No ha quedado acreditado que introdujera sus dedos en la vagina.
Año y medio de cárcel para un individuo que tocó los genitales a una joven a la que sorprendió orinando entre dos coches
Por un delito de abuso sexual
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14/1/2021 13:48
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Actualizado: 14/1/2021 14:00
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La Audiencia Provincial de Salamanca ha condenado a un año y medio de cárcel a un individuo que tocó los genitales a una joven que estaba orinando entre dos coches estacionados en la vía pública en Béjar.
Responde a las iniciales de J. G. I.
Los hechos ocurrieron en julio de 2018, de madrugada.
El tribunal lo ha condenado a este sujeto, que entonces tenía 30 años, por un delito de abuso sexual, regulado en el artículo 181.1 del Código Penal, que castiga estas conductas con la pena de prisión de uno a tres años o multa de 18 a 24 meses.
También le ha impuesto la prohibición durante cuatro de aproximarción a la víctima en una distancia mínima de 150 metros y de comunicarse con ella.
Además, en concepto de responsabilidad civil, tendrá que indemnizarla con 1.000 euros.
La sentencia, número 2/2021, está fechada a 8 de enero.
La firman los magistrados Juan Jacinto García Pérez (presidente), Eugenio Rubio García (ponente) y María Luisa Marro Rodríguez.
Contra esta resolución cabe recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
LOS HECHOS PROBADOS
Según los hechos probados, el 8 de julio de 2018, sobre las 6:15 horas, la joven se encontraba en un local de Béjar en compañía de otras personas, entre la que se encontraba su novio.
A esa hora salieron del establecimiento, alejándose unos metros, y ella situándose entre dos vehículos aparcados en la calle empezó a orinar.
En ese momento, pasó por allí J. G. I., que se dirigió a la misma por la espalda tocándola la zona vaginal,
lo que originó que la joven se volviera de forma inmediata recriminando a su acción.
Acto seguido, él la llamó «marrana» y se alejó del lugar.
La joven contó lo sucedido a su novio, describiéndole a la persona que le había efectuado los tocamientos, y entre ambos lo identificaron a través de Facebook.
A las 07:15 horas la joven presentó una denuncia ante la Comisaria de la Policía Nacional de Béjar y fue a que la examinaran al centro de Salud de Béjar.
En el parte de lesiones del centro se hace constar que no se observan lesiones externas y que la paciente presenta crisis de angustia.
LO QUE NO HA QUEDADO ACREDITADO
El tribunal considera que no ha quedado acreditado que condenado, quien aseguró que sólo insultó e increpó a la mujer para que se tapara, introdujera dos dedos en la vagina de la víctima, tal y como ésta relató en el juicio y como sostenía el fiscal, que le acusaba de un delito de abuso sexual con penetración y pedía 6 años de cárcel.
Entiende que «existen datos para poner en duda ese acceso vestibular».
Los magistrados exponen que la víctima señala que en el momento de producirse los hechos no había terminado todavía de orinar, «por lo que, por tanto, la posición en que se debía encontrar era de cuclillas, muy cercana su zona vaginal al suelo para evitar salpicaduras de la orina».
Señalan que «en esta posición resulta muy difícil que una persona se acerque por la espalda y le dé tiempo a agacharse lo suficiente para introducir los dedos en la vagina», sin que ella se hubiera percatado de su presencia y «consecuencia instintivamente moverse, lo que, por tanto, complicaría mucho más la introducción de los dedos en la vagina»
Apuntan que «una posibilidad más lógica» es que la víctima, que entonces tenía 24 años, «al percatarse de la presencia» de este sujeto, «se moviera y sintiera el tocamiento en la zona vaginal, sin llegar a la penetración».
«Resulta difícil de creer que en la situación vivida y tal como ocurrieron los hechos, que tuvieron que ser escasos segundos», ella «pudiera apreciar que no solamente la introdujeron los dedos, sino que sea capaz de concretar que fueron dos dedos», manifiestan los magistrados.
Asimismo, indican que «la acción se produjo a escasos metros de donde se encontraba su novio y amiga, y que tal como la ha descrito», la acción tuvo lugar durante escasos segundos, por lo que, afirman que «resulta poco factible» que debido a la situación en que se encontraba la joven, el condenado «hubiera tenido la pericia necesaria para conseguir introducir sus dedos en la vagina».
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