La nueva subida de impuestos en Cataluña que ultima la Generalitat podría generar más salidas de empresas de la Comunidad Autónoma

La nueva subida de impuestos en Cataluña que ultima la Generalitat podría generar más salidas de empresas de la Comunidad Autónoma

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02/1/2020 00:00
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Actualizado: 02/1/2020 00:00
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Sería preocupación ante una posible alza impositiva en Cataluña. Así lo han expresado públicamente Jordi Baqués, delegado de esta entidad en Cataluña, Nacho Cornet, presidente de la Comisión Fiscal del Colegio de Economistas de Cataluña, Albert Foguera, presidente de la Comision de Derecho Fiscal y Financiero de Colegio de la Abogacía de Barcelona, y Joan Torres, presidente de la Asociación Profesional de Técnicos Tributarios de Cataluña y Baleares, a través de un comunicado hecho público por la Asociación Española de Asesores Fiscales (AEDAF).

En el mismo, todas esas asociaciones rechazan un nuevo incremento de impuestos por parte del Gobierno de la Generalitat de Cataluña para los residentes en ese territorio, especialmente en cuanto al IRPF y al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.

La subida de impuestos pactada por el gobierno autonómico de Cataluña y Catalunya en Comú-Podem «fomentará todavía más» la salida de empresas de esta comunidad, con el consiguiente perjuicio en términos de «puestos de trabajo y riqueza» para la economía catalana

Por todo ello, las citadas  asociaciones y colegios piden al «Govern» que no lleve a cabo la subida de impuestos con la que espera recaudar 543 millones cuando esté plenamente implantada, ya que «hay que evitar seguir agrandando todavía más estos diferenciales impositivos que solo favorecen a otros territorios y no a Cataluña».

En concreto, el acuerdo presupuestario entre los comunes y el Gobierno de Cataluña incluye nuevos tramos y tipos más elevados para las rentas más altas en el IRPF autonómico.

Así, los contribuyentes con una renta superior a 90.000 euros pagarán un tipo del 23,5%, lo que supone dos puntos más, y las rentas de más de 120.000 euros abonarán un 24,5%.

Al mismo tiempo que se aumenta un 10% el mínimo exento.

«Progresividad y redistribución: es un esfuerzo de las 50.000 personas que más ingresan para beneficiar a las 200.000 que ganan menos», defendió el vicepresidente de la Generalitat cuando anunció el acuerdo.

Asimismo, se contempla la creación de un impuesto sobre las actividades que generan dióxido de carbono y una profunda modificación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones que hará que esta figura aporte por sí sola casi 200 millones de euros.

Las asociaciones firmantes destacan en dicho comunicado conjunto que “Cataluña tiene una imagen atractiva ante la inversión extranjera y que con las medidas tributarías adecuadas, sería destinataria de una mayor inversión generadora de nuevos puestos de trabajo. Por el contrario, el incremento de la presión fiscal aplicable a las empresas y a sus empleados resulta contraproducente y nos resta competitividad respecto a otros territorios”

Por este motivo también comentan que «el incremento impositivo previsto por el Gobierno de la Generalitat viene a aumentar todavía más la presión impositiva que todos los ciudadanos de Cataluña tenemos que soportar y agranda todavía más, la ya importante diferencia con respecto a territorios de más baja tributación, como puede ser la comunidad de Madrid u otros países europeos».

DESLOCALIZACIÓN DE EMPRESAS

Para estas entidades dicho “incremento impositivo fomentará todavía más la posible deslocalización de personas y empresas hacia estos otros territorios, produciendo un efecto perjudicial para el país de pérdida de puestos de trabajo y de riqueza. Tenemos que señalar que las empresas se localizan dónde radica su dirección efectiva y la presión impositiva sobre los directivos, también puede arrastrar a sus empresas”.

Y exponen como ejemplo que “un empleado residente en Cataluña que obtenga una renta superior a 90.000 euros tributará en su IRPF, con el incremento previsto, a un tipo impositivo marginal del 46% por la suma de la tarifa estatal (22.5%) y la autonómica (23.5%), mientras que en Madrid, tributaría un 43,5% (22.5% más 21%)».

Pero además, en Cataluña este empleado se verá obligado a pagar el llamado “Impuesto sobre el Patrimonio”, si acumula bienes y derechos por un valor no exento de más de 500.000 euros, un impuesto que en Madrid no pagaría.

Y a este agravio comparativo hay que añadir además, que si este empleado se muriera siendo residente en Cataluña dejando como herederos a sus hijos, estos estarán obligados a pagar un impuesto por la herencia, que en Madrid y en otros países europeos tampoco pagarían.

Pues bien, ahora en Cataluña, este impuesto de herencia también se pretende incrementar todavía más.

Las asociaciones firmantes del comunicado recuerdan que “la fiscalidad es uno de los factores principales que puede generar la deslocalización hacia otros territorios y es causante directo de una decisión empresarial que bien puede generar la inversión en un territorio atractivo como es Cataluña y la creación de los consecuentes puestos de trabajo o, por el contrario, la pérdida de estas inversiones y un grave perjuicio para nuestra sociedad”.

La nota informativa señala que “ os colectivos firmantes, conocedores de la realidad económica, defendemos que hay que tener en cuenta la fiscalidad como un elemento esencial para que un territorio sea competitivo a la hora de crear empresas y generar puestos de trabajo y que hay que evitar seguir agrandando todavía más, estos diferenciales impositivos que solo favorecen a otros territorios y no a Cataluña”.

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