Sudaderas a 50 € y balas a 12: el ‘merchandising’ del presunto asesino del CEO de UnitedHealthcare puede vulnerar derechos
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16/12/2024 05:35
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Actualizado: 15/12/2024 21:21
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El pasado 4 de diciembre, Brian Thompson, CEO de UnitedHealthcare -la mayor aseguradora médica de Estados Unidos- fue asesinado a tiros a escasos metros de Times Square, frente al Hotel Hilton. El ataque, tan audaz como escalofriante al haber sido por la espalda, dejó conmocionada a la población.
El asesinó logró huir en bicicleta eléctrica perdiéndose entre las sombras de Central Park. La única pista de la que disponía la policía era una imagen captada a través de una cámara de seguridad, por lo que llegaron a ofrecer 10.000 dólares de recompensa para lograr dar con el criminal.
Una semana después, la policía detuvo a Luigi Mangione, un joven de 26 años al que encontraron con un arma compatible con la homicida, una pistola fantasma, probablemente «fabricada en una impresora 3D», una identificación falsa y una máscara. No tenía antecedentes.
Tras la detención, internet se ha inundado de productos de ‘merchandising’ con el rostro del presunto asesino. Una tendencia en la que los vendedores buscan aprovechar el morbo y sacar un beneficio económico de ello.
Productos con la cara del presunto asesino del CEO UnitedHealthcare
Pero este fenómeno no es nuevo, pues ya se comercializó con criminales como con Jeffrey Dahmer, Ted Bundy e incluso con la cara de Donald Trump tras el intento de asesinato antes de convertirse, de nuevo, en presidente de EE.UU.
Camisetas, sudaderas, tazas, pegatinas e incluso balas decorativas con su nombre o su imagen han comenzado a circular en plataformas como Etsy, TikTok Shop, eBay, Amazon y Redbubble. Muchos de estos artículos incluyen mensajes como «Luigi, libre», adornados con corazones y besos exaltando su figura de manera inquietante. Algunas de ellas tienen precios de más de 50 euros y las balas falsas, de 12.
Otra de las frases destacadas en el ‘merchandising’ del presunto asesino de UnitedHealthcare es la de «delay, defend and depose», que significa retrasar, defender y rechazar. Unas palabras que podían leerse en una bala y un casquillo que aparecieron en la escena del crimen.
Derecho al honor
Según explica Elena Gil González, abogada especialista en Derecho Digital y privacidad de TechAndLaw, cuenta a Confilegal que comercializar con este tipo de productos puede vulnerar derechos.
«Podría haber una infracción a derechos como el honor y, en este caso, sería el que sobreviviese porque el derecho a la protección de datos se concede sólo a personas vivas». Además, el CEO de UnitedHealthcare ha sido un empresario «que se ha mantenido relativamente anónimo a lo largo del tiempo».
Asimismo, la experta añade que en caso de que el fallecido hubiese sido una persona con un perfil más público, «su derecho al honor quedaría más sujeto a otros derechos, como el de información o a la libertad de expresión».
Por lo que, tal y como explica, lo que se suele hacer en casos de figuras públicas es un balance de derechos donde suele vencer el de la información.
«En este caso, sobre todo con una concepción europea, pese a que esto ha sucedido en Estados Unidos, podría haber una lesión al derecho al honor en el sentido de que se publiquen también memes ofensivos sobre un evento trágico», comenta.
Ahora bien, rreconoce que en la práctica, perseguir estas cuestiones no es sencillo. Primero, porque proliferan en muchas fuentes porque no sólo hay una persona emitiendo este tipo de productos o publicaciones ofensivas. Y, en segundo lugar, porque para ser perseguibles se necesita poder demostrar que ha habido un daño y poder cuantificarlo.
«Si llegado el caso un tribunal decretase que esto ha sido lesivo, el problema es ver contra quién vas y cómo en un entorno que se populariza a través de internet que no se somete a un sólo régimen jurídico».
Por tanto, el hecho de alabar a un presunto asesino de otra persona podría atentar conta el honor del CEO de UnitedHealthcare. Sin embargo, la letrada quiere incidir en que, por otro lado, también se está usando de forma pública la imagen de Luigi Mangione que, por ahora, no ha sido juzgado y es presunto.
«Imagínate que finalmente no es el asesino, el daño reputacional que se le está haciendo también es enorme porque está habiendo un juicio mediático antes que un juicio legal», comenta. En este sentido la letrada hablaría de una necesidad de autorestringir hasta que las cosas se aclarasen.
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