El destino de Merlos, en las manos de los tres hombres de máxima confianza del decano Alonso
En el primer círculo rojo Luis Fernando Guerra García, y Manuel José Martín Martín (los dos con gafas); detrás José Ignacio Monedero Montero de Espinosa, secretario del Colegio de Abogados de Madrid, los hombres del círculo de confianza de Alonso y firmes apoyos de Merlos. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

El destino de Merlos, en las manos de los tres hombres de máxima confianza del decano Alonso

|
04/5/2020 02:44
|
Actualizado: 20/5/2020 17:12
|

Hace 13 días que estalló el escándalo mediático que tiene como protagonista al director de Comunicación del Colegio de Abogados de Madrid (ICAM), Alfonso Merlos.

Hasta ahora, el ICAM había optado por la estrategia de esperar a que pase la tormenta, teniendo en cuenta que lo que se dilucida es una cuestión personal, de relaciones con dos señoras.

Sin embargo, la tormenta no ha amainado sino que va a más, amenazando la reputación y la imagen de la primera corporación de derecho público de Europa.

Hasta la oscarizada actriz, Whoopi Golberg, al otro lado del Atlántico, ha opinado sobre ello. Y las televisiones chinas.

Por eso, el decano, José María Alonso, ha convocado para hoy una Junta de Gobierno telemática.

A las 17 horas.

A esa hora se abordará el «caso Merlos», o, como se le ha bautizado en los medios de comunicación, el “Merlos Place”, haciendo un juego de palabras con la famosa serie de televisión estadounidense “Melrose Place”.

No había más remedio.

Por eso, los catorce miembros de la Junta de Gobierno van a abordar la cosa y a tomar decisiones. Eso esperan.

TRES SOLUCIONES

Sobre el papel hay tres soluciones.

La primera, seguir como hasta ahora, mantener a Merlos en su puesto, sin importar que desde una importante cadena de televisión siga cubriendo el tema y buscando nuevos ángulos informativos. Ya se cansarán.

La segunda consiste en plantearle a Merlos dos condiciones: rebajarse sus emolumentos -181.000 euros al año- y prohibirle ir a las televisiones a opinar de política; perfil bajo.

La tercera es rescindir su contrato de arrendamiento de servicios y prescindir de él. La más dura.

En el debate telemático de hoy van a jugar un papel muy importante, por su peso, su capacidad persuasiva y su proximidad personal al decano Alonso tres miembros de su Junta de Gobierno: Luis Fernando Guerra García, José Ignacio Monedero Montero de Espinosa y Manuel José Martín Martín, de los despachos Deloitte, DLA Piper y Gómez Acebo & Pombo.

Los tres forman parte de su círculo íntimo, lo mismo que Merlos.

Y los tres, junto a la vicedecana del Colegio, Begoña Castro Jover, y el decano Alonso, componen el Comité Ejecutivo del ICAM.

EL SANEDRÍN

El Comité Ejecutivo es el “sanedrín” en el que se cocinan previamente todas las decisiones que después se someten a la aprobación de las Juntas de Gobierno, como la que se va a celebrar hoy.

Solo que esta vez la cosa no está tan cocinada.

De hecho, se ha forzado su convocatoria.

Y no va a ir solo sobre si cesar o no a Merlos.

Con toda seguridad también se van a pedir explicaciones a algunos de los diputados.

En especial a Martín, el diputado –es como se denomina a los miembros de la Ejecutiva del Colegio– responsable de la comunicación del ICAM y jefe de Merlos.

¿Por qué no se han tomado medidas para hacer frente a esta crisis reputacional y de imagen del ICAM sin precedentes? ¿Por qué se han dejado pasar 13 días sin hacer nada?, son dos de las preguntas que seguramente «caerán».

De Martín se espera que tenga una aclaración convincente, lo que, sin duda, le restará parte de esa capacidad persuasiva para convencer a sus compañeros de que lo mejor es continuar como hasta ahora, apoyando de forma silente a Merlos.

Sobre todo cuando, no solo desde la televisión sino desde las redes sociales, los colegiados expresan su insatisfacción por lo ocurrido y se están preguntando precisamente eso: ¿Por qué no se ha hecho nada?

MALA SANGRE ENTRE LOS COLEGIADOS

Colegiados que, con sus cuotas están soportando el funcionamiento del Colegio con 21.874.000 millones de euros anuales, el 73,4 por ciento de un presupuesto de 29.792.000 euros.

Colegiados que llevan siete semanas sin facturar.

Sobre todo buena parte de los 45.000 ejercientes (el ICAM tiene 77.000 miembros, entre ejercientes y no ejercientes).

La cosa ha creado mucha mala sangre. Es un hecho.

También la tesorera, Isabel Zapata Cirugeda –conocida fiscalista– tendrá que dar cuenta de cómo se gestó el contrato que la entonces directora general del Colegio, Noelia Fantova Aused, firmó en marzo de 2018, con Trocadero Comunicación S.L., la empresa de Merlos, en principio por 150.000 euros anuales y por qué luego se elevó a 181.500 euros.

Un contrato que contó con el visto bueno del jefe de la asesoría jurídica, Pedro Lescure, y el apoyo, en forma de votos, de los 14 miembros de la Junta de Gobierno, incluyendo el decano.

También es posible que se pregunte a Alonso por qué se permitió al jefe de Comunicación del Colegio colaborar, durante estos dos años y medio, como contertulio en programas de televisión, asumiendo posiciones claramente conservadoras, comprometiendo al Colegio con ello.

¿Acaso no era suficiente lo que se le estaba pagando para que mantuviera un perfil bajo y discreto, como es la norma entre los “Dircoms” de instituciones como el ICAM?

Son preguntas que, a día de hoy, están flotando entre los diputados del ICAM.

Muchas de ellas se materializarán esta tarde.

EL RESULTADO NO ESTÁ CLARO

En estos momentos, la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Madrid está profundamente dividida.

Al menos 5 diputados están a favor de rescindir el contrato con Trocadero Comunicación, S.L. y con Merlos.

Otros 5 están por seguir la estrategia del avestruz hasta que la cosa escampe.

Al fin y al cabo, se lo deben a Merlos, porque fue el director de campaña que los llevó a la victoria.

El resto no saben, no contestan.

La indecisión les embarga.

Posiblemente, si el foco mediático no estuviera sobre ellos, la solución de compromiso sería la segunda, reducción de emolumentos, dedicación absoluta al Colegio y prohibición de volver a las televisiones.

Pero el río baja revuelto.

El culebrón encuentra, cada poco, nuevos giros, como la supuesta condena de prohibición de conducir, o nuevas protagonistas.

Y no parece que vaya a ir a menos.

Al contrario.

Amenaza con agotar todas las vías. Una de ellas, porque no queda otra, será, tarde o temprano la del Colegio de Abogados.

Capítulo que todavía resta por escribir. Y el impacto será de lleno o de refilón. Pero será.

En gran parte va a depender de la decisión que los 14 miembros de la Junta de Gobierno del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid tomen esta tarde y de su alto grado de unidad, en cualquiera de las tres soluciones que finalmente escojan.

Noticias Relacionadas:
Lo último en Profesionales