Abogados del turno de oficio, ALTODO y el ICAM amparan a una compañera amenazada de muerte por la pareja de un cliente
Los compañeros de la abogada del turno de oficio amenazada asistieron al juicio togados, tal como aparecen en la foto realizada ante la puerta de los Juzgados de Madrid.

Abogados del turno de oficio, ALTODO y el ICAM amparan a una compañera amenazada de muerte por la pareja de un cliente

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22/6/2018 06:15
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Actualizado: 22/6/2018 12:56
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La imagen que da soporte a esta información corresponde a un hecho singular sucedido en los aledaños de los juzgados madrileños de Plaza Castilla. Un grupo de abogados madrileños acompañaron a una letrada amenazada por la pareja de un cliente en las diligencias previas celebradas en el Juzgado número 24 de Instrucción de Madrid en la mañana de este jueves.

La acosadora era la expareja de un cliente que la tomó con ella en la creencia de que tenía una relación sentimental con el que había sido su hombre. Los primeros mensajes los comenzó a recibir el 23 de abril pasado.

«La gran puta, te voy a coger y te voy a matar, por mis muertos que vuelvo a la cárcel pero te cojo y te mato». Al que siguió un segundo: «Avisada estás no te queremos ver». Y otros más.

Ni que decir tiene que la abogada lo denunció y a la acosadora se le impuso una medida de alejamiento, con la prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio y aproximarse a 300 metros de ella, tanto de su domicilio como de su centro de trabajo o cualquier otro lugar que frecuentara.

Aquello no arredró a la mujer, que mandó también mensajes por WhatsApp a su expareja del tenor de «olaaa ándate con mil ojos por la calle que acabe donde acaba no vais a vivir tranquilos ni tú ni la zorrita de tu abogada» y «por cierto, ¿te suena esto…. ?» y ponía a continuación la dirección del despacho de la letrada.

No hace mucho, el 14 de junio, envió otro mensaje al móvil de la abogada en el que incluía una fotografía de los padres de esta y el texto: «si lo pasan mal unos los otros también».

La letrada puso una denuncia por amenazas, obstrucción a la justicia por coacciones o amenazas sobre peritos, partes o testigos. Y cayó en el Juzgado de Instrucción 24 de Madrid, del que es titular la magistrada Mercedes Pérez Barrios.

El ministerio fiscal, y la acusación particular, solicitaron, en el juicio que se produjo ayer, la prisión provisional.

Una vista que contó con un público togado. 16 abogados del turno de oficio, vestidos con la preceptiva toga negra. Todos sentados entre el público. La mayor parte pertenecían a ALTODO, la asociación de abogados del Turno de Oficio con su presidente Isidro Moreno a la cabeza, y un representante de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados, el diputado penalista Juan Gonzalo Ospina, que, con su presencia dejó constancia del apoyo de la corporación de derecho público a la abogada.

El informe del fiscal fue concluyente.

Los audios que se pudieron escuchar y los mensajes de whatsapp dejaron claro las malas intenciones de la acosadora hacia la abogada.

La defensa de la acusada quiso desviar el tema, acusando a su novio de manipular el móvil pero las pruebas fueron concluyentes de su temerario comportamiento.

Según ha podido saber CONFILEGAL, mención especial fue la intervención final de Luis Álvarez, abogado defensor de la letrada, que en su turno de palabra, con la voz quebrada por la emoción, habló de los derechos de los abogados a ejercer su profesión con libertad sin ningún tipo de condicionante y amenazas.

También insistió en que los abogados deben tener la categoría de autoridad que tienen médicos y algunos funcionarios para estar protegidos y evitar que de esta forma se vulnere el derecho a la defensa que la Constitución consagra como algo fundamental.

Y subrayó el apoyo del Colegio de Abogados.

Para Álvarez, abogado de larga trayectoria profesional, integrante de ALTODO MADRID, el testimonio de la denunciada no era creíble y al final fruto de sus contradicciones entre las preguntas de la fiscal y de la defensa se derrumbó “La fiscal solicitó tras su intervención el ingreso en prisión de la acosadora señalando que es intolerable este tipo de comportamientos en el ejercicio de la defensa”.

Ingreso inmediato en prisión

Pese a las peticiones de clemencia y llantos de la acosadora, la magistrada Pérez Barrios lo tuvo claro y en su auto menciona la aplicabilidad del artículo 464 del Código Penal, que dice que «el que con violencia o intimidación intentare influir directa o indirectamente en quien sea denunciante, parte o imputado, abogado, procurador, perito, intérprete o testigo en un procedimiento para que modifique su actuación procesa, será castigado con la pena de prisión de 1 a 4 años y multa de 6 a 24 meses».

También cita el artículo 503 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que establece la imposición de la prisión provisional en los requisitos establecidos, que, en este caso, se cumplían.

«En el presente caso se cumplen los requisitos en el artículo 503 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. De las diligencias practicadas existen indicios racionales de la comisión por parte de … d aun delito de amenazas y un delitos de obstrucción a la justicia cuya pena puede alcanzar los 4 años de prisión», dice.

«Su conduca intimidatoria ha sido reiterada, atentando tanto contra la v´sitia como contra su entorno más próximo, manifestando un desprecio absoluto por las resoluciones judiciales, las cuales ignora», añade. Por lo tanto, la medida de alejamiento acordada «resulta insuficiente», existiendo «un evidente riesgo de reiteración de la conducta que viene ejerciendo contra … por su condición de letrada de su empareja», añade.

En consecuencia, decretó la «prisión provisional comunicada y sin fianza» de la acusada «como responsable de un delito de amenazas y un delito de obstrucción a la justicia por coacciones o amenazas sobre abogado».

Respecto al tiempo que estará en prisión, la acosadora aún no se puede determinar porque hay que tramitar todas las actuaciones y evitar que surjan situaciones parecidas. Ahora se abrirá la instrucción de este procedimiento y se acumularán las pruebas necesarias para conocer el futuro final de esta persona, hoy en prisión.

Consecuencias

Las consecuencias de esta movilización de los abogados son varias.

Al mismo tiempo, se ha puesto en marcha un grupo de Whatsapp de abogados que sufren este tipo de amenazas.

Ya hay 170 inscritos y muchos temas que salen a relucir de acoso y amenazas. Se trata sobre todo de alentar este tipo de denuncias y que los abogados amenazados salgan del armario. Según nos comentan algún abogado de este grupo, cada vez más es habitual sufrir este tipo de tratos vejatorios y amenazas por parte de algunos clientes.

Este grupo de abogados va a proponer a la Junta de Gobierno del ICAM que tome medidas al respecto de tal forma que la propia figura del Defensor del Abogado pueda tener competencias para abordar este tipo de asuntos tan espinosos.

Consideran necesario que se elabore un protocolo que sirva de defensa para los abogados que viven este tipo de presiones en su quehacer diario. Ospina estuvo de acuerdo.

“Un protocolo más rápido, ágil y contundente para minimizar este tipo de situaciones”, señaló.

A su juicio “ este tipo de situaciones puede pasarle a cualquiera. Los abogados no podemos permanecer callados y la sociedad debe comprender que debemos hacer nuestro trabajo sin ningún tipo de presión”.

Es consciente que desde el propio ICAM se debe garantizar la defensa del derecho a la defensa evitando estas prácticas que quieren coaccionar el trabajo de los abogados.

Desde ALTODO se indica que van a seguir adelante con estas defensas y esperan que el Colegio de Abogados esté a su lado para frenar este tipo de malas prácticas.

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