Manuela Fernández Prado, Fermín Echarri Casi y Concepción Espejel Jorquera son los tres mejor posicionados de los seis candidatos.
4 mujeres y 2 hombres aspiran a suceder a Grande-Marlaska en la Presidencia de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional
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08/5/2017 04:59
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Actualizado: 08/5/2017 09:34
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Son 4 mujeres y 2 hombres los que han dado un paso al frente y han presentado su candidatura para suceder a Fernando Grande-Marlaska al frente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional durante los próximos 5 años.
Las mujeres son Manuela Fernández Prado, 58 años, 381 en el escalafón y 33 años de antigüedad en la carrera judicial; Concepción Espejel Jorquera, 57 años, puesto 285 en el escalafón, y 34 años de rodaje como juez y magistrada; Teresa Palacios Criado, de 57 años, 338 en el escalafón y 35 años en la magistratura; y Carmen Lamela Díaz, de 56 años también, 567 en el escalafón, y 31 años como juez y magistrado, titular, en estos momentos, del Juzgado Central 3 de Instrucción de la Audiencia Nacional.
Los hombres son Fermín Javier Echarri Casi, 57 años, 2925 en el escalafón y una antigüedad de 12 años y tres meses como magistrado; y Juan Pablo González, 56 años, 1368 en el escalafón y 27 años de antigüedad en la carrera judicial.
A todos les tocará explicar el próximo martes, ante la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en funciones de Comisión de Calificación, quiénes son, que han hecho y que harían si fueran elegidos para esa responsabilidad que Grande-Marlaska ha venido ostentando durante los últimos cinco años.
Grande-Marlaska, por una parte, pasará a formar parte de la Comisión Permanente a partir del próximo 1 de junio, y, por otra, no podía renovar en el cargo, por su condición de vocal del CGPJ.
Los aspirantes tendrán diez minutos para persuadir a los 8 miembros de la Permanente -y cualquier otro vocal que desee unirse al acto-.
El primero en comparecer será «el hombre» de Grande-Marlaska, a quien el magistrado ha dado su apoyo para sucederle.
Su «hereu», que dirían los catalanes.
Fermín Echarri
Echarri no es un «pata negra», que es como llaman dentro de la carrera judicial a los magistrados que han accedido por oposición, tras poner codos durante una media de cuatro años y medio.
El primer aspirante fue secretario judicial y accedió a la magistratura a través del llamado cuarto turno. Es un concurso-oposición entre juristas de reconocida competencia con más de 10 años de experiencia profesional.
Este magistrado no tiene su destino en la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, a donde llegó en julio de 2014, sino en el Juzgado de Instrucción 52 de Plaza de Castilla. En estos momentos se encuentra en lo que se denomina comisión de servicio.
Fue el juez que en 2011 instruyó la muerte del cantaor Enrique Morente, que falleció en la madrileña Clínica de la Luz tras someterse a una operación por cáncer de esófago.
Actualmente está destinado en la Sección Tercera de dicha Sala, que preside Alfonso Guevara.
Echarri está considerado un jurista sólido, competente y trabajador, pero adolece de falta de la experiencia gubernativa que se precisa para el cargo.
Aunque también es cierto que Grande-Marlaska la tenía cuando fue elegido para ese cometido por los anteriores órganos de gobierno de los jueces.
Gómez Bermúdez, su antecesor, por el contrario, sí la tenía. Había sido juez decano de los Juzgados de Almería.
Echarri, que se lleva bien con todos, depende enteramente del empuje de Grande-Marlaska y de los apoyos que éste pueda concitar entre sus compañeros vocales conservadores; no está afiliado a ninguna asociación judicial.
Concepción Espejel
A continuación comparecerá Concepción Espejel, presidenta de la Sección Segunda de la Sala de lo Penal, que ha movido todos los hilos que se pueden mover en la casa de enfrente, donde tiene su sede el CGPJ.
La exvocal del Consejo y expresidenta de la Audiencia Provincial de Guadalajara va a por todas.
Lo quiere y lo desea.
Espejel cuenta con el apoyo de tres incondicionales conservadores: Gerardo Martínez-Tristán, que ya está haciéndose a la idea de que el 1 de junio tiene que volver a poner sentencias, esta vez en la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional -Grande-Marlaska ocupa su lugar en la Comisión Permanente-, Wenceslao Olea, el presidente de la Disciplinaria, y Carmen Llombart.
Espejel, que es miembro de la Asociación Profesional de la Magistratura, tiene un gran handicap y una gran ventaja. Un handicap doble.
