La Inteligencia Artificial puede ayudar a aliviar la congestión en la Justicia, de forma eficaz
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05/8/2022 01:00
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Actualizado: 05/8/2022 13:00
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La pandemia ha dejado tocada a la Administración de Justicia, hay que decirlo con claridad. En una reciente entrevista con el economista y abogado, Juan S. Mora-Sanguinetti –a propósito de su libro «La factura de la injusticia»–, éste recordaba que antes de la pandemia los jueces españoles solo podían resolver, de media, 1 de cada 1,8 asuntos que les hubieran entrado. Ahora esa media es de 1 de cada 2,2 casos.
Por otra parte, el Consejo General de los Procuradores de España (CGPE), recordó, el pasado mes de febrero, que en España solo se ejecutaban 1 de cada 4 sentencias con trascendencia económica. Cuantificado: 3.500 millones de euros de los 14.000 millones concedidos a una de las partes en las sentencias dictadas por los jueces en toda España.
La cosa no está bien. Por eso Manuel Sánchez, director para la Administración General del Estado y para la Justicia en Fujitsu, reflexiona sobre las soluciones que se pueden encontrar para paliar este estado de cosas. Soluciones tecnológicas, se entiende.
Y haberlas haylas.
Una de ellas cree que es la utilización de la Inteligencia Artificial (IA). «La IA puede ayudar a aliviar la congestión en la Administración de Justicia, de forma eficaz. Sin duda. Puede contribuir a solucionar el cuello de botella existente de una forma hasta ahora desconocida», afirma Sánchez.
En 2019, con anterioridad a la pandemia, los tribunales españoles registraron más de 132.000 nuevas demandas por cláusulas abusivas; quedaban por resolver
242.528 procedimientos acumulados, el 50 % del total.
La situación en los órganos jurisdiccionales era ya de colapso con anterioridad a la pandemia de la COVID-19 y se verá agravada en los próximos meses, con un crecimiento en el retraso de los procedimientos del 185 %, según la estimación realizada por el propio Ministerio de Justicia, ante la posible avalancha de ERTE, de ERE, impagos, desahucios y otros procedimientos.
LOS JUECES SON ESENCIALES
Sánchez no quiere entrar en ninguna polémica sobre la implantación de la Inteligencia Artificial. Tiene claro que su aplicación más clara es la primera instancia civil, en casos simples, como ya ocurre en Inglaterra o Letonia.
«Ojo, no estoy hablando de sustituir a ningún juez. Estoy hablando de dotarlo de un recurso que puede hacerlo muchísimo más eficaz en su trabajo. Como nunca antes. Librándolo de tareas repetitivas y rutinarias que le comen gran parte de su tiempo. Permitiéndole centrarse en lo principal. El impacto económico como motor del tejido productivo del país es especialmente importante», explica este ingeniero, que habla del ámbito civil.
«El poder de decisión siempre lo va a tener el juez. Con la IA se reducen los tiempos en el trabajo previo, por una parte. Y por otra, esta tecnología no solo tiene en cuenta la jurisprudencia previa sino también las propias sentencias que el juez haya dictado sobre ese tema. Al final propone un borrador de sentencia, sobre el que el juez decide. La última palabra es suya«, subraya Sánchez. «Al final estamos hablando de una problemática que es sota, caballo y rey».
Fujitsu es una de las grandes empresas tecnológicas especializadas en el sector justicia en España, donde lleva operando desde hace 49 años. Posee en Valencia un Centro de Justicia, dedicado expresamente a la búsqueda de soluciones basadas en la tecnología para este sector.
Están homologados en los tres acuerdos marco. En el de inteligencia artificial, en el desarrollo de aplicaciones y en el de ciberseguridad.
ASTREIA, HIJA DE ZEUS
La apuesta de Fujitsu en este desafío al que está haciendo frente la Administración de Justicia española, mediante la cogobernanza y la colaboración entre el Ministerio, las 12 Comunidades Autónomas con competencias transferidas, el Consejo General del Poder Judicial y la Fiscalía General del Estado se llama «AstreIA», una fusión de Astrea y del acrónimo de Inteligencia Artificial, IA.
Astrea era como se denominaba en latín a Dike, hija de Zeus y Themis. Esta última representaba la justicia divina; su hija, Astrea, personificaba la justicia en el mundo de los hombres. Astrea vigilaba sus actos. Era enemiga de las falsedades y protectora de la sabia administración de justicia.
AstreIA es, según Sánchez, una herramienta al servicio de la ciudadanía, compuesta de cinco soluciones. «Con dos objetivos claramente identificados: acercar la justicia al ciudadano y facilitar la labor de los jueces y magistrados de nuestro país».
La primera es la Inteligencia Artificial, la segunda una plataforma amigable abierta al público para resolver las dudas más frecuentes, la tercera e-Mediación, un sistema de resolución de conflictos «online», la cuarta la textualización y la quinta, la biometría inteligente.
«En los próximos años se van a ver cosas en la Administración de Justicia como nunca se han visto antes. Sin duda alguna, España se ha puesto a la cabeza de la transformación digital. La grabación de las vistas en soporte audivisual y su textualización [la transcripción de su contenido a soporte digital escrito] es uno de esos grandes cambios. Pero estamos yendo más allá. Hacia la textualización inteligente, hacia la búsqueda semántica. No se buscan solo palabras sino argumentaciones, incongruencias. Hablo de una capa de inteligencia de datos que facilita la búsqueda», relata el director para la Administración General del Estado y para la Justicia en Fujitsu.
Esta «navegación inteligente» permite acudir directamente a los momentos clave, acceder a la legislación o a la jurisprudencia citada y poner marcadores donde se puede considerar necesario.
«La textualización, que ya está implementando el Ministerio de Justicia, evita y minimiza el colapso judicial en un 20 %, reduce los tiempos en un 50 % y permite una mayor accesibilidad a los ciudadanos en su relación con la justicia», señala.
BIOMETRÍA INTELIGENTE
Otro campo, igual de interesante, es el de la biometría inteligente para vistas y comparecencias: «Es un servicio que permite de forma ágil y segura y la identificación de personas en tiempo real a través del reconocimiento facial, por voz o a través de documentos mediante tecnología de Inteligencia Artificial y ‘machine learning'».
Esta es una de las grandes preocupaciones existentes a día de hoy. «El sistema de identificación biométrico facilita los juicios telemáticos y las comparecencias. La persona se tiene que registrar con su rostro y su DNI o pasaporte y, una vez validado, puede acceder por videoconferencia al juicio».
De acuerdo con Sánchez, esto supone un salto sin precedentes al que no hay que tener ningún temor.
«Estas nuevas tecnologías no tratan de sustituir la inteligencia humana, sino de facilitar el trabajo de los operadores jurídicos y de hacer la Justicia más accesible a los ciudadanos, siempre diseñada de forma transparente para garantizar la integridad, la ética y los derechos fundamentales. Porque de eso se trata, ¿no?», concluye.
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