Entrevista | Gonzalo Navarro, (Ontier): «Hay muy pocos abogados que puedan decir que son especialistas y que vienen del mundo regulatorio financiero»
Gonzalo Navarro Ruiz, director del área de Regulatorio Financiero de Ontier desde hace poco más de seis meses. Foto: Carlos Berbell/Confilegal

Entrevista | Gonzalo Navarro, (Ontier): «Hay muy pocos abogados que puedan decir que son especialistas y que vienen del mundo regulatorio financiero»

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15/5/2024 06:30
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Actualizado: 16/5/2024 11:23
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Gonzalo Navarro Ruiz es el director del área de Regulatorio Financiero de Ontier desde hace poco más de seis meses, pero en ese tiempo ha fortalecido la oferta de la firma en el sector “fintech” y en la asesoría a empresas que buscan cotizar en mercados alternativos. 

Con más de 13 años de experiencia en regulación financiera y mercado de valores, aporta a la firma un “valor diferencial”, en este área.

A lo largo de su trayectoria profesional ha liderado proyectos innovadores. Así, en su última etapa, ha sido el director Legal y de Cumplimiento Normativo durante 3 años de Portfolio Stock Exchange, un nuevo mercado de valores en España, y fue el responsable de obtener la autorización regulatoria por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para el mismo.

Anteriormente, y durante más de 9 años, formó parte de la asesoría jurídica del Grupo BME, gestor de las infraestructuras y mercados regulados de valores de España.

El director del área de Regulatorio Financiero de Ontier también posee una relevante labor docente y comparte su conocimiento como profesor en el IE Law School y la IE University. También ha contribuido a la literatura legal con artículos sobre Blockchain y mercado de valores.

El próximo 30 de mayo participará en el congreso «IA, Derecho y Empresa» organizado por Lefebvre, donde participará en la mesa que lleva por título «Gobernanza: casos prácticos para una gestión responsable de la IA en las organizaciones«, en la que ahondará sobre la importancia de la ética en la Inteligencia Artificial (AI).

Gonzalo Navarro Ruiz, con más de 13 años de experiencia en regulación financiera y mercado de valores, aporta a la firma Ontier un “valor diferencial”, en este área. Foto: Carlos Berbell/Confilegal

Con más de una década en regulación financiera y en el mercado de valores, ¿qué le atrajo de Ontier para optar por este despacho?

Fundamentalmente, lo que me atrajo fue la imagen de marca de Ontier y la proyección internacional que tiene. Estamos presentes, prácticamente en toda Latinoamérica, en Estados Unidos, con oficina en Miami; y en Europa, tenemos oficinas en España, Reino Unido (Londres) e Italia.

Cuidamos mucho la imagen que proyectamos al exterior y a los clientes. El edificio en el que nos encontramos de Paseo de la Habana es el buque insignia y transmite una imagen de profesionalidad y vanguardia. Para mí, que no procedía del mundo del despacho, es algo que me atrajo mucho.

Y adicionalmente, la posibilidad de liderar un área que es puntera, es muy nicho. Hay muy pocos abogados que puedan decir que son especialistas y que vienen del mundo regulatorio financiero. Y, sobre todo, que hayan trabajado en el Grupo Bolsas y Mercados Españoles, que como sabéis, es una entidad única, porque gestiona, al final, la práctica totalidad de las infraestructuras de tanto de negociación en España y la totalidad de las infraestructuras de poscontratación.

¿Cuáles han sido los mayores desafíos y cómo piensa que los ha superado? Porque supongo que los ha superado.

Los mayores desafíos han consistido en potenciar y liderar este área desde mi incorporación y, adicionalmente, hacer mucha labor educativa de cara al exterior, explicar qué es regulatorio financiero y qué temas abarca este área puesto que mucha gente lo desconoce, lo confunde con “banking and finance”, por ejemplo, y no tiene nada que ver. Son disciplinas muy distintas.

Ese sería el principal reto y es algo con lo continuaré en el futuro. Han sido seis meses intensos, donde ha habido que impulsar este área con nuevas incorporaciones, darle nuevos contenidos, nuevos productos, nuevos servicios, etc.…

¿Cuántas personas conforman ahora el área de regulatorio financiero de Ontier?
Somos tres personas.

No está nada mal para ser un área en el que lleva solo 6 meses…

No está mal la verdad.