Por una parte, su personalidad ha polarizado a sus compañeros de Sala. La mitad están enfrentados a ella. Por otra, su cercanía a María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP y ministra de Defensa.
La gran ventaja es que posee una experiencia gubernativa fuera de toda duda pues fue presidenta de la Audiencia Provincial de Guadalajara. También cuenta con una baza «secreta»: en su momento prestó un apoyo personal sin fisuras a Lesmes, cuando era un mero candidato al puesto que ocupa en estos momentos.
Manuela Fernández de Prado
«Nela» Fernández, es la apuesta del ala progresista del CGPJ, cuyo pleno del 25 de mayo posiblemente tome la decisión final. Es la más antigua de todos los aspirantes en la Audiencia Nacional, donde lleva 24 años como magistrada.
«Desde los años del plomo», recuerdan algunos de sus compañeros de Sección.
Fernández ha presidido y ha formado parte de innumerables tribunales contra terroristas, mafiosos y criminales juzgados en la Audiencia Nacional.
Presidió en 2006 el juicio que juzgó y condenó a los asesinos de Miguel Angel Blanco, Francisco Javier García Gaztelu «Txapote» e Irantzu Gallastegi «Amaia», fue ponente del caso Lasa y Zabala, por el que fue condenado el general Enrique Rodríguez Galindo, jefe de la lucha antiterrorista en el País Vasco, y formó parte del tribunal que condenó a los secuestradores del funcionario de prisiones, José Ortega Lara.
Fernández es miembro de Jueces para la Democracia, pero es de los de perfil bajo. De los que no van a los sitios, aunque tiene las ideas muy claras.
Su amistad con sus compañeros progresistas de la Sección Primera de esa Sala, Ramón Sáez Valcárcel y Javier Martínez Lázaro, ambos exvocales del CGPJ, es de las eternas. Pero también se lleva muy bien con el resto, incluyendo el que hasta ahora ha sido su presidente de Sala y de Sección, Grande-Marlaska.
«Por mérito y capacidad es la candidata ideal», explican sus colegas. «Trabaja bien, dicta buenas sentencias, tiene un criteiro independiente y es apreciada por todos en la Sala», añade.
González, Lamela y Palacios
Juan Pablo González, igual que Echarri, está en comisión de servicio en la Nacional. Tiene su destino en la Audiencia Provincial de Madrid; ha sido vocal del CGPJ y juez de enlace de España en París. Tiene una probada experiencia gubernativa, pues fue decano de los Juzgados de Bilbao, también en «los años del plomo», y es miembro de la APM.
Lamela, por su parte, tiene un perfil muy similar a «Nela» Fernández. Es una buena jurista, trabajadora y discreta.
A diferencia de ella, no pertenece a ninguna asociación, pero su paso por el Ministerio de Justicia, como asesora en el mandato de Francisco Caamaño, y bajo la dirección de su amigo José de la Mata -titular del Central 5 de Instrucción-, le han dejado una etiqueta que la persigue allá donde va.
Teresa Palacios, por su parte, es la segunda más antigua de las aspirantes en ese órgano judicial.
Lleva 20 años sirviendo en la Audiencia Nacional. Primero fue como juez central de instrucción, en el 3, precisamente el que ocupa Lamela actualmente; fue la primera mujer en ocupar un puesto índole en la Audiencia.
Desde esa responsabilidad instruyó los casos Banesto, Torras, Gescartera y el caso Santander, que terminó con la imputación de Botín por las cesiones de crédito.
En 2007, Palacios se pasó a la Sala de lo Penal, donde está destinada en la Sección Cuarta, que preside Ángela Murillo.
En 2012 le disputó a Grande-Marlaska este mismo puesto. Sin éxito.
Lesmes tiene la última palabra
El bloque «progresista» tiene claro su apoyo a Nela Fernández. Todo depende de la conjunción de fuerzas del grupo conservador, que cuenta con 11 votos, y, en especial de la posición que acdoptará el presidente de la institución, Carlos Lesmes.
De acuerdo con nuestras fuentes, Lesmes, hasta ahora, se ha puesto de perfil ante todos los candidatos, incluida Espejel, la más activa y pujante.
De lo que haga Lesmes dependerá la elección de uno o de otro. Porque él posee el «silbato del poder». Y si pita por uno, sus piezas se pondrán en formación en apoyo del elegido de forma automática.
La magistrada Carmen Lamela, la primera por la izquierda, en una instantanea anterior a su actual destino, en el Central 3 de Instrucción, cuando formaba parte de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.
Teresa Palacios felicitando a Grande-Marlaska en 2012, en el acto en el que tomó posesión como presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Carlos Berbell.
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