La UE acuerda la reubicación «voluntaria» de refugiados desde centros «controlados»
Las conclusiones adoptadas recomiendan explorar la creación de "plataformas de desembarco" en terceros países.

La UE acuerda la reubicación «voluntaria» de refugiados desde centros «controlados»

Se compromete a apoyar financieramente a España y Marruecos
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29/6/2018 12:21
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Actualizado: 30/6/2018 10:24
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Tras más de trece horas de intensas negociaciones, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea lograron finalmente un acuerdo sobre inmigración, de madrugada, en la primera jornada de la Cumbre europea que se está celebrando en Bruselas ayer y hoy.

Contempla la creación «voluntaria» en los Estados miembros de centros «controlados» para separar a los refugiados, con derecho a permanecer en los Veintiocho, de los inmigrantes económicos, que serán devueltos a sus países de origen.

La propuesta para la creación de estos centros «controlados» en territorio comunitario ha sido impulsada por Francia e Italia.

Los posibles beneficiarios de asilo se reubicarían en los países miembros sobre la base de acuerdos «voluntarios» de acogida.

Esta solución puede contentar a la canciller alemana, Angela Merkel, partidaria de la acogida, y que necesita un acuerdo europeo para satisfacer a su ministro del Interior, Horst Seehofer, que amenaza con cerrar las fronteras alemanas para reducir el número de demandantes de asilo.

La canciller alemana confía en que convenza a sus socios de Gobierno.

Está por ver si es suficiente para satisfacer a sus socios de la CSU.

También demandan una política más restrictiva países como Austria, que asumirá la presidencia de la UE el domingo, y el grupo de Visegrado: Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia.

Este viernes, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha aclarado a su llegada a la segunda jornada de la cumbre que son los primeros países de la UE a los que llegan los migrantes los que tienen la «responsabilidad» de ofrecer un puerto seguro y abrir «centros controlados» para la tramitación de sus solicitudes de asilo.

El pacto, según el galo, tiene «el equilibrio adecuado entre responsabilidad y solidaridad». La responsabilidad corresponde a los países situados en ‘primera línea’, como España, Italia, Malta o Grecia, para establecer los centros de recepción de los migrantes, mientras que «los demás debemos ser solidarios con ellos» y «compartir» la acogida de los refugiados.

NUEVE HORAS DE DEBATE MIGRATORIO

La reunión comenzó a las 15.00 horas (13.00 GMT) y hasta la madrugada no hubo pacto. Nueve de las cuales se dedicaron al debate migratorio, bajo la amenaza de un posible veto de Italia y las reticencias del grupo de Visegrado.

Los Veintiocho también abordaron los avances en las políticas de seguridad y Defensa, la situación del comercio global tras la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, el marco financiero plurianual para el periodo 2021-2027 y el derribo del avión MH17 en el Este de Ucrania en 2014.

Merkel ha calificado como «una buena señal» el hecho de que los líderes hayan conseguido consensuar un documento conjunto tras «un debate intenso sobre uno de los temas más complicados de la Unión Europea». Sin embargo, ha señalado que todavía queda mucho trabajo por delante para «acercar las diferentes posiciones».

«Europa podrá vivir mucho tiempo con presiones migratorias que vendrán de países en crisis, de países pobres. No somos un isla. Debemos ser capaces de hacer frente a esos desafíos siendo fieles a nuestros valores y protegiendo nuestros pueblos y la cohesión nacional», ha manifestado Emmanuel Macron.

El presidente francés ha destacado que el acuerdo es «una buena noticia para Francia», y ha subrayado que el pacto se ha alcanzado gracias al «trabajo conjunto» y a la «cooperación europea».

Del mismo modo, ha asegurado que un escenario de soluciones nacionales no hubiera sido «ni eficaz ni sostenible».

Por su parte, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha reconocido que «no es el mejor acuerdo«, pero ha calificado de «buena noticia» que la UE vaya a destinar más recursos económicos a los países receptores y de tránsito, entre ellos España y Marruecos.

«Ha sido una negociación larga pero Italia ya no está sola. El primer punto de las conclusiones afirma que quien llega a Italia llega a Europa«, ha dicho el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, a su salida de la cumbre de líderes.

Ha insistido en que el acuerdo ha sido posible gracias al compromiso de los Veintocho con su país y al «reparto de responsabilidades».

Durante horas vetó cualquier otro acuerdo en la cumbre si antes no se llegaba a un entendimiento en inmigración.

Otro de los puntos clave del texto de conclusiones es la mención a un «nuevo enfoque» sobre los desembarcos de migrantes rescatados en el mar que contempla los centros de migrantes fuera de la UE.

Los líderes han llamado al Consejo y la Comisión a que «exploren el concepto de plataformas regionales de desembarco en cooperación con terceros países, así como con el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)», en las que también se distinguiría entre migrantes económicos y refugiados.

500 MILLONES DE EUROS ADICIONALES

Los jefes de Estado y de gobierno se han mostrado unidos en la necesidad de cooperar más intensamente con los países de tránsito y de origen para paliar las causas primarias de la migración.

Para ello, han acordado destinar 500 millones de euros adicionales para el Fondo Fiduciario para África y han desbloqueado los 3.000 millones del segundo tramo del acuerdo UE-Turquía sobre refugiados.

A pesar de que las cifras de llegadas de migrantes se han reducido en las rutas del Mediterráneo central y oriental, han aumentado en el mar de Alborán en los últimos meses, por lo que los Veintiocho se han comprometido a «apoyar financieramente y de otras maneras» los esfuerzos de España y Marruecos «para prevenir la inmigración ilegal».

El refuerzo de las fronteras exteriores de la UE, así como el apoyo continuado a la agencia europea de guardacostas Frontex, forman parte del acuerdo de los líderes para hacer frente a los flujos migratorios, que también hace mención a la necesidad de que los países miembros prevengan los movimientos secundarios de migrantes.

Los líderes europeos han conseguido, asimismo, el visto bueno de los países del Este, liderados por Hungría, incluyendo en el documento que la reubicación de refugiados será voluntaria y que la reforma del sistema común de asilo, y en concreto el reglamento de Dublín, deberá cerrarse «tan pronto como sea posible y por consenso».

«Es un muy buen compromiso, hemos conseguido lo que asumimos que tenía que conseguirse: hay una referencia a reubicaciones voluntarias y Dublín se tendrá que cerrar por consenso. Estamos muy satisfechos con esto», ha resumido el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki.

 

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