La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa reconoce oficialmente que Rusia intervino en el "golpe de Estado" independentista de Cataluña en 2017 como parte de una estrategia para desestabilizar democracias europeas.
El Consejo de Europa reconoce que hubo interferencia de Rusia en el intento de ‘golpe de Estado’ en Cataluña
|
09/4/2025 20:28
|
Actualizado: 09/4/2025 20:44
|
El Consejo de Europa ha reconocido de forma oficial que la Federación Rusa intervino de manera encubierta en el proceso secesionista catalán de 2017. Y lo ha hecho utilizando una terminología que no deja lugar a interpretaciones: lo define como “el golpe de Estado de 2017 de los líderes del gobierno regional catalán contra el orden constitucional español”.
Así figura en la Resolución 2593 (2025), aprobada el pasado 8 de abril por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa bajo el título “La injerencia extranjera como amenaza para la seguridad democrática en Europa”. Obtuvo 141 votos a favor, 13 en contra y 4 abstenciones.
El documento constituye una de las declaraciones institucionales más contundentes emitidas hasta la fecha por una organización internacional sobre el intento de ruptura unilateral del orden constitucional llevado a cabo por el entonces Govern de la Generalitat que presidía el prófugo Carles Puigdemont.
En su punto 4, la Asamblea señala que este acto forma parte de “un patrón más amplio” de operaciones de desestabilización protagonizadas por Rusia en Europa durante la última década, en el que se incluyen “pruebas de interferencia encubierta durante el referéndum del Brexit de 2016 en el Reino Unido, las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016, el golpe de Estado de 2017 de los líderes del gobierno regional catalán contra el orden constitucional español, las elecciones presidenciales francesas de 2017, las elecciones presidenciales de Rumanía y Moldavia de 2024 y en la política alemana”.
Una estrategia rusa a largo plazo
La resolución denuncia que “la injerencia extranjera intencionada, encubierta y manipuladora por parte de potencias extranjeras, sus intermediarios o actores privados, pone en peligro la seguridad, los valores democráticos y la gobernanza en toda Europa”.
En este sentido, el Consejo de Europa advierte de que “estos esfuerzos orquestados continúan aumentando en volumen y velocidad, dirigidos contra los fundamentos de las sociedades europeas y explotando los principios democráticos como vulnerabilidades sistémicas”.
De manera específica, en el caso de la Federación Rusa, la Asamblea denuncia una “escalada de la injerencia hostil” desde la invasión de Ucrania, pero subraya que esta estrategia viene de lejos y se ha consolidado en múltiples escenarios.
Una operación híbrida
Según el texto, la interferencia de Rusia se manifiesta a través de métodos híbridos, como la financiación encubierta de partidos políticos, el uso de medios de comunicación estatales —como RT o Sputnik—, la manipulación de redes sociales por parte de “periodistas”, “blogueros” e “influencers” financiados por las autoridades rusas, y el uso de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial.
Estos actores, añade el documento, “se presentan como periodistas independientes, y contando con una gran audiencia, promueven sistemáticamente la propaganda rusa para dividir la sociedad europea y desestabilizar a los países desde dentro”.
El caso catalán, una pieza más del tablero
La inclusión del caso catalán en el mismo párrafo que operaciones documentadas en Estados Unidos, Reino Unido o Francia no es casual ni simbólica: para la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, la intentona de 2017 no fue un acto político aislado, sino una pieza dentro de un tablero geopolítico mayor.
La referencia expresa al proceso secesionista como un “golpe de Estado” contradice directamente el relato promovido por los sectores independentistas, que han presentado estos hechos como una expresión democrática o un conflicto político interno sin implicaciones internacionales.
El Consejo de Europa —organización que agrupa a 46 Estados miembros, incluyendo a todos los países de la UE— habla alto y claro: lo que ocurrió en Cataluña en 2017 fue un ataque al orden constitucional español instigado, en parte, desde Moscú.
Un llamamiento a la resiliencia democrática
El texto aprobado insta a los Estados miembros a incorporar en sus marcos legales instrumentos para combatir esta amenaza híbrida: desde tipificar como delito la injerencia encubierta extranjera, hasta blindar los sistemas electorales contra ciberamenazas.
También subraya la necesidad de educar en alfabetización digital, proteger a los periodistas y garantizar la transparencia financiera de los partidos políticos.
Y concluye: “Las democracias deben defenderse frente a la amenaza que representa la injerencia extranjera como parte de una adaptación a este entorno internacional cada vez más hostil, donde los principios de soberanía, autodeterminación y democracia están siendo atacados”.
El acuerdo de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa
Noticias Relacionadas: