Escuela Europea de Negocios y sus alumnos de Chile alcanzan un acuerdo de mediación
Arturo Ortiz, reconocido mediador español.

Escuela Europea de Negocios y sus alumnos de Chile alcanzan un acuerdo de mediación

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27/1/2017 05:58
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Actualizado: 27/1/2017 07:55
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La Escuela de Europea de Negocios Internacional, alcanza un acuerdo a través de un proceso de mediación con los alumnos de sus dos centros Franquiciados de Chile, representados en España por el letrado del ICAM de nacionalidad chilena Gerald de Saint-Pierre.

Dicho acuerdo permite que los alumnos terminen sus estudios y obtengan sus títulos, en vez de verse envueltos en largos y complicados procesos judiciales.

El procedimiento de mediación fue encargado a AOH Mediadores, quién designo a Arturo Ortiz, reconocido mediador español, que ya contaba experiencia en mediaciones de estas características. De esta manera Escuela Europea reforzaba su imagen reputacional como empresa solvente en el ámbito educativo, garantizando los estudios y obtención de los títulos, a pesar de las dificultades que pudieran sufrir sus delegaciones o centros franquiciados. El procedimiento de mediación es un novedoso en España, que por desconocimiento, pocas empresas y despachos de abogados utilizan o recomiendan.

Tanto Escuela Europea de Negocios, que tras el proceso recomienda a sus alumnos futuros directivos de empresas la utilización métodos alternativos de resolución de conflictos a la vía judicial, como De Saint-Pierre Abogados han podido experimentar la eficacia del procedimiento de mediación que, según los expertos, está a la vanguardia de la resolución alternativa de conflictos apostando por este método extrajudicial. Dicha mediación se resolvió en una semana, según confirmaron a CONFILEGAL desde la propia entidad docente.

Para el propio Arturo Ortiz “esta mediación es un ejemplo de lo que será en el futuro una práctica habitual, las empresas y los particulares en muchos asuntos optarán por acudir a un procedimiento de mediación antes de intentar la vía judicial. Las ventajas para ambos han sido indudables las acciones judiciales hubieron sido complejas para los alumnos, por todos los inconvenientes de litigar fuera del país y además los dilatados plazos para resolución, pues las cuantías de las reclamaciones hubieran permitido interponer un recurso de casación que la titular de la franquicia hubiera podido costear”.

A juicio de este experimentado mediador “los alumnos también se dieron cuenta que con un acuerdo de mediación todos podrían satisfacer de mejor manera sus intereses y he de comentar que los alumnos satisficieron de mejor forma sus intereses de lo que hubieran obtenido en un juzgado. Igualmente la franquicia hubiera visto fuertemente dañada su imagen de marca por la publicidad que para el proceso hubiera supuesto una amplio número de afectados”.

Ortiz recuerda que “el tema me llegó con los afectados al borde ya de poner su demanda judicial con los equipos jurídicos preparados y las demandas casi redactadas, como siempre en estos temas igual que me paso en el de la cooperativa de afectados, el problema es identificar grupos de intereses comunes, lo que pueden ganar y perder en cada uno de los escenarios que se les plantearon y que ventajas y que inconvenientes tienen de aceptar o no un acuerdo”.

Desde su punto de vista, “lo segundo también es permitir que las partes hablen y se escuchen mutuamente si es posible de forma directa y sin los filtros que terceros o la interpretación que estos hacen tras subsumir los hechos en sus estrategias procesales en el caso de letrados o intereses de los representantes, que también hay que interpretar. No hay que olvidar que este tipo de demandas generan amplios ingresos a los despachos y como tales también tienen intereses en el procedimiento”.

Nuestro interlocutor recuerda que “cómo el paso de una negociación enquistada, al borde ya de la presentación de una demanda judicial, a un acuerdo beneficioso para ambas partes, se logró principalmente, por el matiz diferencial que la neutralidad del mediador da a la negociación, más allá de la negociación de los letrados centrado exclusivamente en las posiciones de su cliente”.

Arturo Ortiz apunta además que “como decía uno de mis maestros Muñoz Campos en la escuela de práctica jurídica, desde la ventana podemos ver los arboles de la acera de enfrente y los coches aparcados pero no los que tenemos justo debajo de nuestra ventana. Esa visión desde el centro de la calle que aporta el mediador es la que en la mayoría de los casos la mediación consiga acuerdos”. En su opinión, las partes desconocían el procedimiento pero han salido muy satisfechas y más beneficiadas si la solución se hubiera aportado desde el proceso judicial ordinario”.

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