Las 270 jueces afganas temen por sus vidas bajo el nuevo régimen talibán
Anisa Rasooli fue la primera mujer de la historia de Afganistán en llegar a magistrada del Tribunal Supremo en 2018; su vida también corre peligro.

Las 270 jueces afganas temen por sus vidas bajo el nuevo régimen talibán

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18/8/2021 01:00
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Actualizado: 18/8/2021 01:00
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El pasado mes de enero dos mujeres jueces del Tribunal Supremo de Afganistán fueron acribilladas a balazos por hombres armados cuando se dirigían a su puesto de trabajo, en el centro de Kabul, la capital del país.

Un atentado que fue confirmado después por el portavoz del Alto Tribunal, Ahmad Fahim Qaweem.

El desplome inesperado del régimen afgano, cuyas fuerzas policiales y militares entregaron las ciudades a los talibanes sin pegar un tiro, sitúa en una posición de gran peligro a las 270 mujeres jueces que venían administrando justicia en todo el país hasta ahora. La mayor parte de ellas están destinadas en Kabul, pero también en algunas provincias como Panhshir, Baghlan, Wardak, Herat, Mazar, Parwan, y Kapissa.

En alguna de esas provincias, las jueces son presidentas de los órganos judiciales.

Todas ellas están desesperadas por huir después de que los talibanes se hicieron con el control de Kabul el pasado domingo, poniendo fin a una campaña de dos décadas de transformación del país, respaldada por Occidente.

CBC News, medio de Canadá, relata en una información el caso de Maryam, una juez afgana –el nombre es figurado para protegerla–, que afirma que si los talibanes supieran quién es probablemente sería ejecutada sin juicio previo. Y, con un poco de suerte, solo sería encarcelada.

Maryam tiene muy presente los atentados que sufrieron las dos compañeras en enero pasado.

Según la Asociación Internacional de Mujeres Juezas (IAWJ), recientemente se han producido atentados mortales con coches bomba dirigidos a afganas que trabajan en los tribunales, así como a sus familias.

«El primer objetivo de los talibanes es el ejército y el segundo es el poder judicial y los funcionarios de la judicatura, incluidos los jueces», declaró Maryam a CBC News a través de WhatsApp.

«[Los talibanes] creen que… las mujeres que trabajan como juezas son infieles», añadió. «Creo que la llegada de los talibanes hace que Afganistán retroceda unos 100 años».

De acuerdo con esta juez afgana, muchas de sus compañeras, con las que habla, «Están muy preocupados. Me preguntan con frecuencia: ‘¿Hay alguna esperanza de escapar?’. Amamos nuestro país. Amamos nuestros trabajos. No queríamos irnos, pero ahora tenemos que irnos para seguir vivos».

Los talibanes gobernaron Afganistán de 1996 a 2001 con una forma dura de ley islámica.

De acuerdo con la presidenta de la IAWJ –organización formada por 6.500 mujeres jueces de todo el mundo y de la que forma parte la Asociación de Mujeres Juezas de España– y magistrada de la Corte Suprema de Nueva Zelanda, Susan Glazebrook,  el pasado mes de julio mantuvieron contacto con varias juezas afganas, miembros de la IAWJ, en un encuentro virgual.

«Las juezas presentes en la reunión lanzaron un mensaje urgente y crítico a sus colegas internacionales. Una por una, hablaron de las peligrosas y difíciles condiciones en las que viven y trabajan. Algunas juezas han perdido la vida en atentados terroristas y varios de las juezas presentes habían recibido amenazas. Las juezas afirmaron que aman a su país y no quieren irse», afirma la IAWJ en un comunicado.

«Sólo piden que se les permita continuar con su vital trabajo en los tribunales de su país en condiciones de seguridad. Desde entonces hemos recibido numerosos mensajes de seguimiento de nuestros miembros en los que nos informan del deterioro de la situación. Algunas ya se han visto obligados a abandonar sus puestos en las provincias con sus familias porque era demasiado peligroso quedarse«, añade.

