El autor con su nuevo libro, una obra que cubre un importante vacío bibliográfico, según Leopoldo Tolivar Alas, presidente de la Real Academia Asturiana de Jurisprudencia. Sobre estas líneas, Javier Junceda en una foto tomada el pasado martes, en la IV Edición de los Premios Confilegal. Foto: Letspicyou.
Javier Junceda da a la luz «Juristas asturianos», una obra que identifica a todos los grandes juristas del Principado
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05/12/2021 06:48
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Actualizado: 05/12/2021 00:26
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Son medio millar de biografías de los principales hombres de leyes nacidos, o avecindados –que uno, como dice el refrán no es de donde nace sino de donde pace–, en el Principados de Asturias desde el siglo XV hasta nuestros días.
Pero ojo, no se incluyen los profesionales vivos.
La obra, por su contenido, tiene una dimensión y un valor histórico indudable. Es un «Quién es quién» de los grandes juristas de esa Comunidad Autónoma.
Ha sido publicada por el Real Instituto de Estudios Asturianos, institución que este año cumple 75 años y en la que acaba de ingresar su autor, el jurista Javier Junceda Moreno, columnista de Confilegal y amigo de esta publicación.
Contiene el discurso de Junceda como numerario.
En el epílogo, Leopoldo Tolivar Alas, presidente de la Real Academia Asturiana de Jurisprudencia, subraya, precisamente, la oportunidad de la obra por esto, porque cubre un importante vacío bibliográfico.
Y recuerda que “desde la Ilustración y sus cercanas Cortes de Cádiz hasta los epígonos del Grupo de Oviedo, no hay derecho ni innovación en España que no pase por el Principado”.
En este sentido, el filósofo y escritor francés del siglo XVII, François de La Rochefoucauld, acuñó una frase histórica: «Sin voluntad, sin método y sin orden no es posible el éxito».
«Juristas asturianos» representa, precisamente, un compendio de esas tres condiciones.
Tiene método y orden y es producto de la voluntad de Junceda, que ordena a sus protagonistas por ciudades y comarcas, así como por los oficios que han desempeñado.
Recupera del olvido a una treintena de juristas asturianos que han formado parte del gobierno español como presidentes o ministros, así como presidentes o vicepresidentes de las Cortes, como Gaspar Melchor de Jovellanos, que fue ministro de Justicia; Pedro Rodríguez de Campomanes y Pérez-Sorriba (ministro de Hacienda); Agustín de Argüelles Álvarez, apodado «el divino», por su oratoria durante las Cortes de Cádiz.
También Juan Pérez Villamil, instigador y autor intelectual del célebre «Bando de Independencia» o «Bando de los alcaldes de Móstoles», que fue el documento que inició Guerra de la Independencia; o Torcuato Fernández-Miranda y Hevia, el hombre que hizo posible la Transición con la fórmula «de la ley a la ley», entre otros muchos.
Junceda se esmera, además, en trazar la semblanza de expertos asturianos considerados aún en sus respectivas disciplinas, como José Posada Herrera o Ignacio De Otto entre los publicistas; los civilistas Manuel Miguel de las Traviesas o Jerónimo González; los mercantilistas Rodrigo Uría y Aurelio Menéndez; los internacionalistas Aniceto Sela Sampil o Joaquín Fernández Prida, el romanista Melquíades Álvarez -«piquito de oro»–.
Y los historiadores Francisco Javier Martínez Marina o Rafael Altamira; los hacendistas José Antonio de Canga-Argüelles y Cifuentes-Prada y Álvaro Flórez Estrada, personalidades que han dejado su sólida impronta en el España y el extranjero, principalmente en Hispanoamérica.
DE LOS 48 PRESIDENTES DEL TRIBUNAL SUPREMO, CUATRO FUERON ASTURIANOS
Ramón de Posada y Soto fue el primer presidente de la historia del Tribunal Supremo, nacido en 1812, con la Constitución de Cádiz. De Posada era de una pequeña aldea de Cangas de Onís.
El tercer presidente del Alto Tribunal fue un ovetense, José Hevia y Noriega. Asimismo presidieron nuestro Supremo los asturianos Valentín Silva Melero y Jesús Arias de Velasco.
La tragedia que la Guerra Civil supuso para el colectivo jurídico asturiano es igualmente abordada por Javier Junceda¡.
Da cuenta de una veintena de profesionales asesinados, exiliados, depurados o desterrados.
Como Leopoldo Alas y Francisco Beceña, que fueron pasantes en Madrid del despacho de Melquíades Álvarez con pocos años de distancia. Los tres acabaron sucumbiendo al odio fratricida de uno u otro bando.
“Una nota caracteriza a la mayoría: compaginaron el ejercicio del derecho con otros afanes intelectuales o culturales” señala Junceda sobre los juristas sobre los que escribe.
“Supieron congeniar la justicia con la iniciativa social, las letras, las artes, el columnismo en prensa, la política o la filosofía”, añade.
Javier Junceda es titular desde 1984 de una de las principales firmas de abogados de Asturias.
Es Académico de Número de la Real de Jurisprudencia del Principado y semanas atrás asumió la Presidencia de la Comisión de Derecho, Ciencias Dociales y económicas del Real Instituto de Estudios Asturianos.
Compagina el ejercicio de la abogacía con la docencia del derecho en diversas universidades. Es miembro correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y de la Norteamericana de la Lengua Española, así como doctor Honoris Causa por cinco universidades americanas.
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