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Opinión | El despegue de las emisiones de acciones y bonos tokenizados
11/1/2025 05:35
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Actualizado: 10/1/2025 23:16
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El mundo cripto o de activos digitales no se queda sólo en las criptomonedas como el Bitcoin y otras de las que estamos acostumbrados a oír recurrentemente en los medios de comunicación, sino que abarca también a acciones, bonos y otros instrumentos de deuda tokenizados.
Gracias a la aprobación de la nueva Ley 6/2023, de 17 de marzo, de los Mercados de Valores y de los Servicios de Inversión, se hizo realidad la posibilidad de poder emitir valores negociables de forma tokenizada, esto es, utilizando la tecnología Blockchain o de registro distribuido, como se le designa en la normativa.
El reconocimiento por la Ley de la posibilidad de representar valores negociables mediante el uso de esta tecnología va a modificar, sin lugar a duda, el panorama de emisiones tradicionales de este tipo de valores, así como de las entidades que operan en los mercados de valores, entendiendo por estas tanto los propios mercados, esto es, las infraestructuras que permiten la negociación y liquidación de estos valores, como de las entidades intermediarias que intervienen en estos.
Es posible imaginar un futuro muy próximo en el que grandes y pequeñas empresas hagan emisiones de valores representadas de forma nativa en este tipo de tecnología, motivadas, aparte de por el reconocimiento legal y el surgimiento de nuevos mercados de valores preparados para ello, por los beneficios que aporta esta tecnología para el inversor minorista, como son la liquidación en tiempo real, el acceso directo de los inversores a los mercados sin necesidad de intermediarios, o la disminución de costes.
Como prueba de lo anterior y de ese cambio que se va a ir produciendo en el corto y medio plazo, se ha producido ya la aprobación por Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de la primera “entidad responsable de la administración de la inscripción y registro” (denominación usada por la Ley) de valores negociables tokenizados, conocida comúnmente como “ERIR”, a finales de noviembre pasado (la agencia de valores URSUS-3 CAPITAL).
En paralelo, el pasado mes de diciembre se autorizó, por el regulador alemán (Federal Financial Supervisory Authority (BaFin)), el primer mercado de valores y sistema de liquidación basado en tecnología Blockchain “21X”. Esto es un hecho histórico puesto que ha sido el primer mercado de valores y sistema de liquidación autorizado a nivel europeo al amparo de la nueva regulación europea que lo permite conocida como Pilot Regime.
El hecho de que este tipo de mercados de valores van a aumentar significativa y progresivamente en un corto plazo de tiempo se pone de manifiesto con el dato de que, actualmente, en España, hay 6 proyectos en el Sandbox financiero de la CNMV para crear y autorizar mercados de valores y sistemas de liquidación basados en Blockchain.
Por otro lado, el propio regulador europeo, en el Considerando 53 del Pilot Régime, afirma que, de tener éxito, a futuro, este régimen de mercados y sistemas de liquidación de valores basados en la tecnología Blockchain se convierta en permanente y sustitutivo de los mercados y sistemas “tradicionales”.
Este tipo de infraestructuras va a suponer también que las entidades intermediarias que se relacionan con ellas tengan que adaptar parte de sus servicios y, en algunos casos, replantearse su modelo de negocio puesto que, como comentaba al comienzo, una de las ventajas de estas infraestructuras es que los inversores podrán acceder directamente a estas para comprar valores y operar con ellos sin necesidad de tener que contar con una entidad de crédito o empresa de servicios de inversión para tener que operar en estos mercados lo que implica, lógicamente, que estas entidades dejarán de prestar los servicios vinculados a dicho acceso.
En mi opinión, vamos a ver una transformación y, en algunos casos, puede que una desaparición de algunos players “tradicionales” que operan en los mercados. También dejarán de tener razón de ser, puesto que la normativa bajo Pilot Regime no lo exige, las actuales entidades de contrapartida central que operan en los mercados “tradicionales”.
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