«Si vis pacem, para bellum», el principio romano que hoy es clave para la seguridad de la Unión Europea
Si quieres la paz, prepárate para la guerra, el viejo principio romano cobra la máxima actualidad en estos tiempos en los que el presidente estadounidense, Donald Trump, parece estar dando la espalda a la política de bloques que su país ha venido liderando desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Es el gran desafío para la UE. Ilustración: Confilegal.

«Si vis pacem, para bellum», el principio romano que hoy es clave para la seguridad de la Unión Europea

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02/3/2025 05:35
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Actualizado: 02/3/2025 08:10
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El principio de «Si vis pacem, para bellum» (si quieres la paz, prepárate para la guerra) tiene su origen en el tratado militar «Epitoma rei militaris», escrito por Flavio Vegecio en el siglo IV d.C.

Roma aplicó este concepto a lo largo de su historia, asegurando la estabilidad del Imperio mediante un ejército fuerte y bien preparado.

A lo largo del tiempo, esta idea ha demostrado su efectividad. Durante la Guerra Fría, la estrategia de disuasión nuclear evitó un conflicto directo entre las superpotencias.

En la actualidad, países como China, Rusia y Estados Unidos siguen invirtiendo en capacidades militares bajo el mismo principio.

Su significado se basa en la idea de que la mejor forma de evitar un conflicto es contar con una capacidad de disuasión creíble. En el contexto actual, este concepto adquiere una renovada importancia para Europa ante la posibilidad de un cambio en la política exterior de Estados Unidos.

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la seguridad europea ha estado estrechamente ligada al compromiso de Estados Unidos a través de la OTAN.

Sin embargo, recientes acontecimientos han generado incertidumbre sobre la solidez de esta relación. Durante su primer mandato, el presidente Donald Trump expresó en múltiples ocasiones su descontento con el gasto en defensa de los aliados europeos.

En 2018, declaró: «Estados Unidos no puede seguir protegiendo a los países europeos sin que ellos asuman su parte justa de la carga». Y lo ha repetido varias veces en su regreso al poder.

En este sentido, la actitud de Trump, y su vicepresidente, J.D. Vance, hacia el presidente ucraniano Volodímir Zelensky en una reunión pública en la Casa Blanca, ante las cámaras de televisión del mundo entero, mostró la verdad desnuda: la Unión Europea ha dejado de ser la gran aliada de los Estados Unidos.

El desafío para la Unión Europea

Ante este panorama, la Unión Europea ya comenzó a a trabajar en marzo de 2022, tras la invasión rusa de Ucrania, sobre la Brújula Estratégica un plan de acción para fortalecer su capacidad de defensa y seguridad ante un entorno geopolítico cada vez más complejo.

Su objetivo principal es mejorar la autonomía estratégica de la UE y dotarla de herramientas eficaces para responder a crisis y amenazas externas de manera más rápida y coordinada.

El conflicto demostró la vulnerabilidad de la seguridad europea y la necesidad de una mayor coordinación militar.

El entonces alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Seguridad, Josep Borrell, hizo unas declaraciones que hoy cobran la más plena actualidad: «Debemos asumir nuestras responsabilidades y prepararnos para actuar. Europa está en peligro y necesitamos una cultura estratégica que nos permita afrontar los desafíos de manera unida y eficaz».

La Brújula Estratégica prevé la creación de una fuerza de intervención de hasta 5.000 soldados para responder a crisis con rapidez, lo que supone un avance significativo en la capacidad operativa de la UE, lo que conlleva la inversión en defensa, la mejora en la interoperabilidad de las fuerzas armadas de los estados miembros y reducir la dependencia de terceros en tecnología y equipamiento militar.

No es esto lo que Trump quiere. Más bien lo que busca es que la UE le compre esas armas a Estados Unidos. Hacer que sus, hasta ahora socios, sean sus mejores clientes.

La mencionada iniciativa reconoce las amenazas híbridas y cibernéticas como un peligro creciente. Por ello, también incluye medidas para mejorar la ciberdefensa y combatir la desinformación que fue decisiva para que el Brexit tuviera éxito y que tiene una fuerte incidencia en las elecciones democráticas, incluyendo la estadounidense.

Hasta ahora, los 27 países que conforman la Unión Europea siguen considerando a la OTAN como un aliado clave en materia de seguridad.

La actuación de la OTAN se basa sobre el principio de los tres mosqueteros: «todos para uno y uno para todos». Un principio en el que Trump parece estarse apartando.

Hay que recordar que la Brújula Estratégica es posterior a la Cooperación Estructurada Permanente (PESCO) de 2017. La PESCO fue impulsada tras el Brexit y ante el creciente desafío de Rusia en el ámbito de la seguridad europea.

Su lanzamiento representó un hito en la integración militar de la UE, al consolidar un marco legal que permite a los Estados miembros avanzar en defensa sin necesidad de unanimidad de todos los países.

Para la Unión Europea, el desafío no solo radica en aumentar su capacidad de defensa, sino en consolidar un enfoque común entre sus Estados miembros.

En un contexto de creciente incertidumbre global, el debate sobre cómo garantizar la seguridad europea sigue abierto, y el principio de «Si vis pacem, para bellum» continúa siendo una referencia clave.

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