Francisco Javier Orduña: «La transparencia es el único camino para regenerar el deporte y acabar con el abuso de poder»
Exmagistrado del Supremo, catedrático de derecho civil de la Universidad de Valencia y director de los los Institutos Jurídicos de Innovación e Investigación en los Colegios la Abogacía de Barcelona y Madrid, Javier Orduña avanza que próximamente los Colegios de la Abogadía de Barcelona y Madrid presentarán un Decálogo para la regeneración del deporte que puede ser un punto de partida importante para acabar con el abuso de poder. Foto: Confilegal.

Francisco Javier Orduña: «La transparencia es el único camino para regenerar el deporte y acabar con el abuso de poder»

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25/4/2024 06:45
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Actualizado: 25/4/2024 10:54
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Poca gente sabe que Francisco Javier Orduña Moreno, catedrático de derecho civil de la Universidad de Valencia y exmagistrado del Tribunal Supremo, fue jugador de fútbol semiprofesional en su juventud. No era malo. Todo lo contrario, pero su padre le aconsejó que en los estudios estaba el futuro. Y lo dejó. La pasión, como bien la definió Campanella en su oscarizada película «El secreto de sus ojos», sigue estando ahí.

Disfruta con los partidos cuando los contempla pero le preocupa la selva en que se ha convertido el mundo del deporte y, particularmente, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). A su juicio, hay que cambiar su modelo de funcionamiento de raíz aplicando una herramienta cauterizadora: la transparencia.

Orduña es una autoridad reconocida en este campo al que, en los últimos meses, le ha dedicado tiempo de estudio para llegar a esta conclusión: «La transparencia es el único camino para regenerar el deporte y acabar con el abuso de poder».

No queda otra. Y lo explica con claridad.

En septiembre de 2023, los Institutos Jurídicos de Innovación e Investigación en los Colegios la Abogacía de Barcelona y Madrid, que usted dirige, emitieron un comunicado conjunto advirtiendo que el caso de Luis Rubiales era tan sólo la punta de un iceberg en la problemática real del fútbol español. Parece ser que los recientes hechos les han dado la razón.

En la actualidad, con la imputación de Pedro Rocha, presidente en funciones de la RFEF, no parece que las cosas hayan cambiado a mejor. ¿Usted qué opina?

Exactamente lo mismo que opina la ciudadanía. Que hemos asistido, una vez más, a un vergonzante sainete, lavado de cara o cambio de cromos en la Federación, ante la autocomplacencia de los poderes públicos.

Ha sido un episodio que, a todas luces, debería de ser un punto de inflexión o de partida de cara, una vez por todas, hacia la transformación y regeneración real de las estructuras del deporte español.

«Desde una perspectiva social la transparencia se nos presenta, no como una posible opción, sino como una auténtica necesidad»

No obstante, usted fiel a su trayectoria, no se resigna, ya que los Institutos que dirige, a los que recientemente se suma el Colegio de Abogados de Málaga, han elaborado un Decálogo del valor de la transparencia en el deporte español, que se hará público en breve.

En efecto, la resignación no es una opción para los juristas, ni mucho menos para los Colegios de la Abogacía comprometidos con mejorar nuestras estructuras democráticas y de derecho, especialmente en un ámbito tan necesitado como el del deporte español, y especialmente el fútbol.

En dicho comunicado vamos a exponer, de forma pedagógica a la ciudadanía, en qué consiste realmente el valor normativo de la transparencia, así como su necesaria implicación en toda la cadena de decisión, control y gobernanza del modelo del deporte español.

El valor de la transparencia ¿es tan útil y conveniente como usted enseña?

Claro que sí, el actual contexto político es una buena prueba de la necesidad de este gran valor. Además, la transparencia es un valor seguro para afrontar los procesos de cambio y de transformación.

Desde la perspectiva normativa, no hay duda posible de que el mejor antídoto o revulsivo contra las situaciones de abuso de poder, opacidad y desigualdad radica, precisamente, en el valor de la transparencia. Esta afirmación es ya una realidad comprobada.

Desde una perspectiva social la transparencia se nos presenta, no como una posible opción, sino como una auténtica necesidad.

Requerimos del valor de la transparencia para hacer creíbles para nosotros mismos, tal y cómo debemos responder éticamente y, a la vez, precisamos del valor de la transparencia para ser creíbles para los demás, tal y como nos demanda la sociedad y nuestro entorno europeo.

Por lo que transparencia y regeneración en el deporte constituyen ya una expresión unívoca, un binomio necesario para la credibilidad y confianza en el modelo del deporte español.

Sin transparencia no puede haber juego limpio ni derecho en el deporte; sólo un club privado para los intereses creados y al margen de los intereses generales y de la participación de la sociedad.

No podemos andar con más rodeos o medias verdades: o se está con la transparencia en el deporte y, por tanto, con la regeneración del mismo o, sencillamente no se está.

En este caso exigimos que se diga alto y claro, por aquellos que sustentan el continuismo o la inacción.

Por último, ¿podría adelantar algunas líneas rojas que contempla el Decálogo?

Hay muchas, pero en el contexto actual se pueden destacar las siguientes cuestiones que resultan opciones diametralmente opuestas al valor de la transparencia, entre otras: la no limitación de mandatos para ostentar la Presidencia de la Federación o cualquier otro cargo directivo; el mantenimiento de un marco electoral de corte estamentario, más propio del siglo XVIII que del siglo XXI y, en fin, la ausencia de un modelo de retribución.

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