En el contexto del nuevo Reglamento (UE) 2022/858 del Parlamento Europeo y del Consejo de 30 de mayo de 2022 sobre un régimen piloto de infraestructuras del mercado, ¿qué impacto cree que tendrán estas regulaciones en las infraestructuras tradicionales del mercado de valores y en la adopción de tecnologías?

Pues yo diría que va a tener un impacto grande a medio plazo. En este sentido, hay varios proyectos en el “sandbox” regulatorio y financiero de CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores). Se trata de información pública y cualquiera puede bucear en ella.

Igualmente hay varios proyectos para crear infraestructuras de mercado basadas en esta tecnología por tipo de producto. Por ejemplo, “real estate” (Inmobiliario), activos relacionados con instituciones de inversión colectiva o activos de “equity”.

«Al final, lo que te permite el «Pilot Regime» es aglutinar, en una única infraestructura, lo que actualmente se realiza separadamente».

Creo, sinceramente, que el «Pilot Regime» ha venido para quedarse. De hecho, si leéis el preámbulo del Reglamento, la apuesta del regulador es precisamente que el «Pilot Regime», sustituya a las infraestructuras de mercados tradicionales en un futuro.

Al final, lo que te permite el «Pilot Regime» es aglutinar, en una única infraestructura, lo que actualmente se realiza separadamente.

A día de hoy tenemos, por un lado, lo que son las bolsas de valores y los SMN, los sistemas multilaterales de negociación, donde se negocian todos los valores permitidos en esos sistemas

y, por otro, hay una segunda pata, la que se llama “poscontratación”, que permite que los inversores reciban en su cuenta de valores esos instrumentos financieros que han comprado, transcurridos, dos días después de la contratación.

El “Pilot Regime” lo que te permite es crear infraestructuras basadas en DLT, en la tecnología de registro distribuido, y aglutinar esas dos patas en una única infraestructura. Lo que se persigue es disminuir costes, aumentar eficiencia y reducir los tiempos de liquidación a D+0, esto es, en el instante de la negociación.

Como todo en esta vida no se produce de la noche a la mañana, sino que hay que ir poco a poco. Lo cierto es que Reglamento se aprobó hace tiempo y ahí están los resultados.

Hace un mes y medio aproximadamente, la Autoridad Europea de Valores y Mercados, conocida por sus siglas en inglés, ESMA, publicó un informe del estado de situación de los procesos de autorización y reconoce que hay muchos ya en marcha. También aseguraba que de aquí a un periodo relativamente muy corto de tiempo estarán aprobados, por lo menos, varios de ellos.

El director del área de Regulatorio Financiero de Ontier sostiene que «La IA en el ámbito financiero tiene varias aplicaciones, entre ellas, por ejemplo, la más llamativa, son los “robo-advisor”. Foto: Carlos Berbell/Confilegal

¿Puede compartir algún objetivo, clave que se haya propuesto alcanzar a corto plazo dentro del área regulatorio financiero?

Posicionar más de lo que ya está a Ontier como uno de los “players” relevantes en este ámbito. La verdad es que se puede decir que no hay abogados que vengan de infraestructuras de mercado (BME) y que hayan montado en solitario un nuevo mercado de valores y que adicionalmente tengan un doctorado en esta área, eso creo que marca una diferencia.

Pues precisamente de eso vamos a hablar. Usted ha trabajado con tecnologías emergentes como Blockchain. ¿Cómo ve la integración de tecnologías como la inteligencia artificial en la regulación financiera?

La inteligencia artificial, a pesar de lo que se pueda pensar, es un tema que viene del siglo pasado 1.900, cuando se acuñó el término. Fue allá por 1950. Ahora, la regulación, el Reglamento, está pendiente de la fase final de traducción.

Yo empecé a dar clase en esta materia en 2018, cuando Instituto BME, que forma parte del Grupo BME, gestor de las infraestructuras y mercados regulados de valores de España, decidió lanzar el primer máster de IA. En concreto, sobre la IA aplicada a los mercados financieros.

La IA en el ámbito financiero tiene varias aplicaciones, entre ellas, por ejemplo, la más llamativa, son los “robo-advisor”, que ya en su momento, allá por 2018, empezaban a aparecer los primeros proyectos sobre esta materia. Yo participé en alguno de ellos.

Lo que se persigue con esta herramienta es facilitar las decisiones o el asesoramiento de inversión a los inversores minoristas. La IA es, en esencia, información, datos y algoritmos.

