Pablo Llarena se vio literalmente desarmado por la emoción ante una ovación que parecía no tener fin. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.
Tres minutos de intensos aplausos arroparon a Pablo Llarena, «Balanza de oro» del Colegio de Procuradores de Madrid
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29/11/2023 17:00
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Actualizado: 29/11/2023 17:03
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Fue intensamente emotivo. Pablo Llarena Conde acababa de terminar su discurso de agradecimiento tras recibir la «Balanza de Oro», máximo galardón anual que otorga el Colegio de Procuradores de Madrid.
De pronto, todos los presentes, como movidos por resortes automáticos, se pusieron en pie aplaudiendo con gran intensidad. Un aplauso que, durante los tres minutos, parecía no tener fin ante el magistrado de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, que observaba visiblemente emocionado.
El instructor de la causa del «procés», el hombre que hizo posible el enjuiciamiento y la condena de los 13 exmiembros del gobierno autonómico catalán por intentar separar a Cataluña de España y que hasta ahora ha mantenido en jaque a los fugados Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí, por una parte, y a la número dos de ERC, Marta Rovira, recibió así el arrope de todos los presentes.
Todos pertenecientes al mundo jurídico y legal.
Un mundo que recientemente se pronunció en modo Fuenteovejuna contra el proyecto de ley de amnistía, presentado por el grupo socialista en el Congreso de los Diputados, para conseguir los 7 votos que necesitaba Pedro Sánchez para ser investido nuevamente presidente del Gobierno.
Fue ayer por la tarde en la Real Casa de Correos, en la Puerta del Sol.
Pablo Llarena: «Una sociedad democrática no puede asumir que sus miembros no sean iguales ante la ley»
En el patio de butacas personalidades como el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Celso Rodríguez Padrón, los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Mario Macías y José Antonio Ballestero, los magistrados Gema Espinosa, Agustín Carretero y Rafael Rosel Marín, el secretario de Gobierno del TSJM, Sebastián Lastra, la secretaria coordinadora provincial de Madrid, Verónica Ezcurra, el secretario del Comité Ejecutivo del Consejo General de Procuradores de España, Antonio Álvarez Buylla, la vicedecana del ICPM, Carmen Giménez Cardona, toda la Junta de Gobierno del Colegio, y el decano emérito de esta institución colegial, Gabriel María de Diego Quevedo.
Sobre la tarima, el presidente del Consejo General de los Procuradores, Juan Carlos Estévez, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, el decano del ICPM, Alberto García Barrenechea, la viceconsejera de Justicia de la Comunidad de Madrid, Carmen Martín García-Matos, y Ramón Rodríguez Nogueira, hijo del desaparecido vicepresidente emérito del Tribunal Constitucional Ramón Rodríguez Arribas, que recibió una Mención Honorífica a título póstumo.
Llarena, que recibió el galardón del decano del ICPM, García Barrenechea, afirmó, durante su intervención, que «una sociedad democrática no puede asumir que sus miembros no sean iguales ante la ley. El sistema de justicia penal tampoco admite que un ciudadano pierda su libertad en supuestos en que otros no merecieron sanción por el mismo comportamiento. Ese es el contenido de nuestra función jurisdiccional. Ese es el papel que nos atribuye el régimen constitucional en una sociedad democrática».
Y añadió: «Recibir vuestro homenaje por haber sabido defender adecuadamente los derechos y deberes constitucionales cuando los derechos fundamentales son un patrimonio fundamental para la sociedad y, en general, cuando estos derechos constitucionales son el pilar de la convivencia y la libertad elegida por los españoles, me hace sentir que he cumplido con la vocación que me llevó al ejercicio de la judicatura».
La distinción recibido, subrayó al final, es un incentivo para que jueces y fiscales sigamos trabajando en la forma constitucional. «Esto es, con responsabilidad, con independencia y sometidos únicamente a la Constitución y al imperio de la ley», concluyó.
Llarena recibió su galardón por su «extraordinaria contribución al mundo de la justicia y al Estado de Derecho».
Al comienzo del acto intervino la viceconsejera Carmen Martín García-Matos, que hizo una cerrada reivindicación de defensa de la democracia y el estado de derecho frente a lo que se pretende con el proyecto de ley de amnistía. Le siguieron García Barrenechea, Juan Carlos Estévez y el alcalde de Madrid, Martínez Almeida, en la misma línea.
Estévez le agradeció a Llarena, en su nombre y en el del Consejo que preside, su trabajo en la instrucción del «procés» frente al intento de secesión.
Previamente, entregó la placa, Mención Honorífica a título póstumo, a Ramón Rodríguez Nogueira, en “reconocimiento a su dilatada trayectoria
profesional dentro del mundo de la judicatura y su marcado compromiso con la Constitución y el Estado de Derecho, tanto como magistrado como en el ejercicio de la abogacía, así como por su activa colaboración con la procura de Madrid”.
Rodríguez Nogueira, procurador también, hizo una pequeña semblanza recordando a su padre. Un gigante que contribuyó de forma decisiva a la consolidación de la democracia en España.
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