La Asociación de Letrados del TS pide justicia a Bolaños por la disparidad entre sus sueldos y con otros organismos
La Junta Directiva de la Asociación de Letrados del TS. De izquierda a derecha, José García Vicente, Margarita Tarabini-Castellani Aznar, Ana Sequeros, León Comendador, Ana de Miguel (presidenta), Fernando Pinto Palacios (vicepresidente) y Ángel López Mármol. Faltan en la foto Javier Herreros y Carmen Agut. Foto: Confilegal.

La Asociación de Letrados del TS pide justicia a Bolaños por la disparidad entre sus sueldos y con otros organismos

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27/12/2023 12:00
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Actualizado: 03/1/2024 11:29
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El principio igual trabajo igual salario no se cumple en la plantilla de letrados del Tribunal Supremo. La diferencia de sueldos entre ellos puede ser de hasta 8.000 euros anuales. Y entre los coordinadores puede llegar hasta los 27.000 euros, dependiendo de su procedencia.

Si los letrados del Tribunal Supremo son magistrados o fiscales de carrera cobran más que si son catedráticos de universidad, letrados judiciales o funcionarios de la Administración en todos sus niveles.

La función que realizan es clave para el funcionamiento del Alto Tribunal. Porque son ellos los que estudian los recursos de casación que se interponen ante las cinco salas (Civil, Penal, Contencioso-Administrativo, Social y Militar), y los que elaboran los proyectos de resolución para inadmitirlos así como los informes para que sean admitidos.

Tres funciones que son vitales en la maquinaria del Tribunal Supremo, que es el que sienta la jurisprudencia que tienen que seguir los tribunales inferiores. Conforman un personal técnico-jurídico muy cualificado. Sin su trabajo el TS quedaría bloqueado.

Si se comparan con el exterior, concretamente con sus homónimos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) o del Tribunal Constitucional (TC) las diferencias salariales están entre los 25.000 y los 35.000 euros anuales por debajo, en el primer caso, y entre los 45.000 y los 50.000 euros, en el segundo.

Este artículo podría haberse titulado “Una injusticia en el corazón del Tribunal Supremo”, porque no se puede ser más preciso en su descripción; diferencias en los sueldos entre ellos, haciendo las mismas funciones, y a distancia estratosférica de los letrados del CGPJ y del TC.

Injusticia con la que quiere acabar la Asociación de Letrados del Tribunal Supremo, nacida en mayo de 2022, que, desde entonces, reivindica una equiparación interna de todos los salarios y una adecuación de sus emolumentos –una subida, dicho en román paladino– por la máxima responsabilidad que ejercen cada día. 

Y así se lo quieren hacer saber al tetraministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, al que han dirigido una carta solicitando audiencia para explicarle el problema con el fin de que encuentre una solución final.

En su mano está hacer justicia y responder a sus reivindicaciones.

De hecho cuentan con el apoyo tanto del presidente interino del Supremo, Francisco Marín Castán, como del resto de los presidentes de Sala así como de los magistrados, como quedó patente en unas recientes jornadas sobre la reforma del recuso de casación, que tuvieron lugar en el Salón de Actos del propio TS.

Todos ellos, magistrados del Supremo y letrados del Alto Tribunal, dependen del Ministerio de Justicia, que es quien paga sus sueldos.

Marín Castán y Ana de Miguel
El presidente interino del Tribunal Supremo y presidente de la Sala de lo Civil, Francisco Marín Castán, y Ana de Miguel, presidenta de la Asociación de Letrados del TS, durante las recientes jornadas sobre la reforma del recurso de casación que organizó esta Asociación en el Alto Tribunal. Foto: Confilegal.

«ES TREMENDAMENTE DIFÍCIL MANTENER AL EQUIPO DE LETRADOS ESTIMULADO, MOTIVADO Y UNIDO»

Este colectivo está formado en su base por 65 letrados –35 titulares y 30 en comisión de servicio– y 12 letrados coordinadores –2 en Civil, 2 en Penal, 5 en Contencioso-Administrativo, 1 en Social y 1 en Militar–. A día de hoy llega hasta los 113, por los refuerzos aplicados ante la saturación de asuntos a los que tienen que hacer frente.

Así lo reconoció recientemente el jefe del Gabinete Técnico del Tribunal Supremo, Juan Manuel San Cristóbal Villanueva, ante el que reportan todos ellos a través de los letrados coordinadores, que son la mano derecha de los presidentes de cada Sala.

San Cristóbal, en la Memoria del Tribunal Supremo, puso negro sobre blanco la situación que se vive hoy entre su equipo: “Resulta para la Dirección del Gabinete Técnico tremendamente difícil mantener al equipo de letrados estimulado, motivado y unido en las circunstancias actuales”.

La sobrecargada de trabajo, los salarios bajos para el nivel de calidad demostrado y la relevancia del trabajo que se les exige, las condiciones laborales (despachos colectivos, dependencias a veces poco adecuadas), las dificultades de todo tipo para conseguir un trato igualitario” hacen muy difícil mantener la cohesión.

Por ello, el grado de rotación es muy alto, lo que incide en la maquinaria de este organismo, cúspide de la jurisdicción. Lo que no sucede ni en el Constitucional ni en el Consejo General del Poder Judicial.

El meollo del problema en el que se hallan inmersos es que cada uno de los colectivos que conforman este cuerpo se rigen por las normas de sus carreras de origen.

Una de nuestras reivindicaciones, sino la principal”, explican desde esta Asociación, “es que se apruebe lo que dice la Ley Orgánica 7/2015 que es que se dicte una ley del Estatuto del Letrado del Gabinete Técnico. Sería una ley que establecería una regulación uniforme para todos los letrados del Tribunal Supremo, con independencia de su carrera profesional, de su origen y de su situación, como ocurre con el Tribunal Constitucional”.

En el Constitucional da lo mismo la procedencia. En dicho órgano, el sueldo base que perciben todos los Letrados es el previsto para los miembros de la Carrera Judicial con la categoría de magistrado. Y el complemento de destino se fija cada año por el Pleno del Tribunal Constitucional

El conflicto, porque es eso, un conflicto, ya ha tenido su traslación a los tribunales.

Una exletrada coordinadora de letrados del Tribunal Supremo, catedrática de universidad, ha interpuesto una demanda ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid alegando discriminación por haber cobrado menos que sus compañeros de procedencia judicial haciendo el mismo trabajo.

La Asociación ya se ha reunido con varios partidos con representación parlamentaria para contarles el problema e instarles a encontrar una solución.

“El trabajo que hacemos es muy técnico. Todo se hace al dedillo. Tiene mucha calidad. ¿Cómo un relojero suizo de los de antes? El símil es bueno. Vale el ejemplo. Con la diferencia de que lo que aquí se dilucida son conflictos entre ciudadanos que tienen que encontrar una solución final. Nuestro trabajo es extremadamente delicado. Ni más. Ni menos”, concluyen.  

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