Las ideas de Peter Navarro (a la derecha de Donald Trump) una vez marginales en Estados Unidos, son hoy la tendencia mayoritaria en la derecha estadoundiense. Foto: Grok.
Quién es Peter Navarro, el ideólogo de la guerra comercial con China cuyas ideas ha hecho suyas Donald Trump
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11/4/2025 17:00
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Actualizado: 11/4/2025 17:04
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Peter Navarro no era un hombre conocido fuera del ámbito académico hasta que Donald Trump llegó a la Casa Blanca en 2016. Economista formado en Harvard, profesor en la Universidad de California en Irvine y autor de numerosos libros —el más influyente, Death by China (2011)—, Navarro se convirtió en una figura clave en la redefinición de la política comercial de Estados Unidos.
Su visión de China como una amenaza existencial guió las decisiones estratégicas del presidente, y hoy, con Trump en el poder, esa doctrina se ha institucionalizado.
Un economista convertido en estratega político
A diferencia de los economistas tradicionales, Navarro no ha seguido los moldes de la ortodoxia liberal ni del pensamiento académico convencional. Su carrera tomó un giro cuando, preocupado por la desindustrialización de EE.UU., empezó a investigar el impacto de la globalización, especialmente del comercio con China.
En Death by China, escrito junto a Greg Autry, Navarro presentó una tesis directa y provocadora: Pekín no es un socio comercial, sino un enemigo que está utilizando la economía como arma para destruir a Occidente.
El libro —con un lenguaje duro, repleto de ejemplos impactantes y apelaciones al patriotismo económico— se convirtió en un manifiesto contra el consenso neoliberal y atrajo la atención de Donald Trump, quien vio en Navarro a un aliado perfecto para materializar su lema “America First”.
El arquitecto de la guerra comercial
En 2017, Peter Navarro –que no tiene origen español ni hispano, que se sepa– fue nombrado por Trump director del recién creado Consejo Nacional de Comercio de la Casa Blanca, y más tarde consejero presidencial para Comercio e Industria.
Desde ese puesto, se convirtió en la voz más influyente en las decisiones económicas internacionales del presidente.
Navarro impulsó una serie de medidas inéditas desde los años 80: Imposición de aranceles a productos chinos por valor de cientos de miles de millones de dólares; restricción de inversiones chinas en sectores estratégicos; acusaciones públicas de espionaje industrial, manipulación monetaria y dumping ambiental y laboral y la ruptura del consenso de la Organización Mundial del Comercio.
Fue también uno de los impulsores de las acciones contra Huawei, TikTok y otras empresas tecnológicas chinas, al considerarlas instrumentos de vigilancia del Partido Comunista.
La asunción de las tesis de Death by China
Muchos pensaron que Death by China era un libro más de denuncia. Pero con Trump en el poder, se ha convertido en la hoja de ruta.
Las ideas del texto se convirtieron en política de Estado: China es un enemigo sistémico, no un socio económico; las empresas estadounidenses deben relocalizar su producción para recuperar empleos; el déficit comercial es un problema estructural y una amenaza a la seguridad nacional; y la interdependencia global ha sido un error que ahora hay que deshacer.
Navarro no solo definió la política económica: ayudó a redibujar el mapa geopolítico. Bajo su influencia, en el primer mandato de Trump, Estados Unidos comenzó a hablar de “desacoplamiento” económico con China y buscó aliados en India, Taiwán o Vietnam para reducir su dependencia. Una línea de pensamiento que ha vuelto a retomar con su regreso a la Casa Blanca.
Tras las elecciones presidenciales de 2020, Navarro abrazó las teorías conspirativas sobre un presunto fraude electoral y se sumó a los intentos de revertir el resultado, como hiciera Trump.
Su negativa a comparecer ante el Congreso en 2022 le valió una imputación por desacato, y en 2023 fue declarado culpable por un gran jurado. En 2024 ingresó en prisión, convirtiéndose en el primer exfuncionario presidencial encarcelado por este motivo.
Pese a este historial judicial, Navarro fue reincorporado al gobierno de Donald Trump en enero de 2025 como consejero. “Durante mi primer mandato, pocos fueron más eficaces y tenaces que Peter para hacer cumplir mis dos reglas sagradas: compren estadounidense, contraten estadounidenses”, afirmó Trump para justificar su regreso al cargo de consejero principal del presidente para Comercio e Industria
Navarro es uno de los hombres de su máxima confianza, de su círculo íntimo.
RIFIRRAFE CON ELON MUSK
A principios de este mes de abril, Navarro ocupó los titulares de todos los periódicos cuando descalificó públicamente a Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, calificándolo de simple «ensamblador de coches» que depende de piezas importadas, especialmente de China, Taiwán o Japón.
Fue su respuesta a la proposición de Musk de establecer un acuerdo de arancel cero entre Estados Unidos y la UE durante una videollamada con el partido La Liga de Italia.
Hay que decir que Musk, previamente, había atacado a Navarro en su propia red social (X), respondiendo a un vídeo en el que Navarro explicaba los motivos para aplicar los aranceles: «Este tipo no ha construido ni una mierda», escribió.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, quitó hierro al conflicto entre los dos «gallos del corral» de Trump calificando la cosa con una simple frase: «Esto son cosas de chicos».
Las ideas de Navarro una vez marginales, son hoy la tendencia mayoritaria en la derecha estadounidense y en la mente de Trump. Un perfil a tener muy en cuenta.
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