Chambers da un espaldarazo a los ALSP como una opción más en el mercado español
Chambers ha creado un directorio específico de ALSP para España

Chambers da un espaldarazo a los ALSP como una opción más en el mercado español

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31/5/2021 06:40
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Actualizado: 01/6/2021 09:56
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La consolidación de los proveedores de servicios jurídicos alternativos (ALSP por sus siglas en inglés) en el mercado español es una realidad. Las dudas iniciales sobre la calidad y solvencia de estos operadores han dado paso a una popularidad en aumento, refrendada por la creación de un ranking específico para nuestro país por parte de Chambers & Partners.

El prestigioso directorio internacional ha decidido incluir en su nueva edición del ranking ALSP una tabla de España en la que destaca a Afiens, Ambar, Legal Army, Lawyers for Proyects, Samaniego Law y Abroading. Novedad con la que pretende tomarle el pulso a estos modelos de negocios, a la vista del peso que están adquiriendo a nivel nacional.

Susana Claudio, consultora especializada en directorios y directora de Band 1, interpreta el movimiento de Chambers como una prueba más del protagonismo creciente de estos servicios. «Va a ayudar a dar visibilidad a esos ALSP que aparecen en el ranking y de alguna forma consolida un modelo de negocio disruptivo en España». En su opinión, «ser pioneros en estos rankings les va a ayudar a consolidar su reputación en el mercado y a llegar a los departamentos ‘in house’ que están abiertos a probar estos nuevos servicios«.

A este respecto, la pandemia ha hecho perder el miedo a probar nuevas formas de prestar servicios jurídicos. Y si bien España todavía está lejos de los niveles de Estados Unidos o Reino Unido, cada vez son más las empresas que recurren a los ALSP para la realización de labores legales, ya sean como apoyo al departamento jurídico o servicios de mayor valor añadido.

En Ambar Partners, firma que con poco más de un año y de actividad ha conseguido ser reconocida en el ranking global, dividen en dos clases el trabajo que les encargan sus clientes. Por un lado, están participando en operaciones de fusiones y adquisiciones (M&A), litigios, arbitrajes y asuntos de ‘private equity’. Por otro, también desarrollan servicios de externalización «para reforzar a equipo interno de una asesoría jurídica en puntas de trabajo o falta de un tipo de experiencia determinado».

A Legal Army también acuden buscando esta clase de apoyo externo. Como explica su fundadora y CEO, Natalia Martos, «es uno de los productos más demandados, también nos llaman para ser el LOPD (asesor de protección de datos) a nivel internacional porque las empresas no quierem asumir el coste de ccontratar un asesor tan protección de datos». Además, se van haciendo un hueco como firma especializada en derecho tecnológico.

«Nuestros clientes acuden a nosotros buscando soluciones globales para definir y ejecutar  las tareas que realizan en su día a día o dentro de proyectos concretos», relatan Irma Cebrián y Silvia Perea, fundadoras de Abroading. Entre estas materias se demandan fuertemente la gestión contractual, apoyo procesal tanto extrajudicial como judicial, proyectos de transformación digital en la gestión y extracción de datos, análisis e investigación legal y compliance.

«Valoran positivamente nuestra trayectoria y nuestra especialización para ofrecer soluciones creativas e innovadoras, ya que ello les permite alcanzar tareas a las que, a pesar de ser imprescindibles, no pueden dedicarles el tiempo necesario por motivos de volumen, organización o incluso de plazo», añaden las responsables de esta firma.

En busca de una mejor percepción del mercado

A estas alturas, parece confirmarse que los servicios alternativos representan ya una competencia real para los despachos tradicionales. Al menos en lo que se refiere al desarrollo de tareas más generales. Tal y como señala Mercedes Asorey, socia de BlackSwan, «el trabajo recurrente suele ser el más rentable para un despacho porque ya tiene la experiencia y el conocimiento, por lo que debe dedicarle menos horas de estudio y los abogados son más junior porque no requieren una especial complejidad».

Si consiguen posicionarse en este tipo de encargos, podrán optar a una parte mayor del mercado.»El éxito de estas estructuras será que sepan gestionarse profesionalmente con un modelo empresarial, es decir una vez que el patnership no existe en estas organizaciones tienen que encontrar una fórmula adecuada que combine una gestión empresarial con la peculiaridades propias del asesoramiento jurídico», concluye Asorey.

A esto es a lo que aspiran en Abroading, objetivo que les lleva a seguir trabajando y apostando por el desarrollo de nuevo software específico en materia de Legal Project Management para «aunar en una única herramienta todo el expertise y know how que hemos adquirido durante este tiempo, con la finalidad de poder ofrecer soluciones aún más globales», remarcan.

¿Qué buscan las asesorías jurídicas con la contratación de los ALSP? Fundamentalmente incrementar su eficiencia y reducir la factura. Combinación que no termina de ser asimilada por el sector legal español, donde todavía se asocia a una menor calidad de servicio.

Para Manuel Deó y Rosa Espín, consejeros delegados de Ambar Partners, su inclusión en el directorio internacional representa «un hito importantísimo que puede marcarnos la diferencia con clientes que se fían muchísimo de Chambers». Y es que el informe es el resultado, en parte, de las entrevistas con los clientes de la firma. «Nos dijeron que hemos sido precursores al poner a España en el mapa y ser una respuesta alternativa de primer nivel a los despachos tradicionales», enfatizan sus responsables.

Según Javier Fernández Samaniego, socio director de Samaniego Law, el hecho de que el directorio tenga en cuenta la opinión de los clientes corporativos «es crítica, ya que estas corporaciones usan distintos tipos de proveedores legales y su opinión es fundamental y más objetiva a la hora de comparar la oferta existente».

Y aunque todavía queda mucha pedagogía por hacer, a juicio de Samaniego, esta clasificación ayuda a que se «entienda mejor cuáles son las distintas categorías de servicios que se prestan bajo las siglas ‘ALSP’, que pasan desde modelos de abogados por proyectos o ‘staffing’ a integradores de soluciones jurídicas o empresas que asumen la función legal de una empresa como ‘outsourcers'».

Coincide con esta idea Lorena Salamanca, socia-fundadora de Afiens, para quien «está claro que la tecnología cada vez está más presente en todos los entornos y que son uno de los pilares de nuestra manera de prestar los servicios, pero todo a su debido tiempo. No podemos tener prisa para que se consoliden». Por su parte, Martos, entiende que «tenemos que explicarnos mejor cuál ese el modelo de trabajo, que damos una calidad óptima y que no tenemos por qué traspasar los costes de estructura».

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