La pareja de Díaz Moñux sólo vio las siluetas de los sicarios que le quitaron la vida de dos balazos
Ficha de Interpol de Tania Varela; estaba entre los 52 más buscados; estuvo 4 años fugada, viviendo en Vilanova y la Geltrú, Barcelona. Interpol.

La pareja de Díaz Moñux sólo vio las siluetas de los sicarios que le quitaron la vida de dos balazos

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18/4/2018 13:42
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Actualizado: 18/4/2018 13:45
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Tania Varela, pareja del abogado asesinado de dos tiros en la cabeza, Alfonso Díaz Moñux, sólo vio dos siluetas de hombres tras escuchar los disparos mientras se hallaba en el Mercedes que conducía el hombre. No pudo, por lo tanto, identificar a los sicarios que acabaron con la vida de Díaz Moñux en torno a las 21.30 horas del 18 de diciembre de 2008, en la rampa del garaje de su casa, en Madrid.

Así lo ha declarado ante los 9 miembros del jurado popular en el juicio contra Miguel Ángel Durán Abad, acusado de supuestamente haber sido uno de los autores de los disparos, quien fue detenido en Brasil el pasado otoño, país en el que se hallaba huido.

Su declaración había levantado una gran expectación entre las partes porque ella fue la único testigo directo del caso. En sus primeras declaraciones ante la Policía, manifestó que parecían colombianos, afirmación de la que hoy se ha retractado.

En su declaración, Varela ha manifestado que en el momento de los disparos se había agachado a coger unas llaves, y que escuchó dos o tres golpes.

«Me reincorporé y ya no me contestó. Sólo vi dos siluetas de hombres en el paso de peatones», ha manifestado, insistiendo en que entonces no pudo declarar que eran colombianos porque es algo que no sabía.

Al ser preguntada sobre si su huida tiene que ver por su miedo sobre este caso, ha afirmado que el dinero que ahorró se lo quedó el hermano de su pareja.

«Junto a su fallecimiento y el miedo que tenía, me llevó a esta situación horrorosa. Me dijo si me pasa algo vete, igual que me dijo que él intentaría proteger la vida de sus hijas», ha contado.

Su testimonio, en este sentido, ha resultado en un fiasco. No ha podido identificar a Durán Abad como el sicario que disparó contra su pareja.

Varela, abogada como Díaz Moñux, compareció esposada ante el tribunal.

Actualmente se encuentra cumpliendo condena por un delito de narcotráfico en una prisión de Barcelona desde el pasado 27 de marzo, cuando los Mossos d’Esquadra la arrestaron en la localidad de Vilanova i la Geltrú, de esa misma provincia.

Hasta ese momento y desde 2014 -cuatro años- Varela había huido tras haber sido condenada por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional a 7 años de cárcel por los delitos de blanqueo de capitales y contra la salud pública -un alijo de más de dos toneladas incautado en Corme, A Coruña, en 2006.

Hasta su detención, formaba parte de los 52 fugitivos más buscados por la Europol.

Uno de los agentes que llevó las pesquisas manifestó en su declaración que el letrado fallecido siempre sospechó de que David Pérez Lago, hijastro de Laureano Oubiña, que cumple actualmente prisión, quería acabar con su vida.

Díaz Moñux defendió tanto a Varela como a Pérez Lago por el alijo de cocaína en un desembarco.

En 2007, dejó de defender a éste e inició una relación sentimental con la ahora detenida, quien había sido pareja sentimental del primero.

Se trata del tercer juicio que se celebra por la muerte del abogado. El primero se anuló por fallos en las conclusiones del Jurado Popular, mientras que el segundo se celebró con Durán en rebeldía.

Todos los procesados fueron condenados por asesinato.

Miguel Ángel Durán Abad se ganaba la vida en Brasil como vigilante jurado y como luchador del «vale tudo», una disciplina de lucha que, como su nombre indica, permite todo tipo de golpes.

SE AGACHÓ PARA COGER LAS LLAVES

Varela ha relatado que su pareja llevaba asuntos delicados y tenía muchos frentes abiertos. También ha indicado que el letrado podía sospechar de las amenazas que recibía de David Pérez Lago al igual que de otras personas.

Respecto a Pérez Lago, sí ha reconocido que tenían asuntos que les enfrentaba que estaban al margen de ella.

«A día de hoy yo no sé nada de aquello. Todavía no digiero esos hechos. Estuve en estado de shock», ha subrayado ante las preguntas del fiscal, que ha hecho constar a la Sala de que su declaración no es la misma que efectuó cuando se produjeron los hechos.

Parapetada en que los hechos le provocaron un estado de shock, ha insistido en que su declaración pudo no ajustarse a la realidad por la influencia de la situación que estaba viviendo.

La letrada ha relatado al tribunal que el pasado 6 de abril un abogado que no conocía se entrevistó con ella en la cárcel barcelonesa en la que cumple prisión, afirmando que era el letrado de Durán.

«Llevaba un volante que ponía que yo le había pedido y no era así. Me dijo que el padre y el hermano de Durán habían sido condenados por esto y que yo había dicho que las vigilancias las hacían unos colombianos. Yo no conocía a Durán ni a esta persona. Le dije que se fuera» , ha indicado.  EP.

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