Benjamin Waxman, abogado de Pablo Ibar, ultima la estrategia de cara al nuevo juicio en marzo
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Menos de seis meses para la gran cita que le espera a Pablo Ibar con un nuevo juicio que reabre el asunto que desde 1994 le mantiene en prisión. Será un proceso público, abierto, con la presencia de público y de medios de comunicación y una nueva jueza. CONFILEGAL ha podido charlar con Benjamin Waxman, abogado que lidera su defensa, tras su viaje por España esta semana acompañado por Andres Krakenberger, presidente de la Asociación Pablo Ibar contra la pena de muerte.
Benjamin Waxman es natural de Milwaukee, Wisconsin, EE.UU, donde nació un el 13 de diciembre de 1955 y estudió derecho en las Universidades de Minnesota y Florida, doctorándose cum laude en Jurisprudencia en la Universidad de Florida en 1983.
Es abogado especializado en apelaciones penales en Colorado a partir de 1983 y en Florida a partir de 1984. Desde entonces también ha realizado apelaciones en los Tribunales Federales de apelación e incluso ante la Corte Suprema de los Estados Unidos
Tiene en su haber varias apelaciones que sentaron jurisprudencia y desde 2006 a 2016 se encargó de todo el proceso apelatorio del caso de Pablo Ibar, desembocando en la decisión del Tribunal Supremo de Florida del pasado 4 de febrero de 2016, por el que se anulaba la condena a muerte de Ibar y se ordenaba la repetición de su juicio.
En la actualidad, entre otros casos, se ocupa de coordinar el equipo de cuatro abogados creado para la defensa de Ibar en la repetición de su juicio, cuyo comienzo está previsto para el 5 de marzo de 2018. Pablo lleva 23 años encarcelado, más de diez en el corredor de la muerte, estancia en EEUU de los condenados a muerte. La repetición de su juicio abre camino a la esperanza.
¿Cuál es el motivo de su viaje a nuestro país?
Hemos estado conversando con todo tipo de gente que apoya a Pablo Ibar. Nos hemos entrevistado con el presidente del País Vasco, Iñigo Urkullu o la presidenta del Parlamento Vasco Bakartxo Tejeria.
También hemos conversado con dirigentes de Amnistía Internacional y una serie de senadores para explicarles la situación del caso en estos momentos . A todos les hemos agradecido el apoyo que han dado tanto a Pablo como a su familia en todos estos años.
Aprovechamos también para participar en una conferencia que sobre la pena de muerte tuvo lugar en el País Vasco, junto con otros ponentes. Hemos estado reunidos con el Colegio de Procuradores de Madrid. Creo que ha sido un viaje productivo.
¿Se ha encontrado usted con un caso judicial similar al de Pablo Ibar en toda su carrera profesional?
No. Es un caso único para mí , Carece de precedentes ni en el condado de Broward ni en la propia Florida se ha conocido un asunto de estas características hasta la fecha.
¿Cómo se encuentra Pablo de ánimos en estos momentos?
Pablo es un hombre fuerte. Tiene pleno conocimiento de lo que nos jugamos en este nuevo juicio. Nos reunimos con él una vez por semana y discutimos todos y cada uno de los detalles del procedimiento con él.
Es lógico que en algunas ocasiones se ponga nervioso. Lleva veintitrés años encarcelado y aun así sigue animado pese a lo que ha pasado. Tanto el como su familia tienen la esperanza que este nuevo proceso culmine con su libre absolución.
¿Es bueno que haya nuevo juez ahora que se repite el juicio de nuevo?
Es una buena noticia, en la medida que se trata de una jueza de una división de jueces que se especializan en casos más largos y complicados. También por eso ha marcado una programación de cosas que tienen que ocurrir antes que empiece el juicio. Esperamos que en la práctica se traduzca todo esto en una mayor agilidad en el procedimiento y en su inicio en la fecha prevista.
Hasta ese 5 de marzo, fecha de inicio del nuevo juicio a Pablo Ibar, ¿Qué es lo que va a pasar?
