Miguel de Lardizábal, el disidente de Las Cortes de Cádiz que fue absuelto por el recién nacido Tribunal Supremo
Miguel de Lardizábal i Uribe pintado por Francisco de Goya en 1815, en el apogeo de su poder como ministro de Indias, que le duró poco, porque fue destituido por Fernando VII.

Miguel de Lardizábal, el disidente de Las Cortes de Cádiz que fue absuelto por el recién nacido Tribunal Supremo

Entre 1810 a 1812, Cádiz fue el lugar donde surgieron las ideas liberales, pero también donde se manifestaron algunos de los pensadores ilustrados más reaccionarios. Entre ellos cabe destacar al político absolutista, Miguel de Lardizábal y Uribe, nacido en la hacienda de San Juan del Molino, en el estado de Tlaxcala, México.

Lardizábal participó activamente en la guerra de la Independencia luchando contra la invasión de Napoleón. Llegó a ser diputado, y miembro del Consejo de la Primera Regencia, representando a la Nueva España.

Pero nunca estuvo muy de acuerdo con el espíritu democrático de las Cortes. Por eso, en 1811 publicó un “Manifiesto contra el nuevo orden político”, donde negaba la legitimidad de las Cortes y rechazaba el principio de la soberanía nacional.

Lardizábal tampoco se anduvo con miramientos en sus insultos a los diputados, llegándolos a calificar como “un cuerpo tan excesivamente numeroso y cuya grandísima parte es de jóvenes y de hombres que ayer eran unos meros pretendientes sin experiencia alguna de mando, práctica de negocios, ni conocimientos del mundo”.

Las críticas vertidas en el citado Manifiesto, junto a su exaltada defensa de que la soberanía residía en el Rey y no en el pueblo le valieron un juicio, y un tribunal especial, creado al efecto, porque según sus detractores, con este escrito “la patria estaba en peligro” y quedaba “comprometida la tranquilidad pública”.

CONDENADO AL EXILIO

Así, mediante sentencia de 14 de agosto de 1812, el citado tribunal condenó a Miguel de Lardizábal a ser expulsado de todos los pueblos y dominios de España y al pago de las costas del proceso.

Además, mandaron quemar públicamente en la plaza todos los ejemplares de su Manifiesto contra las Cortes de Cádiz.

Desde su retiro forzoso en Inglaterra, Lardizábal apeló ante el recién creado Tribunal Supremo, convirtiéndose así en una de las primeras personas en ser enjuiciadas por él.

En esta ocasión la Justicia le fue favorable, y la Sala Segunda del recién nacido Tribunal Supremo revocó la sentencia del tribunal de Cádiz y le absolvió.

En 1814, con la entrada del Rey Fernando VII, Miguel de Lardizábal, absolutista reconocido, fue elegido ministro de Indias.

Sin embargo, su suerte le duró muy poco, ya que un año después fue destituido y encarcelado al perder la gracia del monarca que tanto había defendido, acusado de favorecer excesivamente los intereses hispanoamericanos.

Y es que nunca llueve a gusto de todos…

Murió el 9 de enero de 1823 en Bilbao.

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