Sobre estas líneas, la Corte Suprema de Afganistán, en Kabul, tomada por los talibanes, también.

OBJETIVOS DE AJUSTES DE CUENTAS POR SUS SENTENCIAS

La IAWJ, de la que forma parte la Asociación de Mujeres Juezas de España (AMJE) tiene muy presente que, además de por lo talibanes, la vida de las jueces corre serio peligro porque muchos de los 5.000 hombres condenados por ellas fueron liberados de la cárcel de Bagram, a 70 kilómetros al norte de Kabul hace unos días.

«La IAWJ insta a quienes participan en cualquier negociación de paz a que garanticen la salvaguarda de los derechos de las mujeres y las niñas. Sin embargo, la IAWJ sigue muy preocupada por el hecho de que, debido a la naturaleza de su trabajo y a las sentencias que han dictado en el pasado en los tribunales penales, anticorrupción y de familia, muchas de las juezas y sus familias correrán un peligro especial. Estos peligros se ven exacerbados por su género y por la probabilidad de que las personas a las que han condenado sean liberadas de la cárcel», añade. Y ha ocurrido.

La asociación internacional de mujeres juezas termina pidiendo a los gobiernos a que incluyan «a las juezas afganas y a sus familias, que se encuentran en una posición tan desesperada y precaria, en las medidas especiales extendidas a intérpretes, periodistas y otro personal que prestó un servicio esencial a las fuerzas militares extranjeras en Afganistán».

«Al servir como juezas y ayudar a desarrollar el poder judicial afgano, las juezas han contribuido a establecer el Estado de Derecho en su país, un pilar esencial de un Estado democrático. Permitir que queden a merced de los talibanes y los grupos insurgentes, teniendo en cuenta lo que han sacrificado, sería realmente trágico«, concluye.

Todas ellas, recuerda Glazebrook, se han sacrificado por construir un Afganistán más igualitario y democrático.

APOYO ESPAÑOL

Las sociaciones judiciales han mostrado públicamente su preocupación por la «situación de alto riesgo» que atraviesan las juezas y fiscales de Afganistán ante la llegada al poder del régimen talibán en el país.

A través de sus perfiles oficiales en redes sociales, varias asociaciones han alertado que los derechos fundamentales –especialmente los de mujeres y niñas– se encuentran en «peligro» tras los últimos acontecimientos.

La Asociación Profesional de la Magistratura (APM) se ha pronunciado a través de su cuenta de Twitter y ha mostrado su «solidaridad con las 270 mujeres juezas en Afganistán».

Asimismo, la Asociación Judicial Francisco de Vitoria (AFJV) ha expresado su «preocupación por la toma del poder de los talibanes» y por «el peligro real e inminente para las mujeres en este país».

Desde Juezas y Jueces para la Democracia (JJpD) han compartido el mensaje de los Magistrados Europeos por la Democracia y las Libertades (MEDEL) –de la que forma parte la asociación española– en el que se «insta a los actores internacionales a proteger a las mujeres (entre ellas, las juezas) que ven sus vidas en peligro por el deterioro de la situación».

La portavoz de Foro Judicial Independiente, Concepción Rodríguez, ha insistido en la necesidad de respaldar a los jueces y juezas que, por su propia función jurisdiccional, son «especialmente vulnerables ante una situación de falta de libertad», dado que han tenido que condenar y encarcelar a personas que ahora podrían salir de prisión o ser exhonerados.

A la lista se ha sumado también la Unión Progresista de Fiscales (UPF), que se ha pronunciado a través de Twitter para mostrar su «solidaridad y preocupación» por las mujeres de la judicatura «ante la situación de alto riesgo para su vida y su seguridad en estos momentos en Afganistán».

La Abogacía Española, en un comunicado emitido el lunes, dijo estar «extremadamente preocupado por el rápido deterioro de la situación de Afganistán» y pidió al Gobierno de Pedro Sánchez y a la Unión Europea «que se haga un esfuerzo de generosidad en la acogida de ciudadanos que están tratando de huir del país».

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