Diez factores que han modificado la relación entre despachos y empresas clientes en la última década
Los últimos diez años han marcado un antes y un después en la forma de actuar de los despachos de abogados, según Eugenia Navarro, autora del estudio "El sector legal de los negocios: 10 años de profesión".

Diez factores que han modificado la relación entre despachos y empresas clientes en la última década

Eugenia Navarro ha presentado el estudio 'El sector legal de los negocios: 10 años de profesión'
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16/12/2021 06:48
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Actualizado: 16/12/2021 09:52
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Esta última década ha generado un cambio importante en la profesionalización de la abogacía, sobre todo provocado por los abogados de empresa o ‘in house’.

“Ahora los abogados externos tienen que demostrar que son eficientes y en este escenario el uso de la tecnología es clave”, explica Eugenia Navarro autora del estudio ‘El sector legal de los negocios: 10 años de profesión’, que acaba de presentarse, profesora de Marketing Jurídico de Esade Law School.

Para esta experta, “ya no es un tema de precio sino de eficiencia. Hay que recordar que en el 2011 se hablaba de reducción de costes, tras haber superado la crisis del 2008, este año se habla de eficiencia. Quiero un precio por el valor. Y ese es un cambio muy importante”.

Un dato relevante del estudio es que el 90% de los despachos de abogados reconoce que debe evolucionar y modernizar su negocio con modelos más flexibles, facturación a precio cerrado y culturas colaborativas.

Para ello la innovación, lo conocimiento en tecnología y en Legaltech son la respuesta de los departamentos jurídicos para a adaptarse a las nuevas necesidades del entorno.

El informe apunta que, en los próximos cinco años, la tecnología impactará especialmente en la innovación en nuevas áreas del derecho, en los modelos colaborativos de trabajo, así como en la mejora de procesos y la eficiencia.

Eugenia Navarro.

También serán relevantes los nuevos modelos de entrega, la facturación creativa, así como la introducción de la aplicación de las técnicas de gestión de proyectos al sector legal (legal project management).

Para Navarro, estos son algunos elementos claves en esta década de abogacía de los negocios que están propiciando un cambio en la forma de entender la profesión jurídica a todos los niveles.

1. Evolución de los departamentos jurídicos de las empresas

“Este es un elemento esencial en toda esta década. Hay que darse cuenta que el papel de estos abogados de empresa ha ido cambiando y ahora es estratégico en cualquier compañía. Han reivindicado su figura como directivo dentro de la empresa. Ahora su opinión se oye a nivel de cuestiones regulatorias o de negocio».

«Esto ha provocado que los despachos de abogados sean más eficientes y a replantearse la forma de hacer las cosas”, apunta.

Para esta experta, “no es casualidad que haya movimiento en el mercado de directores jurídicos. Se buscan profesionales de primer nivel que puedan liderar las asesorías jurídicas en las empresas. Junto a esto, profesionales como Óscar Maceiras han dado el salto a una empresa como Zara para ser su CEO.”

A profesionales de este tipo se les abre un campo de actividad antes impensable, “suelen ser directivos muy válidos, con una capacidad importante para analizar los riegos de su empresa, porque en esa materia los abogados conocen bien esos riesgos jurídicos inherentes a su negocio”.

2. Gestión de operaciones legales por parte de las asesoría jurídicas

Para Navarro, “fruto de esa reivindicación dentro de la propia empresa, las asesorías jurídicas revisan sus procesos para ser más eficientes. Son las llamadas operaciones legales, claves para gestionar mejor los procesos y recursos de cada asesoría jurídica”.

Desde su punto de vista, “esta es una actividad cada vez más importante y en la que los propios asesores externos pueden ayudarles para ser más eficientes. Hay que recordar que el presupuesto de dichas asesorías es muy ajustado pero sus necesidades legales han crecido en un entorno normativo complejo”.

3. La importancia de la innovación que flexibiliza la actividad  de los despachos

Apunta que “se rompe la tendencia a hacer las cosas de una determinada manera. Es en este momento donde aparecen modelos flexibles de entender la profesión de abogado y dar servicio. Siempre para adaptarse a las necesidades de cada empresa».

En su opinión, “esto ha generado que el ecosistema legal haya cambiado de forma notable». Junto a la figura del abogado tradicional y el abogado ‘in house’, ahora puedes estar en una startup, trabajar desde un ALSP o firma jurídica alternativa. Esa flexibilidad que exigen los abogados in house está cambiando la forma de entender la abogacía».

La innovación es ahora una ventaja competitiva, “los abogados se replantean las cosas para ser más eficientes y seguir reforzando esa relacion con su cliente».

