Cifuentes somete a los altos cargos de la Comunidad de Madrid a un Código Ético de obligado cumplimiento
La presidenta Cristina Cifuentes junto al consejero de Presidencia, Justicia y Portavoz del Gobierno, Ángel Garrido.

Cifuentes somete a los altos cargos de la Comunidad de Madrid a un Código Ético de obligado cumplimiento

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01/11/2016 06:57
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Actualizado: 31/10/2016 19:54
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La presidenta Cristina Cifuentes ha decidido implantar un Código Ético en todos los altos cargos de la Comunidad de Madrid basado en los valores de transparencia, ejemplaridad, objetividad y austeridad, que tendrá carácter vinculante. El Código limita el papel de los altos cargos en las contrataciones y restringe las llamadas ‘puertas giratorias’.

Con esta medida, Cifuentes tratará de evitar conductas que tiendan a la corrupción y apostar por el buen gobierno a todos los niveles.

Con este Código, que fue aprobado este lunes por el Consejo de Gobierno, “situamos la ética en la gestión pública por delante incluso de la legalidad y, en consecuencia, establecemos un nivel de exigencia ética a los altos cargos superior en muchos aspectos a lo previsto hasta hora en las normas vigentes”, según ha señalado la presidenta regional, Cristina Cifuentes.

Hay que recordar en estos meses se han producido las salidas forzadas del anterior Director General de Trabajo, Ramiro Salamanca y más reciente del director general de industria, Carlos López Jimeno, por diferentes irregularidades en su gestión

Para Cifuentes, “el Código tiene carácter de compilación, e incluye tanto requisitos éticos nuevos, como otros que ya se vienen aplicando, todo ello con el fin de conseguir una actuación coherente y homogénea en la actuación de los altos cargos”. Se pretende, con ello una mayor eficiencia, austeridad y control de la actividad de los responsables públicos.

En este sentido, el Código recoge los principios que deberán seguir los altos cargos de la Administración regional, así como los presidentes, directores, gerentes o similar de las fundaciones públicas y consorcios participados mayoritariamente por la Comunidad.

Los propios dirigentes deberán comunicar la apertura de cualquier procedimiento penal en su contra y dimitir si son investigados por delito de Corrupción renunciarán a las dietas o similar y no aceptarán tarjetas de crédito para gastos derivados del ejercicio de sus funciones.

Preservar la integridad de los dirigentes

La propia presidenta explicó que “En torno a los criterios para una actuación imparcial, el código establece que los altos cargos no podrán formar parte de las mesas de contratación cuando sean el órgano decisor; no serán miembros de los tribunales para la selección de empleados públicos; y no formarán parte de las comisiones de valoración en las subvenciones de concurrencia competitiva”.

Además, deberán abstenerse en aquellos asuntos en los que tengan un interés personal y no podrán aceptar regalos ni beneficios de cualquier naturaleza derivados de su cargo, salvo las muestras de cortesía habitual.

Otro dato importante es la transparencia que se quiere lograr con esta medida “los altos cargos tendrán que comunicar al Consejo de Gobierno la apertura de cualquier procedimiento penal contra su persona y deberán dimitir en caso de ser formalmente investigados por un delito relacionado con corrupción”, comentó Cifuentes.

Asimismo, tendrán que hacer pública en el Portal de Transparencia su participación como ponentes en congresos, seminarios, conferencias o cursos, siempre que su participación se efectúe en su condición de alto cargo.

Los altos cargos deberán también garantizar la conservación de los documentos que estén bajo su custodia para su transmisión y entrega a los posteriores responsables en el momento en el que finalicen sus funciones.

Siguiendo el criterio de ejemplaridad, los altos cargos de la Comunidad de Madrid no apoyarán peticiones de indulto a personas condenadas por delitos de violencia de género, de terrorismo, contra la Administración Pública, u otros delitos que por su gravedad causen una especial alarma social.

Evitar las puertas giratorias

Sobre las puertas giratorias, la presidenta Cifuentes indicó queen los dos años siguientes a su cese, las personas que hayan tenido condición de alto cargo según este código renunciarán a ser contratadas por empresas que sean concesionarias de la Administración de la Comunidad o que lo hubieran sido mientras eran altos cargos, siempre que hubieran participado en el correspondiente proceso de adjudicación”.

Se pretende, como puede verse, que el comportamiento de los altos cargos de la comunidad madrileña sea exquisito. En este sentido, los altos cargos también renunciarán a las dietas o similar que les pudieran corresponder por asistir a consejos de administración y otros órganos de los que formen parte por razón de su cargo.

Al mismo tiempo, en aquellos casos en los que tengan un contrato de alta dirección con la entidad para la que presten sus servicios, renunciarán a la indemnización que pudiera corresponderles por la finalización del contrato en la parte que supere lo previsto en la norma normativa legal.

Cifuentes recordó que “para impulsar una actuación austera, el código ético exige que los altos cargos gestionen los recursos públicos siguiendo los principios de eficiencia y sostenibilidad, lo que se extiende a la edición de publicaciones en papel, desplazamientos, visitas y viajes oficiales, gastos derivados de reuniones de trabajo y uso de los medios de la Administración”.

Y también se hizo un guiño a las tarjetas Black, ahora en juicio abierto en la Audiencia Nacional. Y es que la Administración regional y sus entes adscritos seguirán sin poner a disposición de los altos cargos tarjetas de crédito como medio de pago de gastos derivados del ejercicio de sus funciones.

Control anual del Código Ético

También se explicó que “el secretario general técnico de la Consejería de Presidencia elaborará un informe de evaluación anual del cumplimiento de este código ético que remitirá a la Comisión de viceconsejeros y secretarios generales técnicos que, en su caso, lo podrán elevar al Consejo de Gobierno”.

En el momento de su nombramiento o toma de posesión, los altos cargos de la Comunidad de Madrid deberán manifestar su adhesión expresa e individualizada a este código ético. En el caso de los que ya estén desempeñando funciones de este tipo, quedarán sometidos al código en el momento de su publicación oficial y se entenderá que manifiestan su adhesión.

El Código Ético será publicado en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, entrando en vigor en ese momento en ese momento.

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