El Rey, el Gobierno, los líderes de la oposición y la cúpula judicial y fiscal despidieron al fiscal general del Estado José Manuel Maza

El Rey Felipe VI, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hasta media docena de ministros, entre los que se encontraba el de Justicia, Rafael Catalá, así como altas personalidades de la política y de la cúpula judicial y fiscal acudieron ayer martes a la capilla ardiente para despedir al fiscal general del Estado José Manuel Maza, fallecido el sábado en Buenos Aires (Argentina) de una súbita infección renal cuando acudía a un congreso internacional.

Los restos de José Manuel Maza llegaron al aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas en torno a las 05.00 horas de la madrugada, en el mismo avión en el que viajaba su hijo, José, que voló a Buenos Aires a hacerse cargo de todos los aspectos legales para repatriarlo.

Después fueron trasladados hasta la sede de la Fiscalía General del Estado, donde se alojó la capilla ardiente desde las 9.00 horas hasta las 18.00 horas.

A su llegada a la sede de la Fiscalía, varios miembros de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, con uniforme de gala, llevaron en hombros el féretro.

Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil llevaron en hombros el féretro. FGE.

Allí se encontraban esperando sus familiares; el ministro de Justicia, Rafael Catalá; el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes; el teniente Fiscal del Tribunal Supremo, Luis Navajas -que ha asumido el cargo de fiscal general en funciones-; , y fiscales de Sala del Tribunal Supremo, y de las Unidades de la Fiscalía General del Estado.

El último homenaje a Maza será este jueves 23 de noviembre, a las 20.15 horas, cuando se celebre el funeral en la Iglesia de Santa Bárbara de Madrid.

El rey Felipe VI permaneció junto a los familiares del magistrado cerca de media hora.

Minutos antes se marchó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien destacó, al abandonar la capilla ardiente, que José Manuel Maza fue una persona «recta, justa, equilibrada, sensata», además de «conocedor de la realidad en la que se movía».

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, conversando con el teniente fiscal del Supremo -y fiscal general en funciones- Luis Navajas, a la izquierda, y el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José Rivas, a la derecha; detrás de Rajoy, Carlos Lesmes, presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo. FGE.

BUEN JURISTA Y AL SERVICIO DEL ESTADO

También le quisieron rendir homenaje la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; y los ministros Alfonso Dastis (Exteriores); Cristóbal Montoro (Hacienda), Juan Ignacio Zoido (Interior); Fátima Báñez (Empleo y Seguridad Social); y María Dolores de Cospedal (Defensa).

Esta última mostró su pesar por la pérdida de un «gran servidor publico y un gran patriota» y apuntó que aplicó la máxima de que «la ley tiene que ser igual para todos y estar por encima de todo».

Asimismo, se acercaron altas personalidades de la esfera política como el presidente del Senado, Pío García-Escudero; la presidenta del Congreso, Ana Pastor; la exvicepresidenta del Gobierno socialista, María Teresa Fernández de la Vega; la diputada y portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Margarita Robles -quien fue compañera de Maza en el alto tribunal-; el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando; y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, reivindicó, a su salida de la capilla ardiente, la figura de Maza, pese a las «discrepancias» que hayan podido existir, como líder de la oposición que es, y recalcó que era «una persona que sirvió al Estado».

Por su parte, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, afirmó que el fiscal general del Estado era «un buen jurista» y agradeció «su trabajo por el Estado y por España».

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, firmando en el libro de condolencias. FGE.

Albert Rivera, líder de Ciudadanos, también quiso expresar su agradecimiento por escrito al fiscal general del Estado fallecido. FGE.

Igualmente pasaron por la capilla ardiente la práctica totalidad de la cúpula judicial y fiscal, como magistrados del Tribunal Supremo, del que Maza formaba parte, como su amigo y presidente de la Sala de lo Penal, Manuel Marchena, y su compañero, Antonio del Moral, así como el vicepresidente del alto tribunal, Ángel Juanes; vocales del CGPJ, como Fernando Grande-Marlaska; y los exfiscales generales del Estado Eduardo Torres Dulce, Cándido Conde-Pumpido -hoy magistrado del Tribunal Constitucional- y Consuelo Madrigal.

También acudieron el exfiscal jefe de la Audiencia Nacional y fiscal del Tribunal Supremo, Javier Zaragoza, que coordina los asuntos de terrorismo yihadista en el  Tribunal Supremo; el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Jesús Alonso, y su segundo de a bordo, el teniente fiscal, Miguel Ángel Carballo; el exjuez instructor de este mismo órgano judicial Pablo Ruz, así como juristas, amigos personales del fallecido, como Adolfo Prego y el que fuera fiscal Anticorrupción, Manuel Moix, han querido igualmente decir un último adiós a Maza.

Cándido Conde-Pumpido, magistrado del Tribunal Constitucional y compañero de Maza en el Supremo, también quiso expresar su pesar por escrito. FGE.

CORONA DE FLORES

En la sala habilitada para aquellas personas que quisieron presentar sus respetos a los familiares se colcoaron un par de libros donde han escrito sus condolencias.

Esta estancia también ha concentrado una treintena de coronas de flores con dedicatorias, entre ellas la de sus compañeros de Sala del Tribunal Supremo; los del máster que realizó en la Universidad Complutense de Madrid y otras de instituciones como la Audiencia Nacional; Tribunal Constitucional; la Universidad Cardenal Cisneros.

Sus amigos de la Peña atlética «Bendita locura», expresaron su mensaje en una corona, además de presentarse en grupo para darle el último adiós,  o «Tus fiscales», indicaba la de la Fiscalía de Barcelona.

El fiscal general del Estado se encontraba desde el pasado 14 de noviembre en Argentina, donde participaba en la Asamblea Iberoamericana de Ministerios Públicos, y allí tuvo que ser ingresado tras sentirse indispuesto.

Un día después su situación empeoró y se produjo su fallecimiento por una infección generalizada. EP.