Purificación Pujol, abogada y exjuez sustituta, se arranca como novelista con «El honor de los decentes»
La autora aborda un periodo histórico desconocido pero muy real, sobre una justicia que hoy a muchos le parecerá hasta alienígena. Foto: Confilegal.

Purificación Pujol, abogada y exjuez sustituta, se arranca como novelista con «El honor de los decentes»

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06/6/2024 06:31
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Actualizado: 06/6/2024 01:47
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«Barcelona, 1969. Bertha es funcionaria en el Juzgado Especial de Vagos y Maleantes, donde se persigue a colectivos disidentes o excluidos de la sociedad por su pensamiento, oficio o inclinación sexual. Sin embargo, tiene problemas para acatar órdenes que conllevan el sufrimiento de inocentes. Cuando se hermano aparece muerto, en extrañas circunstancias, se ve obligada a investigar una trama gubernamental que lleva la represión al límite y que podría acabar con su carrera y su propia vida».

Este es el gancho con que Purificación Pujol, abogada y exjuez sustituta, atrae al lector a esta novela anclada en una España de 55 años atrás. Otro planeta, de hecho.

Sin embargo, «El honor de los decentes» (Plaza y Janés) cumple un doble objetivo: relata una historia bien urdida y revela cómo era la justicia de entonces. Nada que ver con la actual, compuesta y administrada por 5.500 jueces constitucionales y respetuosos con los derechos fundamentales.

Ese es el gran valor de este viaje a un pasado muy reciente nuestro que ya nadie recuerda pero que operaba así. Lo explica la autora en esta entrevista en un día muy especial porque es hoy cuando su novela ve la luz.

¿Qué le inspiró a situar la trama de tu novela en el Juzgado Especial de Vagos y Maleantes de Barcelona en 1969?

Siempre me ha interesado la historia y, en este caso concreto, la que rodea la normativa de la Ley de Vagos y Maleantes.

No es muy conocido el hecho de que esta Ley se publicará en 1933 y se derogará en 1995. Es apasionante el motivo de su promulgación y el estudio de los distintos gobiernos que la aplicaron.

Bertha es un personaje con un fuerte sentido de la justicia. ¿En qué se inspiró para desarrollar su carácter y sus dilemas morales?

Si, Bertha, en definitiva, es una justiciera, se niega a poner en práctica aquellas normas que considera injustas.

Para desarrollar este personaje me inspire en los principios morales y en la dignidad humana que todos llevamos en nuestra conciencia. Bueno, todos no, unos más que otros.

La muerte del hermano de Bertha es un punto crucial en la trama. ¿Cómo se te ocurrió esta línea argumental y qué importancia tiene en el desarrollo de la historia?

La causa del fallecimiento del hermano de Bertha es uno de los motivos que provocan su sed de justicia.

Esa línea argumental está basada en un hecho real, tuve que instruir un delito similar en una de mis actuaciones profesionales como juez.

La novela aborda temas de represión y persecución durante la dictadura franquista. ¿Qué investigación realizó para retratar fielmente este período histórico?

Esa fue la época más divertida, los más de cuatro años en los que solo me documenté. Iba al rastro con frecuencia y me pasaba horas los domingos rebuscando libros descatalogados.

Encontré uno muy curioso titulado “Gamberros, Homosexuales, Vagos y Maleantes” de Antonio Sabater del año 1962.

Además, entrevisté a numerosos funcionarios de Barcelona que habían servido en esos juzgados especiales, ellos me narraron sus experiencias.

El “thriller” combina acción e intriga. ¿Qué desafíos enfrentaste al equilibrar estos elementos mientras desarrollabas la trama?

En efecto, la novela está llena de acción e integra. Mi principal desafío fue inventar una trama que enganchara y provocar en cada capítulo el deseo de pasar al siguiente.

Me sorprendió mi desbordante imaginación. Toda reseña histórica es fiel a la realidad, pero la trama es pura invención.

«Siempre me ha interesado la historia y, en este caso concreto, la que rodea la normativa de la Ley de Vagos y Maleantes. No es muy conocido el hecho de que esta Ley se publicará en 1933 y se derogará en 1995. Es apasionante el motivo de su promulgación y el estudio de los distintos gobiernos que la aplicaron»

¿Qué rol juega el escenario de Menorca en la novela y cómo se diferencia de la ambientación en Barcelona?

Menorca es la salvación de la protagonista, allí se refugia y encuentra al principio la paz y luego la más horrible de las realidades.

La ambientación es distinta con las peculiaridades de una ciudad pequeña donde todo el mundo se conoce, en contraste con la cosmopolita y gran ciudad que fue Barcelona en aquellos años.

Su novela explora los entresijos del poder político y jurídico antes de la Transición. ¿Qué mensaje esperas transmitir a los lectores sobre esa época y sus injusticias?

Confió que mis lectores conozcan o revivan lo que fue aquella época, las inquietudes de sus gentes, el motivo de sus conversaciones jurídico-políticas, la censura en el espectáculo e incluso la influencia de los principios del movimiento en la vida cotidiana de sus habitantes, donde el sereno era una pieza fundamental.

Todo ello desde un punto de vista de la gente corriente, de aquellos que trabajaban y vivían adaptándose a las circunstancias, eso sí, algunos como Bertha revelándose ante la aplicación de aquellas normas injustas que provocaban el sufrimiento de inocentes.

«El honor de los decentes» presenta a una mujer valiente que desafía las normas de su tiempo. ¿Cómo cree que este personaje y su historia resuenan con las lectoras y lectores actuales?

Espero y confío en que se sientan identificados con los personajes “honorables y decentes” y detesten a los malvados y perversos.

Y, en el fondo, convencerles de que ellos habrían actuado igual que lo hizo Bertha.

Usted es una abogada de larga trayectoria. También ha sido juez sustituta, ¿qué te empujó a iniciar el camino de la escritura de una novela?

He escrito desde muy niña. Primero cuentos, luego poesía. Más tardé publique mi tesis doctoral y en 1997, ya en Madrid, tuve la gran suerte de ejercer como juez sustituta sirviendo en muy variados juzgados: civiles, penales, de instrucción, de familia, laborales, contencioso administrativo y mercantiles.

Eso me dio una visión tan amplia que soy autora de los libros jurídicos más vendidos en distintas materias.

Siempre me gustó la ficción y la mezcla de novela histórico-política-social-jurídica me resulta apasionante.

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