médico que tras décadas casado con una mujer a la que juró proteger para siempre y que durante su matrimonio le había hecho la vida imposible.
A los 72 años coge un hacha, la corta en pedazos y acto seguido se entrega a la policía.
“Era un problema de filosofía del derecho: ¿cuál es el sentido del castigo? ¿Por qué castigamos? En mi alegación traté de dar con el motivo. Existen muchas teorías», explica.
«Que el castigo nos disuade, que el castigo está ahí para protegernos, que el castigo sirve para impedir que un delincuente reincida en el delito, que el castigo compensa la injusticia cometida. Nuestra ley recoge todas estas teorías, pero ninguna se ajustaba al caso que nos ocupa».
«Fähner no volvería a matar. La injusticia del crimen era manifiesta, pero resultaba difícil ponerlo en una balanza”, reflexiona von Schirach.
El relato “Fiestas” es uno de los primeros en los que el abogado actuó como defensor de uno de los supuestos participantes en una brutal violación grupal de una joven camarera. Una cadena de errores policiales y médicos lleva a la absolución de ocho “buenos” ciudadanos.
Von Schirach relata en su libro las paradojas de la vida en relación con la justicia. Foto: Isabel Álvarez.
Por aquellos tiempos, recién estrenado como abogado, von Schirach llevaba siempre un librito con cubierta de plástico rojo, el Manual del Abogado Defensor, en el que figuraba la frase: “La defensa es una lucha, una lucha por los derechos de los inculpados”.
“Acababa de presentarme a las oposiciones [el equivalente a nuestro examen de acceso a la abogacía], y desde hacía unas semanas podía ejercer la abogacía. Creía en esa frase. Creía que sabía lo que significaba”.
Pero resultó que no, que los culpables salieron libres y retomaron sus vidas como si nada hubiera pasado.
En “ADN” la culpa actúa décadas más tarde del asesinato.
Una pareja joven de vagabundos acepta la hospitalidad de un anciano, al que acaban ahogando en su propia bañera.
Años después la pareja, que ha reconducido su vida gracias a unos billetes que le robaron y son ahora buenos ciudadanos, una familia normal con hijos que paga sus impuestos, son delatados por las nuevas técnicas de ADN.
Incapaces de enfrentarse a su crimen, se suicidan.
Y es que como dice Aristóteles en la primera página del libro: “Las cosas son como son”.
Noticias Relacionadas:
