«Jail» y «prison», aunque en inglés significan lo mismo, no son lo mismo, al menos en Estados Unidos
Los monos naranja son una constante tanto en "jails" como en "prisons" en los Estados Unidos.

«Jail» y «prison», aunque en inglés significan lo mismo, no son lo mismo, al menos en Estados Unidos

En España y en la mayor parte de los países democráticos de nuestros entorno los términos cárcel y prisión, «jail» y «prison» (en inglés) son sinónimos.

Son intercambiables. Los presos preventivos y los condenados comparten espacios de centros penitenciarios. No hay diferencia.

En Estados Unidos, sin embargo, no es así.

«JAILS»

En aquel país las cárceles («jails») son aquellas instalaciones destinadas donde se lleva a las personas detenidas, a las que están en prisión preventiva, a la espera de juicio, bien porque no han podido hacer frente a la fianza o porque el delito es grave, y para aquellas que están cumpliendo condenas de menos de un año. Las «jails» suelen estar bajo la jurisdicción de una ciudad, de un distrito local o de un condado.

También reciben el nombre de centros de detención.

El número de «jails» en Estados Unidos es de 2.850. Custodian a 547.000 personas; 445.000 de ellas son presos preventivos y 103.000 son condenados por delitos menores.

«PRISONS»

Las prisiones («prisons»), por el contrario, responden al concepto que todos conocemos. Son aquellos centros en los que las personas cumplen condenas serias por todo tipo de delitos, como asesinato (homicidio en primer grado), homicidio (homicidio en segundo grado), agresión sexual, robo con violencia, lesiones tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, etcétera.

Por otra parte, hay dos tipos de prisiones: las estatales –los Estados Unidos están conformados por 50 Estados–, y las federales.

Cada Estado tiene su propia ley y su propio sistema penitenciario; las diferencias pueden ser abismales de los unos a los otros.

Los estados difieren en sus posturas sobre la pena de muerte o el número de condenados puestos en libertad condicional, por ejemplo.

PRISIONES ESTATALES

El número de prisiones estatales se eleva a un total 1.566. Dentro de sus paredes cumplen condena 1.042.000 personas. 139.000 por asesinato, 16.000 por homicidio involuntario, 143.000 por agresión sexual, 129.000 por robo, 141.000 por lesiones, 40.000 por tráfico de drogas, 64.000 por desórdenes públicos o 18.000 por conducir bajo la influencia de estupefacientes, entre otros.

Además de estas prisiones para adultos, los 50 estados suman 1.510 centros de detención de menores, también llamadas «prisiones juveniles», donde cumplen condena los menores de 18 años por motivos diversos como violencia, delitos contra la propiedad e, incluso, absentismo escolar.

Los centros de detención de menores tienen el objetivo principal de educar y rehabilitar a los delincuentes para que puedan reincorporarse a la sociedad, como en España.

El número de centros de detención de menores ha disminuido en los últimos años gracias a la creciente preferencia por opciones alternativas para los jóvenes delincuentes, como el asesoramiento y la libertad condicional o instalaciones más pequeñas gestionadas a nivel de ciudad o de condado.

De la misma manera existen 186 centros de internamiento de extranjeros y 82 «jails» para indígenas.

En este cuadro elaborado por «Prison Policy Iniciative» se explica cuantas personas están en «jail» y en «prison».

PRISIONES FEDERALES

En las prisiones federales –y hay 102– están recluidos los condenados por delitos federales, como fraude fiscal, tráfico de drogas o pornografía infantil.

En total son 208.000 reclusos. Para determinar la prisión a la que es enviado un delicuente se tienen en cuenta muchos factores, como el tipo de delito cometido, sus antecedentes penales, su salud mental y física y la proximidad a su familia.

A nivel federal también tienen «jails».

Las prisiones federales están, además, divididas en cinco niveles de seguridad:

Nivel 1: Seguridad mínima

Estas prisiones, a veces denominadas Campos Penitenciarios Federales (CPF), tienen el nivel más bajo de seguridad. A ellas van destinados los delincuentes no violentos con un historial relativamente limpio. Algunos piensan que los CPF se asemejan más a los campus universitarios que a las prisiones porque el perímetro está poco o nada vallado y los presos se alojan en unidades tipo dormitorio. Los CPF suelen ofrecer programas de trabajo y clases para rehabilitar a los reclusos, a los que a veces se les permite trabajar fuera de las instalaciones.

Nivel 2: Baja seguridad

Siguen teniendo una fuerte orientación hacia los programas de trabajo de los reclusos, pero también tienen un perímetro vallado y una mayor proporción de personal por recluso que los CPF. Algunos de estos internos pueden tener un historial de violencia, pero deben tener menos de 20 años de condena para ser destinados a ellas.

Nivel 3: Seguridad media

Este es el nivel de seguridad típico de las prisiones. El control se aplica al alojamiento en celdas. Los programas de tratamiento son más rigurosos. El vallado del perímetro a menudo incluye lo clásico: Vallas con cuchillas y sistemas de detección electrónica.

Nivel 4: Alta Seguridad

Denominadas también Penitenciarías de los Estados Unidos (USP, por sus siglas en inglés). El nivel de seguridad es muy alto. Los reclusos son vigilados de cerca por guardias y por cámaras. Las USP están rodeadas de vallas o muros de alambre de espino, y la mayoría tienen también torres de vigilancia.

Nivel 5: Administrativo

Esta clase especial de prisiones engloba otros tipos de instituciones diseñadas para albergar a reclusos con consideraciones especiales, como los enfermos crónicos, los extremadamente peligrosos o los que presentan un alto riesgo de fuga.

El nivel administrativo incluye la Penitenciaría Administrativa de Máxima Seguridad (ADX), que es la única prisión «supermax» del país.

La ADX ofrece una seguridad extrema para los delincuentes más peligrosos del país, donde los presos pasan la mayor parte del tiempo en sus celdas y están bajo supervisión las 24 horas del día.

En total, en Estados Unidos hay un total de 1.797.000 personas encarceladas, el 69,5 % en «prisons», en prisiones, y el 30,5 % en «jails». Un 0,5 % de la población de 336.660.000 millones de ese país.

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