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Opinión | Diplomacia en directo: el error de Trump y la jugada calculada de Zelenski
"La discusión entre Zelenski y Trump desemboca en una bronca", tituló la cadena de televisión estadounidense ABC. Jorge Carrera, abogado, exmagistrado y exjuez de enlace España en Estados Unidos analiza este encuentro al que califica de error estratético de la Administración Trump. Un error que podría haberse evitado. Foto: ABC.
01/3/2025 11:44
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Actualizado: 01/3/2025 14:23
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El reciente encuentro entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en el Despacho Oval ha generado una oleada de reacciones y análisis en la esfera internacional.
La tensa reunión, transmitida en directo, no solo expuso las fracturas en la relación bilateral, sino también errores graves en la estrategia diplomática de la administración Trump. Este episodio, lejos de acercar una solución al conflicto entre Ucrania y Rusia, podría complicar aún más el panorama geopolítico.
1. La retransmisión en directo: Un craso error estratégico
La decisión de transmitir en vivo una reunión de bienvenida cordial, considerando los precedentes inmediatos y la expectativa poco realista de un acuerdo, resultó ser un error.
La diplomacia, especialmente en conflictos de gran envergadura, requiere discreción y un manejo cuidadoso de la información.
Exponer públicamente las tensiones entre ambos líderes fue una invitación al fracaso. Un saludo protocolario diseñado de otra forma, con menos exposición mediática, habría sido una medida preventiva más acertada.
Este error no solo afectó la imagen de Trump, sino que también puso a Zelenski en una posición incómoda, obligándolo a defender públicamente los intereses de Ucrania en un escenario global.
La falta de previsión en este aspecto es un reflejo de una estrategia diplomática poco refinada.
2. La postura de Zelenski y la falta de preparación estadounidense
Desde el inicio, se podía en términos de estrategia anticipar que Zelenski no viajaba a Washington con la intención de firmar el acuerdo propuesto por Trump.
El presidente ucraniano había manifestado en numerosas ocasiones que las garantías de seguridad eran una condición indispensable para cualquier negociación.
Sin embargo, Estados Unidos, con su vasta capacidad de inteligencia y equipos de expertos, no fue capaz de detectar o excluir esta posibilidad.
Zelenski, reconocido por su habilidad política, comprendió rápidamente que mostrarse firme ante las propuestas estadounidenses era clave para proteger los intereses de su país.
Aprovechó así la ventana de oportunidad.
Además, la falta de empatía personal entre Trump y Zelenski, algo que los estrategas estadounidenses conocían, debería haber sido motivo suficiente para reforzar la discreción y prever una estrategia más prudente. La improvisación en este caso tuvo un alto coste.
3. La importancia de una estrategia diplomática adecuada
Si bien es comprensible que Trump busque poner fin a un conflicto de alto riesgo, la forma en que se manejan las negociaciones es crucial.
La advertencia de Trump sobre el riesgo de una tercera guerra mundial no es una exageración; sin embargo, la situación actual es resultado de una gestión inadecuada del proceso de paz por parte de la Casa Blanca.
«La falta de discreción en este caso ha dejado al descubierto las debilidades de la administración Trump en el ámbito internacional
».
La falta de previsión y la ejecución precipitada de estrategias han debilitado la posición de Estados Unidos en las negociaciones.
La diplomacia efectiva no se basa en imposiciones ni en la improvisación, sino en la planificación rigurosa, la discreción y el respeto a los intereses de todas las partes involucradas.
En este caso, la estrategia de Trump ha sido más bien contrario: pública, apresurada y carente de tacto.
4. La necesidad de discreción en procesos de paz
Los procesos de paz de esta magnitud requieren discreción, tiempo y calma. No se trata de simples reuniones de negocios, sino de negociaciones complejas que afectan a millones de vidas.
El manejo público y apresurado de estas conversaciones puede ser contraproducente y poner en riesgo los avances alcanzados. El caso de esta reunión es un claro ejemplo de cómo una estrategia errónea puede agravar tensiones en lugar de resolverlas.
La diplomacia no es un espectáculo, y tratar las negociaciones como tal es un error que puede tener consecuencias desastrosas.
La falta de discreción en este caso ha dejado al descubierto las debilidades de la administración Trump en el ámbito internacional.
5. Propuestas alternativas y la inclusión de aliados europeos
Un proceso de paz no es una capitulación, y por ello obliga a concesiones por ambas partes.
En este sentido, no puede enfocarse el proceso llevando a Ucrania a una capitulación, pero tampoco haciendo lo propio con Rusia.
Buscar puntos de equilibrio es esencial, y esto implica pensar en nuevos escenarios donde un modelo de convivencia sea razonable no solo para los actores directos, sino también para la región y para la estabilidad y seguridad global.
Buscar alternativas al envío de tropas o establecer garantías de seguridad en Ucrania es una medida que puede tener sentido, ya que difícilmente Rusia aceptará tropas y armamento occidental cerca de su frontera.
Sin embargo, presentar la paz como un “gran negocio” para Estados Unidos, bajo el pretexto de que la inversión estadounidense puede disuadir ataques futuros, es una simplificación excesiva.
Además, ignorar o menospreciar a otros países de la región en estas negociaciones no sirve al objetivo pretendido.
Es esencial involucrar a todos los actores relevantes, incluidos los aliados europeos, para lograr una paz duradera.
Las recientes declaraciones de Trump y su acercamiento con Rusia han despertado recelos entre los aliados europeos, quienes temen que cualquier negociación sin su participación pueda resultar en concesiones perjudiciales para sus intereses.
La exclusión de la UE y la OTAN en este proceso es una debilidad estratégica que podría tener consecuencias a largo plazo.
La iniciativa de paz de Trump merece apoyo, pero las formas le están fallando
En conclusión, la iniciativa de paz de Trump, que figura como un pilar de su agenda electoral, tiene fundamentos válidos y merece apoyo.
No obstante, las formas en que se está llevando a cabo están fallando notablemente. Mientras que en otras ocasiones las tácticas poco convencionales de Trump le han dado resultados, en este contexto podrían generar más problemas que soluciones.
Aunque el proceso de paz aún no puede afirmarse que ha fracasado, es imperativo que los estrategas de Washington reflexionen profundamente y reorienten sus esfuerzos en la buena dirección.
Un nuevo error en este proceso podría desencadenar una peligrosa escalada en el conflicto, y las consecuencias para los Estados Unidos serían nefastas, obligando a un esfuerzo bélico de amplias proporciones.
Por ello, es esencial reconducir cuanto antes la situación, buscando que cualquier acuerdo que se negocie contemple los diferentes intereses en juego, cuente con el respaldo de los aliados europeos y se revista de una acción comunicativa más cuidadosa.
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