Ya hay tres candidatos fijos para cuatro puestos de magistrados del Constitucional, pero queda una incógnita
Tres de los cuatro candidatos favoritos que tienen grandes posibilidades de convertirse en los nuevos magistrados del Constitucional: María Luisa Balaguer, Alfredo Montoya y Ricardo Enríquez.

Ya hay tres candidatos fijos para cuatro puestos de magistrados del Constitucional, pero queda una incógnita

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24/1/2017 05:59
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Actualizado: 24/1/2017 01:54
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Son María Luisa Balaguer Callejón, de 66 años, catedrática de Derecho Constitucional de la Universidad de Málaga, Alfredo Montoya Melgar, de 79 años, catedrático emérito de Derecho del Trabajo de la Universidad Complutense y Ricardo Enríquez Sancho, de 71 años. Queda todavía por dilucidar quién será la cuarta persona elegida que, según el viejo sistema, le correspondería al PSOE.

Si Ciudadanos entrara en las negociaciones, podría ser un candidato de consenso PSOE-Ciudadanos-PP. Está por ver que el PSOE de su brazo a torcer y que la formación naranja siga este juego.

Candidatos que cumplen esas condiciones haylos.

En total son cuatro puestos los que tienen que renovarse y cuya elección le corresponde al Senado a propuesta de las Comunidades Autónomas.

Son los del actual presidente y vicepresidenta, Francisco Pérez de los Cobos y Adela Asúa, así como Ricardo Enríquez, que en 2014 vino a sustituir a Francisco Hernando, fallecido en noviembre de 2013, y el de Luis Ignacio Ortega, éste en abril de 2015.

El PSOE, según ha podido saber Confilegal, ya ha apostado de un modo decidido por María Luisa Balaguer. De hecho, el Grupo Socialista en el Parlamento andaluz, la ha propuesto como su candidata.

Balaguer es miembro del Consejo Consultivo de Andalucía, doctora en Derecho por la Universidad de Granada y catedrática de de Derecho Constitucional, adscrita al Departamento de Derecho del Estado y Sociología de la Universidad de Málaga desde 1999. Entre 1977 y 2003 fue abogada en ejercicio en Málaga.

El PP va a apoyar con decisión a Alfredo Montoya Melgar, maestro de laboralistas, por recomendación del actual presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, con el que comparte especialidad y con el que sirvió como experto en el Consejo Económico y Social hasta 1996. Ambos han prodigado sus colaboraciones en numerosas obras colectivas.

Montoya Melgar es uno de los grandes «popes» de la esa jurisdicción; lo ha hecho todo, lo ha sido todo y está en poder de las más altas distinciones y premios.

Pérez de los Cobos, al parecer, considera vital la entrada de Montoya Melgar, a pesar de su avanzada edad, para equilibrar, desde el lado conservador, la influencia de Fernando Valdés, magistrado progresista del Constitucional.

A Montoya Melgar le va a proponer el Parlamento valenciano y otros parlamentos más.

Por otra parte, quien parece que finalmente sí va a continuar, según fuentes del PP, es Ricardo Enríquez Sancho, un candidato «seguro y solvente», que en 2014 vino a sustituir a Francisco Hernando, fallecido en noviembre de 2013. No lo ha hecho nada mal.

El 17 de marzo de este año se cumplirán tres años de su mandato, fecha a partir de la cual la ley le impediría continuar. Pero todo parece indicar que la elección se llevará a cabo antes de ese mes. La fecha límite para la presentación de candidaturas es el 10 de febrero.

Enríquez, que vendría a ocupar parte del cupo del grupo conservador, fue magistrado de la  Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo entre 1991 y 2014; 23 años. Accedió por oposición en 1972. Formó parte de la Sala del 61 del Supremo que en 2007 anuló las 133 listas electorales de Acción Nacionalista Vasca, partido vinculado a ETA.

¿Quién será el cuarto?

Falta por ver quién será el cuarto elegido y, muy importante, si Ciudadanos entrará en el juego de la elección. Se especula con que el cuarto podría ser el producto de un consenso a tres bandas entre Ciudadanos, PSOE y PP.

Si fuera así, uno de los candidatos que podrían encajar en ese perfil sería el expresidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, José Manuel Sieira, que ha sido propuesto por el Grupo Popular en el Parlamento Gallego. Sieira, gallego de nacimiento, está muy bien visto por los populares y los socialistas. Su único mandato al frente de la Sala fue brillante, a tenor de los resultados obtenidos; el magistrado es un hombre de Estado.

Por esa razón podría encajar como un guante en la visión de la formación naranja.

Otro magistrado que podría ser aceptable para los hombres de Albert Rivera sería el actual vicepresidente del Tribunal Supremo, Ángel Juanes, por el que el presidente Carlos Lesmes está tratando de poner una pica en Flandes. Lesmes y Rivera, al parecer, se vieron recientemente.

Con la opción elegida por el PP quedarían descartados tanto Manuel Pulido Quecedo, quien fue letrado mayor-secretario general de los Servicios Jurídicos del Parlamento Navarro, propuesto por UPN, como los vocales del CGPJ, Gerardo Martínez Tristán -a quien apoya María Dolores de Cospedal-, Rafael Fernández Valverde, su compañera sentimental, la catedrática de Derecho Administrativo y magistrada sustituta en el Tribunal Europea de Derechos Humanos, Blanca Lozano, el jurista y exdiputado por el PP, Ignacio Astarloa y la exfiscal general del Estado, Consuelo Madrigal

¿Y qué pasaría si no hubiera candidato de consenso?

En ese sentido, el PSOE tendría que elegir entre varios de sus candidatos: desde el catedrático de Derecho Constitucional de las Islas Baleares, Joan Oliver Araujo, propuesto por el Grupo Socialista de ese Parlamento, pasando por el también catedrático de la Universidad Carlos III, de Madrid, Víctor Moreno Catena, el exvocal del CGPJ -propuesto por el Parlamento de Aragón- Félix Azón, la también magistrada, Teresa Conde-Pumpido, que obtuvo el respaldo del grupo socialista en el Parlamento gallego, o su primo, el magistrado del Tribunal Supremo y exfiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido. 

Pero eso significaría que se habría fracasado en la negociación.

 

 

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