Si nos centramos en el sector financiero, las empresas de tecnología tienen que tener mucho cuidado porque la línea que separa lo que es una empresa de tecnología y lo que es una empresa de servicios de inversión es muy delgada.

A lo mejor eres una empresa de tecnología desarrolladora y desarrollas inteligencia artificial, algoritmos, para prestar un servicio de “robo-advisor”, y si no tienes el asesoramiento regulatorio adecuado y no implementas las cautelas regulatorias necesarias, se te puede llegar a considerar una empresa de servicios de inversión.

Es ahí donde entra la figura del abogado para diseñar bien todas esas estructuras regulatorias y asesorar tanto a la empresa que va a contratar el servicio, el software, en este caso, como a la empresa de tecnología. Ver cuáles son las funciones de una y otra, y quién realiza asesoramiento financiero y quién no lo realiza.

«Se debe advertir al usuario que se está interactuando con un software de inteligencia artificial».

Hay mucho debate en torno a si las empresas deben advertir a los clientes que están utilizando inteligencia artificial, porque en Estados Unidos se han producido algunas demandas. La inteligencia artificial a veces tiene alucinaciones.

Efectivamente, esa es una de las obligaciones que viene a imponer el Reglamento. Se debe advertir al usuario que se está interactuando con un software de inteligencia artificial. A lo mejor se trata de una imagen que es creada por inteligencia artificial o incluso algo más básico, como interactuar con un robot.

Se critica mucho a Europa porque lo quiere regular todo, como pasaba con el GDPR, si bien, al final la realidad es que el GDPR, el Reglamento General de Protección de Datos, ha sido copiado por muchas jurisdicciones. Yo creo que con el reglamento sobre IA va a pasar lo mismo.

Nos estamos jugando mucho porque la inteligencia artificial, como toda tecnología, se produce para beneficiar a la sociedad, pero puede que se le de otros usos. Por eso el “approach” (enfoque) de la Unión Europea denominado “human centric approach” es muy valioso porque pone énfasis en el hecho de que esta tecnología debe usarse en beneficio del ser humano. Sobre todo, se centra en proteger a determinados colectivos que son vulnerables, por ejemplo, la infancia o las personas más mayores.

Ya hemos visto que hay sistemas nos pueden manipular con noticias, a través de las redes sociales, creando “fake news”, sesgos, alucinaciones… Es fundamental esa labor educativa y la transparencia… Hay que advertir, entre otros aspectos, que se está interactuando con sistemas de IA y explicar de dónde se han recabados los datos.

Dado el rápido avance de la tecnología, ¿cómo se prepara Ontier para mantenerse a la vanguardia en el asesoramiento a sus clientes, especialmente en “Fintech”?

Cuando vives en un mundo competitivo te tienes que diferenciar. Y esa diferenciación pasa por el servicio que ofreces al cliente. Me refiero a la calidad. Y esa calidad pasa por contar con un asesoramiento experto, con un abogado especializado que esté en contacto permanente con el cliente. Tiene que ser el responsable del asesoramiento del área el que interactúa con el cliente. Muchas veces esto no pasa.

El abogado principal, suele acudir a la primera reunión y no tiene ese contacto, día a día, con el cliente. En cambio, aquí, en Ontier, en mi área, nos esforzamos en que eso no sea así. Es un asesoramiento muy personalizado. Ahí está el valor diferencial.

Y, por supuesto, la marca. La presencia global de Ontier también es un punto fundamental. Vivimos en un mundo globalizado y el cliente quiere soluciones globales. Hoy puede estar en la Unión Europea, pero mañana se plantea ir a Latinoamérica, o a México, o a Estados Unidos…., la posibilidad de ofrecer ese servicio en un sector muy complejo, como es el regulatorio financiero, con ese enfoque global, marca el valor diferencial de Ontier.

Asegura que la IA traerá muchos cambios y que «El regulador y la sociedad europea son conscientes de que esta tecnología puede conllevar la desaparición de determinados puestos de trabajo». Foto: Carlos Berbell/Confilegal

Usted participará en el Congreso de IA de Lefebvre ¿Podría comentarnos algunos puntos que vaya a debatir en la mesa de gobernanza sobre la gestión de responsabilidad para avanzar un poco?

