Los juicios paralelos, o los juicios de la opinión pública

Los juicios paralelos, o los juicios de la opinión pública

Los juicios de renombre y los casos mediáticos conllevan siempre un juicio paralelo por parte de la opinión pública, los medios y los creadores de opinión. La presión social produce muchas veces situaciones injustas.

La Justicia es lenta, los medios no

Muchas veces se dice que la imparcialidad judicial es puesta en entredicho por la influencia de los medios de comunicación. Y es que con más frecuencia de la que quisiéramos, observamos que desde los medios se juzga y condena sobre asuntos que están siendo investigados por los jueces. Es el caso de los juicios paralelos.

Se entiende por juicios paralelos cuando los medios de comunicación asumen un papel que está asignado constitucionalmente a los jueces y magistrados que integran el Poder Judicial del Estado: juzgar un presunto delito.

Vamos por partes, lo primero que hay que decir es que los juicios paralelos son asuntos penales, civiles o de otra índole, que aún están pendientes de ser juzgados o a la espera de  una sentencia judicial, es decir, Sub Iudice. …Normalmente, se trata de asuntos que tienen un gran interés para la opinión pública y, por eso, los medios de comunicación se empeñan en hacer sus juicios de valor sin medir, en muchas ocasiones, las repercusiones que pueden tener sus informaciones, comentarios y opiniones.

El resultado de los juicios paralelos es que las personas afectadas en un proceso judicial aparecen ante la opinión pública como culpables o inocentes.

Como dice muy bien el magistrado de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, “el problema de base en los juicios paralelos es que sitúan en el mismo plano el proceso judicial y la información periodística”. Y las personas que se encuentran inmersas en un proceso judicial ven afectados, a su vez, una serie de derechos, como el honor, la intimidad, la propia imagen y la presunción de inocencia, constitucionalmente consagrados en la Constitución Española.

Así, a través de los juicios paralelos, los medios de comunicación, basándose muchas veces en especulaciones, condenan y absuelven públicamente a ciudadanos; y lo que es peor, en algunos casos contribuyen a influir en las decisiones judiciales como ocurrió no hace muchos años en el caso “Wanninkhof”, en el que Dolores Vázquez fue condenada por un jurado popular (15 años y un día de prisión), y tuvo que intervenir el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía para anular la sentencia y absorberla, tras pasar 17 meses en prisión.

Y es que, mientras en los juicios se sigue un procedimiento, hay garantías y están representadas todas las partes, en los juicios paralelos realizados por los medios no siempre se dan esas garantías, sino que, a veces, se ofrece una información sesgada y partidista de los hechos.

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