Un manual de derecho procesal penal para jueces, abogados, fiscales y guionistas de cine y televisión
La Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECRIM), el código procesal penal español, aparte de tener 132 años de existencia, es complicada y obsoleta. En el momento de su nacimiento, en 1882, fue un ejemplo de modernidad. Se lo trabajó casi exclusivamente una persona: Manuel Alonso Martínez, entonces ministro de Justicia. Ahora es una antiguaya.
Los dos últimos gobiernos, del PSOE y del PP, han elaborado sendos proyectos que no han visto la luz. Cosas de la política. Y mientras, jueces, fiscales, secretarios, abogados y funcionarios tienen que vérselas con la LECRIM todos los días.
Purificación Pujol, jueza sustituta y una de las grandes divulgadoras de la Justicia, y Fernando Pinto, juez, se han atrevido a enfrentarse a ella y a decodificarla de una manera, simple y asequible.
Lo que les ha salido es un “Manual de Actuaciones en Sala. Técnicas y prácticas del proceso penal”, que muy bien podrían haber titulado “Justicia para todos” o “Todo lo que quería saber y temía preguntar acerca de la LECRIM”. Está editado por La Ley-Wolters Kluwer.
Es un manual válido tanto para jueces como abogados o fiscales y también para guionistas de cine y televisión. Porque sin saber nada, te enteras. Hasta ese punto ha llegado el esfuerzo divulgativo y clarificador de Pujol y Pinto.
“El manual tiene dos partes. La primera la dedicamos a analizar la tramitación de los diferentes procedimientos judiciales y la segunda es un análisis de los distintos medios de prueba que se practican en el juicio oral”, explica Purificación Pujol. “Al inicio de cada capítulo se incluye un esquema con el desarrollo de cada actuación”.
Fernando Pinto, por su parte, siempre tuvo muy claro el objetivo: formar abogados especialistas para actuar en sala, con el mismo grado de finura y de excelencia que los barristers ingleses.
El libro fue presentado en la Escuela de Técnica Jurídica, en Madrid, de la mano de Sonia Gumper, la decana del Colegio de Abogados, y de Juan Antonio García Jabaloy, fiscal de la Audiencia Nacional –sustituyendo a un Javier Gómez Bermúdez enmudecido por una afección gripal- que alabaron el esfuerzo titánico de ambos autores.