Estamos ocupados con la preparación del juicio. Hay una serie de declaraciones juradas que hay que tomar, también testigos. Al mismo tiempo presentaremos algunas mociones que pondrán objeciones a determinados testigos y determinadas pruebas que el Estado va a presentar.
Al mismo tiempo, estaremos administrando una serie de cuestionarios dirigidos a potenciales miembros del jurado. Hay mucho trabajo por delante, sin duda.
¿Teme que la otra parte intente retrasar el juicio por algún motivo?
Ciertamente es posible. Pero a día del último jueves que hubo reunión de seguimiento parece ser que está todo más o menos alineado, incluso por la otra parte de cara a empezar el 5 de marzo.
¿Cuál es el principal argumento que ustedes su defensa van a esgrimir para que Pablo Ibar quede libre?
Sencillamente es inocente. No estuvo en el lugar del crimen cuando se produjeron los asesinatos.
Y que dice la acusación al respecto, Pablo ya lleva 23 años en la cárcel…
Ellos se basan en el vídeo que se tomó en los asesinatos. La cara que sale ahí tiene cierto parecido con la de Pablo. Hay un testigo que afirma a Pablo haberle visto junto con el otro acusado en un coche tras los asesinatos.
Hubo otros testigos que afirmaron haber visto a Pablo y al otro acusado, antes y después de los asesinatos.
Y ahora, lo último es que hay una mota muy pequeña de ADN que han encontrado en na camiseta que dice que es la que llevaba el perpetrados en la cabeza en el momento del crimen. Parece que tiene una coincidencia parcial con el Adn de Pablo.
Pablo es un hombre fuerte. Tiene pleno conocimiento de lo que nos jugamos en este nuevo juicio. Nos reunimos con él una vez por semana
¿Esos argumentos son refutables desde la defensa?
Creemos que sí. Para eso llevamos trabajando duro tantos meses.
Desde fuera da la sensación que será un juicio largo…
Creemos que sí. Estamos convencidos que tendrá una duración de tres meses por lo menos. Con anterioridad, se tardará un mes en elegir el jurado y puede que dos meses de presentar todos los testigos.
En un asunto de este tipo, se percibe que cualquier detalle puede ser muy importante a la hora que Pablo quede libre definitivamente…
Es cierto y puede parecer injusto. Porque al final van a ser los detalles y la actuación del jurado los que tienen el destino de Pablo en sus manos. Esperemos que los jurados no se equivoquen en su decisión.
Otro dato interesante es que Florida tiene más exoneraciones en el llamado corredor de la muerte que en cualquier Estado norteamericano. Desde principio de los años setenta ha habido 27 casos de exoneraciones.
En el caso que Pablo fuera condenado, ¿Hay ya una estrategia pensada?
Pediríamos otra apelación al Tribunal supremo de Florida. Y en el caso que esa primera denegada, habría mociones postcondenatorias básicamente lo mismo que ha pasado ahora, cuando anulamos la condena a muerte de febrero del año pasado.
De alguna forma, hemos vuelto al año 1994. La otra parte, pese a los 23 años que Pablo lleva encarcelado no ha querido llegar a ningún acuerdo con nosotros. Siguen queriendo la pena de muerte. Ese es el motivo por el que repiten el juicio.
¿Cómo será el veredicto, en suma?
En cuanto al juicio hay una primera fase donde se determina que es culpable o no culpable. En el caso que se determine que es culpable hay una segunda fase de determinación de la sentencia.
Para la decisión de culpable o no culpable debe ser una decisión unánime de los doce miembros del jurado.
Y para la sentencia, anteriormente en Florida bastaba con mayoría simple del jurado, pero tras una serie de anulaciones por parte de los Tribunales del Supremo de Florida y el de los Estados Unidos, la situación es ahora es que tiene que ser un veredicto unánime.
En el caso que se le declare libre, ¿la otra parte puede apelar el veredicto?
No, no puede. Es la garantía constitucional para no caer en el principio de non bis in ídem que evita que se pueda reabrir el proceso si no es por una causa excepcional.
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