Hacer Cakmak, la autora de la carta, con su esposo, el juez de lo penal detenido, Seyfullah Çakmak, con sus dos hijos minusválidos; Hacer ha quedado desvalida tras el arresto de su esposo.
La carta abierta de la esposa de un juez turco detenido tras el golpe de Estado impacta en las redes
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09/11/2016 12:29
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Actualizado: 07/11/2022 10:52
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Hacer Çakmak es esposa del juez de lo penal Seyfullah Çakmak, quien se encuentra entre los 3.650 magistrados y fiscales que fueron cesados, y muchos de ellos arrestados, tras el fallido golpe de Estado de Turquía, del pasado 15 de julio. El matrimonio tiene tres hijos, dos de ellos discapacitados.
Seyfullah Çakmak era juez de instrucción y estaba destinado en el Tribunal Supremo, según «Il Sole 24 Mondo». Trabajó para el Alto Consejo de Jueces y Fiscales (equivalente al Consejo General del Poder Judicial y al Consejo Fiscal nuestros, pero fusionado en uno) y jugó un papel central en la reforma judicial llevada a cabo en su país. Lleva detenido en el centro penitenciario de Kocaeli, en Esmirna, ciudad de la costa oeste turca, asomada al Mar Egeo, hace 105 días.
Hacer, su esposa, dirigió una carta al portal «Turkey Purge» (Purga turca), en el que se recoge la situación de los detenidos. En ella -escrita hace casi dos meses- cuenta que se ha quedado sola, sin medios, con sus dos hijos discapacitados, y una madre de 72 años que no puede casi caminar.
La mujer reivindica la inocencia de su marido detenido y su completa dedicación a su familia y a su trabajo.
Es una carta que está impactando en las redes por la tragedia humana que representa.
Este es el texto:
«Mi marido, Seyfullah Çakmak, quien fue detenido el 17/7/2016, lleva detenido en la prisión de Kocaeli 105 días y en régimen de aislamiento 45 días. Se le permite salir al aire libre a hacer deporte pero sin ver a otros presos.
Tenemos tres niños. Dos de ellos, que son discapacitados, necesitan nuestra ayuda para ayudarles a sobrevivir. Mi marido fue cesado, y yo soy ama de casa. No tengo ningún ingreso. Sólo tengo un coche para llevar a mis hijos discapacitados.
Con regularidad hemos ido al hospital durante 18 años durante nuestro matrimonio. Habíamos intentado la fertilización in vitro cinco veces para tener un bebé. La última vez tuvimos éxito y tuvimos gemelos, que desafortunadamente murieron nueve días después. La sexta tentativa también fracasó. Dí a luz una niña el 29/9/2007 en mi séptimo intento fertilización in vitro. Mi hija, Tugba tiene una enfermedad genética llamada «nonketotic hyperglycinemia». Tiene nueve años, y necesita nuestro total apoyo para vivir. No puede moverse, tiene que ser alimentada.
Di a luz a una niña sana el 23/03/2009. Su nombre es Tugçe Seher. En 2013, durante mi embarazo entre septiembre de 2013 y enero de 2014, tuve que quedarme en un hospital. Di a luz un niño con minusvalía. Su nombre es Ömer Seyfettin. Omer Seyfettin vino [a casa] el primer mes después de nacer. Durante este tiempo, permanecí en el hospital. Mi marido cuido de los niños solo. Mi marido siempre me ayudaba a cuidado de nuestros niños hasta que fue detenido. No puedo bañar a mi hija. ¿Puede alguien decirme qué debería hacer?
La familia Çakmak con sus dos hijos minusválidos, en instantáneas tomadas antes del 15 de julio pasado, cuando tuvo lugar el golpe de Estado en Turquía.
Mi marido dedicaba su vida a nosotros y a su trabajo. Cada año pasamos en el hospital entre 40 y 60 días, a los que hay que añadir entre otras 40 y 60 visitas. Mi marido es una persona muy trabajadora. También es un juez muy exitoso en la judicatura. Apreciado por sus colegas.
Mi marido fue detenido, acusado de ser miembro de una organización armada terrorista y de infligir el orden constitucional. Mi marido no tiene ninguna conexión con ninguna organización ilegal. Toda nuestra vida consiste en nuestra casa, el hospital, y nuestros niños. No hay ninguna prueba sobre el caso.
Él es un juez muy exitoso, un buen marido, y un maravilloso padre. No ha estado asignado a ningún tribunal especial. Ha hecho los mayores esfuerzos en su trabajo. Siempre ha seguido la regla constitucional, el principio judicial ético mientras trabajó. Nunca ha aceptado ninguna orden proveniente del interior de la judicatura ni tampoco del exterior. Por eso fue ha sido blanco, cesado y detenido.
Mi madre está enferma, tiene 72 años, y no puede andar. Mi padre, que tiene 79 años, cuida de mi madre. Mi suegra y mi suegro murieron. No hay nadie que pueda ayudarme a cuidar a mis niños.
La detención de mi marido no es sólo un castigo para él, también para nuestra familia. Nadie escucha nuestra voz. Los jueces y los fiscales están bajo intensa presión para ser identificados como miembros de FETO. Por lo tanto, no pueden hacer su trabajo basándose en legales evidencias. Dicen, “lo lamentamos, no podemos hacer nada”.
Aunque no ha sido castigado disciplinariamente, está encerrado en una celda. Ha estado allí solo durante 37 días.
Estoy tan desesperada, con dos niños minusválidos, y no sé lo que debería hacer. Amablemente solicito su ayuda para llamar su atención a una detención ilegal.
Hacer Cakmak «
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