Ana Velasco ve ‘terrible’ que el etarra que mató a su padre dé una conferencia en la Universidad 

Ana Velasco ve ‘terrible’ que el etarra que mató a su padre dé una conferencia en la Universidad 

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10/12/2019 00:00
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Actualizado: 10/12/2019 00:00
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Ana Velasco Vidal-Abarca, hija del comandante de caballería y jefe del Cuerpo de Miñones -policía foral- de Álava asesinado por ETA, Jesús Velasco Zuazola, asesinado por ETA, ve «terrible» que el etarra que participó en el asesinato de su padre esté ofreciendo una conferencia en la Universidad del País Vasco.

José Ramón López de Abetxuko ha dado hoy una charla en el campus de Vitoria de la Universidad del País Vasco.

López de Abetxuko, en la conferencia, en la que ha pedido excarcelar a los presos de ETA enfermos. Foto: EP.

La charla ha comenzado a las 12.30 horas en el campus de Vitoria de la Universidad del País Vasco con el título ‘Los presos gravemente enfermos a casa’, y en la misma también ha intervenido el abogado de la izquierda abertzale Txema Matanzas, condenado en su día por integración en organización terrorista.

Velasco ha denunciado que esta conferencia «jamás» se tenía que haber celebrado porque supone la «legitimación» de la banda terrorista.

Ana Velasco Vidal-Abarca se ha pronunciado así durante la entrega de premios de la Fundación Víctimas del Terrorismo, que en esta edición ha galardonado a funcionarios de prisiones, al periodista Luis del Olmo, a los colegios Joyfe y Valdefuentes y al IES Lope de Vega. El acto se ha celebrado en el auditorio Gabriela Mistral Casa América, de Madrid.

Ana Velasco Vidal-Abarca perdió a su padre el 10 de enero de 1980, en Vitoria. ETA lo asesinó cuando dejaba en el colegio a dos de sus cuatro hijas”, Inés y Begoña, de 12 y 17 años. Jesús Velasco tenía 47 años.

Tras el atentado, Ana María Vidal-Abarca y sus hijas (Ana, Begoña, Inés y Paloma, de entre 2 y 16 años) abandonaron el País Vasco y se trasladaron a vivir a Madrid.

Los etarras Moisés Izar de la Fuente Martínez de Arenaza y Pedro Manuel González Alonso fueron condenados a 6 años de prisión menor en concepto de cómplices, Ignacio Arakama Mendia, en calidad de cooperador necesario, a 28 años de reclusión mayor; José Ramón López de Abechuco Liquiniano, a 18 años de reclusión mayor; mientras que Lorenzo Ayestarán, otro de los acusados, huyó a Venezuela y fue detenido en 2010 en Francia tras 27 años.

Ana Velasco ha abierto su discurso destacando que «está ocurriendo algo terrible» en la Universidad del País Vasco porque «a esta misma hora, un terrorista que ha participado en el asesinato de mi padre, está hablado a los jóvenes del País Vasco».

«Está siendo el protagonista de una charla que jamás se debería haber celebrado», ha criticado.

En este sentido, ha señalado que el «final del terrorismo, su derrota, tiene que reflejarse en que se respete de verdad la memoria y la dignidad de las víctimas del terrorismo».

«No se puede tolerar que se muestre a sus asesinos como modelos para los jóvenes», ha destacado.

«Lo que está ocurriendo ahora mismo en Vitoria no es la derrota de ETA, es su legitimación. Y por eso pido a las autoridades, a las instituciones, a los poderes públicos que hagan todo lo que sea necesario para que las víctimas del terrorismo y los españoles en general no tengamos que pasar nunca más por una afrenta tan terrible», ha reclamado Ana Velasco, y ha recibido una fuerte ovación.

Ha indicado que el modelo y el ejemplo para la sociedad debe ser y son las víctimas del terrorismo que murieron defendiendo la democracia y la libertad.

«Se lo debemos si queremos ser una sociedad digna», ha expresado antes de entregar el premio ‘Educar para la convivencia’ a Pedro Mari Blaglietto.

Al término del acto, en declaraciones a los periodistas, Ana Velasco Vidal-Abarca ha emplazado a las instituciones a que hagan lo que «sea necesario para que no se humille de esta manera tan vergonzosa al recuerdo, la memoria y la dignidad de las víctimas del terrorismo», de forma que no vuelva a ocurrir nunca más en el futuro.

Además, ha revelado que sus hermanas se han desplazado a las puertas de la Universidad vasca para «protestar» y «suplicar» para que el asesino de su padre no impartiera esa conferencia.

