Zaballos Abogados pide a la Fiscalía Anticorrupción que actúe contra «CryptoSpain» por amenazar e intimidar a sus clientes
A juicio de Zaballos Abogados, Álvaro Romillo trata de amedrentar con amenazas a sus clientes para que desistan de las acciones presentadas contra él y su empresa, los cuales están siendo investigados por la Audiencia Nacional por una supuesta estafa piramidal. Foto: EP.

Zaballos Abogados pide a la Fiscalía Anticorrupción que actúe contra «CryptoSpain» por amenazar e intimidar a sus clientes

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20/5/2025 00:59
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Actualizado: 20/5/2025 08:24
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Emilia Zaballos y Francisco Jiménez, socia directora y socio de la firma Zaballos Abogados, respectivamente, quienes representan a más de 600 afectados por la supuesta estafa piramidal de 140 millones de euros llevada a cabo a través del Madeira Invest Club, han denunciado ante la Fiscalía Anticorrupción a su máximo responsable, el empresario Álvaro Romillo, alias «CryptoSpain» o «Luis CryptoSpain».

¿La razón? Por amenazar a sus clientes para que retiren las denuncias interpuestas contra su persona y su círculo cercano.

Dichas amenazas han sido realizadas a través de su canal oficial, en la plataforma Vimeo, y de la red social TikTok, que después distribuyó en un canal de Telegram al que están suscritos 51.574 personas. En ambos casos aparece hablando a cámara con una mascarilla que le tapa media cara con la intención evidente de no poder ser reconocido.

La imagen de la izquierda pertenece a la declaración que realizó ayer a través de Vimeo. La de la derecha corresponde a Tik Tok.

«Las acusaciones vertidas, tanto en el vídeo informativo como en el vídeo de TikTok son expresas amenazas con el ánimo de intimidar a toda perosna que empresa acciones contra su persona o contra sus intereses, atentando contra el derecho de defensa y contra la libertad de todas las acusaciones personadas en el procedimiento», dice la denuncia interpuesta por Francisco Jiménez ante la fiscal de la causa, la fiscal anticorrupción María del Mar Scharfausen.

En dichos vídeos Romillo identifica con nombres y apellidos a los abogados de las acusaciones, «menospreciando su trabajo y burlándose de su labor, valéndose de engaños sin fundamentación con el objetivo de enganchar nuevamente a los afectados para que vuelvan a confiar en él, instándoles a que retiren sus denuncias, prometiéndoles que, en el futuro, se volverán a reencontrar y que juntos crecerán, valiéndose nuevamente del engaño», añade la denuncia, en la que expresamente Jiménez solicita que se le abran diligencias preprocesales.

ESTAFA AGRAVADA, ORGANIZACIÓN CRIMINAL Y BLANQUEO DE CAPITALES

Madeira Invest Club, que fue definido por la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV) como un «chiringuito financiero», está siendo investigada, junto a Romillo, por el magistrado José Luis Calama, titular del Juzgado Central de Instrucción 4 de la Audiencia Nacional, por los supuestos delitos de estafa agravada, organización criminal, blanqueo de capitales y falsedad de documentos mercantiles desde el 4 de octubre de 2024.

En dichos vídeos, Romillo, dirigiéndose a los afectados, dice «Los abogados no están preparados para estar en esto, no seas tonto, porque si me denuncias a mi, perfecto, pero seré yo quien tenga que dar la información…. Pero, ¿tú que te crees?, ¿que yo no me voy a defender con la información que tengo? ¿En serio me lo estás diciendo? Es de chiste».

Romillo, en su discurso videográfico, acusa el daño que le está haciendo toda la información que se publica en los medios de comunicación sobre el caso. Y dice que los abogados están filtrándola a Hacienda, en referencia clara al hecho de que mucho del dinero invertido podría ser dinero negro, lo que les podría afectar en el caso de que la Agencia Tributaria pudiera interesarse por su procedencia.

La estrategia es clara: sembrar el miedo entre los denunciantes insinuando que, de proseguir con las acciones judiciales, podrían enfrentarse a problemas fiscales. «Como han filtrado tu información, te vas a comer lo de Hacienda». El mensajeclaro: «no denuncies o habrá consecuencias».

Romillo sugiere que solo ofrecerá acuerdos a aquellos que no hayan acudido a los tribunales.