4. Cambios en el modelo de negocio de los servicios jurídicos

Esta flexibilidad provoca cambios importantes a la hora de adquirir estos servicios jurídicos y esos modelos de negocio. “Las empresas ya no compran esos servicios a los despachos de abogados, únicamente, hay empresas los manager services, LPO que pueden dar estos servicios».

En esta línea, destaca que “se espera una evolución en la prestación de servicios jurídicos acompañada de un mejor ‘delivery’ y ‘reporting’ tanto a nivel de facturación como de servicio. De acuerdo al resultado cualitativo, la tecnología va a impactar más en la estandarización de procesos y revisión de contratos”.

5. Segmentación del trabajo jurídico

Nuestra interlocutora también detecta un cambio en la forma de asesorarse que tienen las empresas desde sus asesorías jurídicas, “ya no le compro todo a un despacho porque las obligaciones legales han crecido y hay algunas muy específicas”.

Ahora, la selección del asesor externo depende de distintos factores, “todo depende del asunto y de las tareas que genere, si se puede estandarizar o no, si es necesario un especialista para ese tema”. Para ello hay distintos operadores en el mercado que pueden dar ese servicio legal.

“Junto con la gran estructura, encontramos el experto asociado a una boutique legal especializada, o la firma de servicios alternativos que trabaja por proyecto y en plazos concretos”, comenta.

6. Polarización de los servicios jurídicos

Parece claro que hay un empoderamiento del comprador de servicio, “esto hace que los abogados externos busquen la forma de llamar su atención diferenciándose de su competencia”.

A juicio de esta experta, “eso implica modelos alternativos diferentes de los habituales, como pueden ser las plataformas tecnológicas que ofrecen también asesoramiento legal de forma mas directa con el particular o la empresa”.

De alguna forma, este escenario “genera una nueva cultura legal y mayor transparencia en los despachos de abogados”.

7. De la facturación por horas a presupuestos más flexibles

Si en 2011, la preferencia de facturación era de un 95% por horas, durante estos años se ha convertido en una realidad necesaria para optar a determinados concursos o para trabajar con determinados clientes.

“El modelo de facturación por horas queda relegado a un modelo de gestión interno y, aunque se siguen utilizando, los clientes generarán una mayor presión para evitar este modelo”, comenta Navarro.

Por una parte, el modelo de facturación por horas no refleja el valor y calidad de ese tiempo, por otra parte, hay una pérdida de control de la eficiencia.

Los clientes quieren certeza y predictibilidad en sus honorarios y eso implica que las firmas de abogados se centren en la gestión y en la eficiencia en los procesos y, por supuesto, en la tecnología.

8. La irrupción de la pandemia en el sector legal

A juicio de esta experta, “la llegada de la pandemia del Covid-19 ha acelerado la transformación digital tanto en empresas como en los propios despachos de abogados».

Al mismo tiempo, «ha intensificado la necesidad de comunicarse entre empresa y su asesor legal y a nivel de despacho con el uso de herramientas colaborativas en los propios bufetes”.

Los cambios generados por la pandemia han llevado a las firmas legales al teletrabajo y ahora, “en un momento de recuperación de la normalidad, tras demostrar que se puede trabajar en cualquier lugar, algunas firmas van a optar por modelos híbridos, que alternen trabajo presencial y en remoto”.

9. Replanteamiento de las carreras de socio en los despachos

En este escenario post pandemia, Navarro considera que “el modelo del ‘partnership’, basado en la meritocracia es un modelo probado y contrastado que funciona. Ahora el mercado no va a ser tan grande para esta forma de entender la abogacía».

Junto con este modelo habrá otros más eficientes, “que arrancarán parte del trabajo que hacían las firmas tradiciones. De todas formas, siempre van existir este tipo de despachos con una estrategia clara y una alta rentabilidad para los socios, más centrado en actividades sofisticadas y complejas”.

10. Un futuro lleno de cambios, cada vez más próximo

Sobre el futuro del sector legal, Eugenia Navarro aclara que “la práctica jurídica estará muy ligada a la innovación y eficiencia en estos próximos años. Esto va a generar un perfil de abogado diferente del habitual. Un profesional flexible y creativo”.

Al mismo tiempo se observa que la abogacía está más industrializada para hacer frente al empoderamiento del comprador de servicios jurídicos y otra forma de entender la abogacía, reservada hacia operaciones singulares y complejas.

Para esta experta, “volverán a los despachos los profesionales de gestión que tuvieron su momento en los despachos y que van a regresar para ayudar a los abogados que dirigen las firmas y siguen ejerciendo su práctica, gestionar la propia firma legal. La figura del COO, director de organización va ser cada vez más necesaria”.

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