Mari Mar Blanco, hermana del concejal de Ermua asesinado por ETA en 1997 Miguel Ángel Blanco y presidenta de la Fundación de Víctimas, también ha lamentado también que ofrezca una conferencia un «etarra confeso» que está «orgulloso de su pasado».

Además, ha criticado que ni el gobierno vasco, ni el PNV ni el PSE hayan dicho «nada».

«Desgraciadamente en mi tierra, en la Universidad Pública del País Vasco, se está cediendo espacio a un terrorista confeso para legitimar su pasado y para dar lecciones a nuestro jóvenes en esa educación en el odio, en el orgullo de su pasado y de haber acabado con la vida de tantos inocentes y tantos valientes», ha criticado.

Blanco ha denunciado que estén asistiendo al «denigrante espectáculo» de ver como se exalta a los miembros de ETA en determinados ámbitos y se les rinden homenajes que quedan «impunes».

Por eso, ha pedido alzar la voz para decir «una vez más basta ya».

«Basta ya de ofensas constantes a las víctimas, basta de humillaciones a quienes padecieron en primera persona el dolor y sufrimiento ocasionado por la banda asesina. Basta de permisividad con quienes enaltecen a los criminales que durante décadas aterrorizaron a nuestra sociedad», ha manifestado.

Además, ha señalado que hoy la Fundación de Víctimas quería lanzar su mensaje de otra manera, recordando a la sociedad donde están los «héroes» y dónde «los asesinos».

«De un lado, los servidores públicos que se limitaban al desempeño de sus tareas profesionales, velando por el bienestar de todos los presos, de otro, los cobardes que disparaban por la espalda y detonaban bombas», ha enfatizado.

Mari Mar Banco ha criticado algunos discursos «retorcidos» de dirigentes políticos cuando siguen «sin esclarecerse más de 300 crímenes».

Por eso, ha dicho que no aceptarán que la Justicia «se doblegue ante quienes causaron tanto dolor y ni siquiera se han arrepentido ni colaborado con la Justicia».

«El Estado de Derecho no les debe nada y no puede retroceder un solo mílimetro frente a ellos. Solo así estaremos siendo justos con las víctimas», ha destacado.

La directora de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo en el Ministerio del Interior, Sonia Ramos, también ha dicho en su intervención que es una «infamia» dar un «altavoz» en la Universidad del País Vasco al etarra José Ramón López de Abetxuko, ya que, según ha dicho, se «legitima el terrorismo» al dar «visibilidad pública» a terroristas que ahora pretenden «adoctrinar a los jóvenes» con su discurso.

Y ha calificado de «incomprensible» el «silencio institucional» ante este hecho.

«De nuevo han tenido que ser las víctimas quienes lo denuncien. Este silencio supone complicidad y yo no quiero ser cómplice de este silencio. Por eso, aquí hoy lo denuncio», ha expresado.

El consejero madrileño de Justicia, Interior y Víctimas, Enrique López, ha manifestado tras el acto que hay que luchar «contra el relato perverso que algunos tratan de introducir», ya que se acabó con la banda asesina, «pero no con las consignas políticas de ETA, a través del partido Bildu», ni con el dolor de las víctimas.

LOS PREMIADOS

La presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo ha explicado que con el premio de Periodismo a Luis del Olmo han querido reconocer «no sólo su constante defensa de las víctimas a lo largo de su trayectoria profesional, también su activa confrontación con los asesinos, aún a costa de situarse en su punto de mira».

Con el Premio en Defensa de los Derechos Humanos a los funcionarios de instituciones penitenciarias víctimas del terrorismo, la fundación reconoce su «callada e imprescindible labor desarrollada en pro de los valores de convivencia, pluralidad y libertad».

Y a título póstumo a Alfredo Jorge Suar Muro, facultativo del penal de El Puerto de Santa María, asesinado por ETA el 14 de octubre de 1983; Ángel Jesús Mota, funcionario de Instituciones Penitenciarias en la cárcel de Martutene, asesinado el 13 de marzo de 1990; Manuel Pérez Ortega, asesinado por ETA el 28 de junio de 1991, funcionario prisiones en la cárcel de Sevilla;José Ramón Domínguez, asesinado por ETA el 22 de enero de 1993, funcionario en la prisión de Martutene; Francisco Javier Gómez Elósegui, asesinado por ETA el 11 de marzo de 1997, funcionario en la prisión de Martutene; y a Máximo Casado Carrera, asesinado por ETA el 22 de octubre de 2000, funcionario en la prisión de Nanclares de Oca.

La Fundación Víctimas del Terrorismo también ha reconocido con un Premio de Honor a Pedro Mari Baglietto por su contribución al programa «Educar para la convivencia».

 

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