Sobre los abogados, el investigado asegura que «no están capacitados para hacer la labor que están haciendo». Y que son «gentuza».

«Un bufete como Zaballos o un bufete como puede ser Soriano y Piqueras o como puede ser Aranguez –las tres firmas que representan a damnificados por Madeira Invest Club– lo que no les interesa es que tú estés contento. Lo que les interesa a ellos es bloquear lo máximo posible, parar lo máximo posible para que se pare todo y que nada funcione», doce-

De Emilia Zaballos y Francisco Jiménez, al que pone el mote de «Don Pin Pon», asegura que han conseguido sus clientes mediante engaños, vendiendo «mentiras y humo en televisión vestidas de princesas». Y los califica de «podredumbre».

«Es un grupo carroñero de gente», subraya.

UN ATAQUE A LA DESESPERADA DE ROMILLO

De acuerdo con la socia directora de Zaballos Abogados, las afirmaciones de Romillo «denota su desesperación y su ausencia de control. Nadie en su sano juicio atacaría a los abogados de la parte contraria. Está muy nervioso, es evidente».

«Hasta la fecha hemos conseguido el bloqueo de 29 millones de euros en Singapur. De otro 1.864.281 USDT, equivalente a dólares estadounidenses, en una ‘wallet’. En Portugal se han bloqueado activos por valor de un millón de euros, además de vehículos e inmuebles. Además de un número de vehículos y de inmuebles. Es una muestra de la eficacia con la que estamos actuando», cuenta Emilia Zaballos.

En la investigación en curso en la Audiencia Nacional ha quedado muy claro que el entramado del Madeira Invest Club se articula en torno a una red de más de 50 entidades pantalla, la mayoría sin actividad real y más de 100 cuentas bancarias abiertas en entidades como BBVA, Santander, Sabadell o Bankinter, abierats a nombre de familiares, amigos y testaferros.

Según el magistrado Calama, la entidad Madeira Invest Club y su plataforma digital madeirainvestclub.com «constituye el eje sobre el que los investigados organizan y ejecutan una estafa piramidal. Madeira Invest Club inicia sus actividades en enero de 2023. En la citada página web Madeira Invest Club se publicitaba como un ‘club privado de inversión que sabre sus puertas en febrero con el objetivo de obtener rentabilidades de un 20 % anual’ al que se accedería mediante el pago de una cuota anual de 2.000 euros».

«Una vea que los inversores se suscribían al club adquirían el derecho a recibir comunicaciones semanales en las que se presentaban proyectos en los que esta entidad había invertido y que comprendían la participación en distintas operaciones de financiación de ‘flipping house’ (adquisición de viviendas antiguas para su reforma y posterior reventa a superior precio), vehículos de lujo, alquiler y servicios charter de embarcaciones, colecciones de arte, colecciones de botellas de whisky, colecciones de relojes, etc. Los interesados en invertir en estos proyectos podían realizar el pago mediante transferencias bancarias, de criptomonedas o depósitos de dinero en efectivo», explica el magistrado.

Para añadir a continuación, «el dinero de los inversores era destinado en una ínfima parte en los proyectos anunciados; otra pequeña parte se dedicaba a pagar intereses a los inversores anteriores con fondos de inversores más recientes, para así dar sostenibilidad al esquema defraudatorio; y el grueso de las aportaciones era desviado a cuentas bancarias abiertas a nombre de sociedades constituidas al efecto, que eran tituladas a nombre de testaferros, la mayor parte de ellas en Portugal y República Dominicana».

Según fuentes de la investigación, los fondos llegaban a una cuenta matriz asociada a la sociedad portuguesa Sabroso LDA mediante pequeñas transferencias (entre 1.000 y 5.000 euros). Cuando alcanzaban los 40 millones —algo que ocurría, de media, cada dos semanas—, se fraccionaban en tres transferencias de 400.000 euros cada una, enviadas a cuentas extranjeras. Así se desviaban, de forma periódica.

Tras MIC no había ningún fondo legítimo ni inversión real, sino una estructura familiar perfectamente orquestada. Álvaro Romillo era la cara visible del negocio. En la sombra operaban su padre, Domingo Romillo, y su tío, Juan Carlos Romillo, junto a las parejas de ambos.

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