La plena inclusión de las personas con discapacidad no se producirá hasta el año 2232, según la Fundación Adecco
El próximo 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de la Discapacidad, conmemoración que la Fundación Adecco aprovechó para reflexionar sobre los valores a aplicar a la Inteligencia Artificial (IA)
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30/11/2018 06:15
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Actualizado: 30/11/2018 02:52
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Grandes empresas tecnológicas como IBM, EY, The Valley y Microsoft protagonizaron estos días una mesa de diálogo en la que dieron a conocer su visión como expertos acerca del impacto de la Inteligencia Artificial en la inclusión laboral.
Al mismo tiempo, la Fundación Adecco presentó una novedosa campaña de sensibilización que alerta de la necesidad de acompañar el desarrollo tecnológico de espíritu inclusivo y humanidad.
Según Francisco Mesonero, director general de esta entidad, “la Inteligencia Artificial tiene el poder de acelerar el progreso humano y será una aliada indiscutible en todos los ámbitos, incluidos los Recursos Humanos. Sin embargo, es fundamental trabajar desde hoy para asegurar que no incorpora los sesgos y prejuicios imperantes en la sociedad; sólo así podremos garantizar un futuro inclusivo”.
Según un pronóstico futurista realizado por la Fundación Adecco, la plena inclusión de las personas con discapacidad no se producirá hasta el año 2232 y, para ello, urge dar respuesta a 5 grandes retos: Accesibilidad Universal y brecha tecnológica, educación inclusiva, Objetivos de Desarrollo Sostenible, Políticas activas de empleo y de bienestar social y compromiso empresarial.
#ContraLasEtiquetas
En este marco, la entidad celebró un acto en el que, bajo el claim “Ahora y en el futuro luchamos contra las etiquetas” presentaron una novedosa campaña futurista protagonizada por Pablo Pineda, primer diplomado europeo con síndrome de Down, en la que muestra un futuro empresarial- año 2050- en el que la tecnología ha avanzado, pero integrando los mismos sesgos que las personas.
El resultado son procesos de selección tecnologizados que olvidan lo más importante: las capacidades y el talento de las personas.
Según Francisco Mesonero, “las empresas atravesamos un proceso de transformación, en el que la Inteligencia Artificial tiene mucha presencia en los procesos de selección, de modo que son los robots los que analizan las candidaturas, basándose en los requisitos del puesto. La cuestión es cómo programamos esos robots: si las personas seguimos manteniendo prejuicios y sesgos, por muy inconscientes que sean, los trasladaremos a la tecnología y ésta será discriminatoria”.
En este sentido, Pablo Pineda sentenció que “un futuro inclusivo sólo se construye si integramos los valores humanos en los algoritmos y no los sesgos que tan presentes están en nuestra sociedad. Somos las personas las que debemos abanderar el cambio, erradicando de una vez por todas los estereotipos y las etiquetas que tanto estigmatizan. El progreso de una sociedad no se mide únicamente por los avances tecnológicos; si éstos no van acompañados de inclusión, nunca podremos hablar de igualdad de oportunidades ni de bienestar social”.
Por último, Mesonero recordó la importancia de “apostar por el talento de las personas con discapacidad, no sólo por una cuestión de filantropía o RSC, sino por un asunto de competitividad: nuestro país no puede permitirse desperdiciar el talento de miles de personas con habilidades y competencias, por un tema de prejuicios. Desechar a las personas con discapacidad tiene una repercusión negativa en la cuenta de resultados”.
Hacia la plena inclusión: un viaje de más de 2 siglos
La Fundación Adecco presentó un pronóstico futurista, con el objetivo de vaticinar el año en el que podremos hablar de plena inclusión.
Interrelacionando datos sobre la tasa de actividad y contratación de la población general y de las personas con discapacidad, la entidad ha calculado que su plena inclusión no se producirá hasta dentro de 214 ejercicios, es decir, en el año 2232.
Según Francisco Mesonero, “se trata de una aproximación empírica y de ficción que, sin ánimo de ser rigurosamente exhaustiva, predice cómo podría evolucionar el empleo de las personas con discapacidad, partiendo de la situación actual”.
«Yo le daría también un tinte empresarial, hablaría del impacto económico que supone despreciar el talento de la población empresarial», añadió.
Los expertos hablan
El acto concluyó con la mesa de diálogo: Inteligencia Artificial, Talento e Inclusión, protagonizada por IBM, representada por Jorge Iglesias, consultor de Innovation Lab; Blanca Gómez, como profesora de The Valley Digital Business School y experta en talento de Microsoft; y José Luis Risco, como director de recursos humanos de EY Spain.
Según Jorge Iglesias, «entre las muchas ventajas que tiene el aplicar la Inteligencia Artificial (IA) en la selección de personal como son gestionar más candidatos, posibilidad de localizar talentos, reducción de tiempos en la contratación, etc., la IA permite analizar modelos y reducir sesgos inconscientes. La evaluación de los candidatos la realiza un sistema de IA creando un perfil cognitivo de los candidatos y seleccionando el que más se ajusta al puesto de trabajo siendo el proceso de selección más justo».
Para José Luis Risco, director de Recursos Humanos de EY “es un hecho que la Inteligencia Artificial va a facilitar los procesos de selección haciéndolos más rápidos y efectivos, pero no debemos olvidar que los algoritmos reflejan también los sesgos que nosotros podemos tener de manera inconsciente. Por eso es el momento de avanzar en el camino de corregirlos para lograr procesos más justos que apoyen las entrevistas personales, con el objetivo de formar equipos diversos que han demostrado, siempre, ser más innovadores y capaces de conseguir grandes retos”.
Por su parte, Blanca Gómez, comentó que “un billón de personas tiene algún tipo de discapacidad en el mundo. Más allá de nuestra responsabilidad de ser inclusivos y valorar la diversidad, sería torpe darle la espalda a un 15% del talento. Actualmente la IA está revolucionando el mundo de la captación de talento y su utilidad en “digerir” cantidades ingentes de información y de detectar y predecir patrones con mayor precisión que las propias personas; va a ser de gran utilidad para identificar, atraer y cuidar el talento en general y el diverso en particular».
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