Uno de los puntos sobre los que me gustaría ahondar es la ética de la IA. Tiene que ir estrechamente vinculada con la regulación. La ética, al final, es la base de la regulación. Cualquier regulación tiene que contar con un paso previo: valorar qué es lo que la sociedad considera admisible.

La ética es un conjunto de normas que socialmente son aceptables, lógicamente la ética en Occidente no es la misma que en Oriente, ni en Asia… Y es precisamente desde ahí, donde hay que comenzar a regular. El Reglamento de IA tiene que contar con ese enfoque de “human centric approach” que comentábamos antes.

¿Por qué?

Pues porque se pone el foco en el ser humano. El regulador y la sociedad europea son conscientes de que esta tecnología puede conllevar la desaparición de determinados puestos de trabajo y ello conllevará una disminución de las cotizaciones en la Seguridad Social. Ante eso, hay que buscar soluciones como la creación de otros puestos de trabajo con otros perfiles…, formar a esa población para que pueda hacer otra labor, que aporte valor, y que esté relacionada con la nueva aplicación de la inteligencia artificial.

La ética es muy importante porque complementa la regulación. Los primeros documentos legales que surgen sobre esta materia y que dan origen al Reglamento, como el informe del Parlamento Europeo de febrero de 2017, ya abordaban todas estas cuestiones. Proponen soluciones a todos estos problemas que estoy comentando. Al final, subrayan la importancia de ese perfil ético, ese perfil humanista, ese perfil filosófico.

De hecho, creo que vamos a ver cómo las empresas van a contar con perfiles éticos dentro de sus organizaciones. Algo parecido a lo que ocurrió hace años con la figura de “compliance officer”. Era toda una novedad y ahora está totalmente implementada. Tiene que ser alguien capaz de saber que existe una regulación, pero que hay determinados límites que no se pueden pasar. Imponer esas “guidelines” al equipo de desarrollo.

«Cuando vives en un mundo competitivo te tienes que diferenciar. Y esa diferenciación pasa por el servicio que ofreces al cliente».

Al final tenemos a los desarrolladores, a los ingenieros que van un poco por su lado y, por ello, es fundamental que esa figura del «compliance» ético junto con el abogado esté presente desde el inicio del proceso, igual que sucede con el GDPR, que impone que la evaluación de la protección de los datos está desde el inicio, desde el momento cero.

Aquí pasa lo mismo, porque si tú desarrollas un producto y llamas al abogado cuando ya está desarrollado, no tiene ningún sentido par la empresa, puesto que va a suponer una pérdida de tiempo y, en consecuencia, de dinero. A lo mejor se ha desarrollado de forma que no cumple con la regulación, con lo cual hay que volver atrás. Creo que tanto un perfil de abogado como un perfil de experto en ética deben estar desde el inicio, y el perfil de ética debe ser absolutamente necesario para aportar esa visión holística y filosófica.

«De hecho, creo que vamos a ver cómo las empresas van a contar con perfiles éticos dentro de sus organizaciones. Algo parecido a lo que ocurrió hace años con la figura de “compliance officer”».

Aquí, en Ontier, ¿Hacen uso de la inteligencia artificial?

Estamos probando con varias herramientas para ver cuál se adapta mejor a las necesidades del despacho en función de todos los datos y de la información confidencial que gestionamos, con la idea de ir aplicando determinadas herramientas paulatinamente.

Al final de lo que se trata aquí es de facilitar la labor diaria al abogado, de reducirle tiempos de búsqueda. Y ganar más tiempo para el cliente.

Exacto, efectivamente. Aunque hay que decir que, por ejemplo, el ChatGPT, que es la herramienta más conocida no nos soluciona la vida. La inteligencia artificial tiene aún muchos errores, nuevas alucinaciones.

Hay que saber formular la pregunta correcta. Una vez formulada, un abogado tiene que revisarlo. Siempre. Y, de hecho, si habéis trasteado con la herramienta, en algunos casos te avisa de que un determinado tema lo debes consultar con un abogado experto.

Esto mismo no es algo nuevo, lo mismo ocurre con las herramientas de búsqueda de legislación. Al final tiene que ser un abogado en el que esté al tanto de que una determinada legislación está vigente o no, de conocer si hay una nueva que se va a aprobar en dos semanas, por ejemplo.

La IA ya está aquí y tenemos que convivir con ella, pero debemos hacerlo de la forma más ética y profesional posible. Y siempre, siempre, con la supervisión del usuario final, en este caso el abogado, que es el que va a poner su firma.

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