El terrorismo callejero en Cataluña deriva en una crisis institucional
Cargas policiales tras la manifestación de radicales que tuvo lugar en Girona en el Día de la Constitución. Twitter CUP.

El terrorismo callejero en Cataluña deriva en una crisis institucional

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07/12/2018 19:06
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Actualizado: 07/12/2018 22:58
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Como si se tratara del relato de Mary Shelley y su monstruo de Frankenstein, los últimos incidentes vividos este jueves en Cataluña en el Día de la Constitución y el homenaje a su 40 aniversario, ponen de manifiesto que ‘la criatura’ se ha desmandado y, como consecuencia, el Gobierno de Quim Torra sufre una importante crisis.

La CUP pide la dimisión del consejero de Interior de la Generalitat, Miquel Buch. El propio Buch critica las cargas contra los radicales de los Mossos y estos últimos, a través de sus sindicatos, piden que se les deje al margen de la política. Y mientras Torra desde Eslovenia quiere explicaciones.

Este desmadre se sucede después de lo ocurrido en Terrasa y Girona durante la jornada festiva de ayer.

En el municipio barcelonés, en la plaza Primero de Mayo, en un acto organizado por la formación que dirige Santiago Abascal, un grupo de antifascistas inició el lanzamiento de objetos y latas de cerveza que desembocaron en la quema de contenedores y enfrentamientos.

Los Mossos d’Esquadra cargaron contra los radicales resultando herida la diputada de la CUP Maria Sirvent junto a otra veintena de personas.

Según fuentes del partido, Sirvent estaba ayudando a una persona que había caído cuando los Mossos  dispararon una bala de foam, el proyectil con el que se sustituyó las pelotas de goma que habría impactado en su mano.

En Girona, por la mañana, en la plaza 1 de Octubre – antes plaza de la Constitución-, los hechos se sucedían de manera similar. Miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR) intentaron tirar a suelo las vallas que conformaban la línea de seguridad de un acto en el que también participaba Vox además del PP. Los Mossos cargaron contra los manifestantes.

El balance de heridos podría haber ascendido a 40, incluidos 15 agentes de seguridad, si bien la CUP, a través de twitter, elevaba el número a 62.

Reacciones en cadena

Las horas siguientes a estos sucesos han estado marcadas por ruedas de prensa e intervenciones públicas de las diferentes partes actoras.

La formación política de Maria Sirvent ha pedido a Torra la destitución de Buch y que se produzca una «cadena de ceses» en los Mossos. «Hay que garantizar el derecho a la protesta sin que haya represión. Y esto es sólo posible haciendo un cambio de modelo policial y apartando al actual responsable de Interior», han manifestado.

En rueda de prensa en el Parlament, el diputado de la CUP, Carles Riera, ha criticado las cargas contra manifestantes antifascistas contrarios a las marchas de «grupos fascistas y nazis».

Riera ha afirmado que si no hubiera resultado herida la diputada, la reacción de Torra no hubiera sido la misma y ha asegurado que «no es un problema de exceso en las cargas ni de agentes que actúan con exceso de celo», sino de modelo policial de la Generalitat.

En una entrevista con ‘El matí de Catalunya Ràdio’, Buch ha declarado: «Algunas de las actuaciones de ayer no siguieron el protocolo. Y en el caso de que la resolución del expediente lo acabe concluyendo, no me temblará el pulso para echar a los agentes de la Brimo (acrónimo de Brigada Mòbil, en catalán, la unidad antidusturbios de los Mossos)».

Por su parte, los Mossos independentistas organizados en el grupo ‘Les Guilleries’ han hecho circular este viernes un comunicado en el que afirman que en las cargas de ayer se gritaba: «A por ellos». Y acusan de que en el dispositivo de Girona participó el intendente de la Brimo de los Mossos, Carlos Hernández Vilamajó, cuando la norma prevé la coordinación pero no actuar sobre el terreno.

Comunicado de LES GUILLERIES (75) (TRADUCIDO DEL CATALÁN)

En un claro retroceso de derechos y libertades y con presos políticos en la espera de iniciar la farsa judicial deI 1-O, ayer se cumplió el 40 aniversario de una constitución española redactada bajo la amenaza del ruido de sables de aquellos que perpetraron el golpe de estado de 1936 y que instauró la dictadura más cruenta y duradera del siglo XX en la Europa occidental.

En este contexto, el partido Vox organizó una concentración en la plaza del 1 de octubre de Girona (anteriormente plaza de la Constitución), en un claro acto de provocación y contando con la presencia de un personaje esperpéntico como es el Álvaro de Marichalar, que busca el conflicto con el fin aparecer como víctima del independentismo en los canales de la caverna mediática española. 

Hay que decir también que es preocupante que el mossoo conocido como «el sevillano» (activista de Cs en Sarriá de Ter) y que presta servicio en la casa del presidente Puigdemont acompaña al ex-cuñado de la infanta Elena en este acto de Vox.

Resulta sintomático que este partido de la extrema derecha, después de los resultados en Andalucía, reciba felicitaciones de la Unión de Mossos por la Constitución (UMC), coincidiendo con las de la Marine Lepen y del fundador de una facción del Ku Klux Klan.

Estos integrantes de la UMC, aparte de contravenir sus propios postulados en que defendían su neutralidad política, apoyando a Vox están defendiendo acabar con el Estado de las autonomías y en consecuencia con la disolución del Cuerpo de Mossos d’Esquadra.

Pedimos a todos los compañeros que abran bien los ojos ante esta grave amenaza, y también que bajo ninguna circunstancia ningún mozo pueda gritar el “a por ellos”, como ayer sucedió durante el dispositivo de Girona.

LOS MOSSOS D’ESQUADRA DEFENDEREMOS LAS INSTITUCIONES CATALANAS Y VELAREMOS POR GARANTIZAR LOS DERECHOS Y LAS LIBERTADES DE NUESTROS CONCIUDADANOS. TAMBIÉN EXIGIMOS LA LIBERTAD DE LOS PRESOS POLÍTICOS Y EL RETORNO A CASA LOS EXILIADOS. 

Les Guillareis, 7 de diciembre de 2018

Torra hará «los cambios que sean necesarios»

«Con el consejero Buch analizaremos, a fondo, qué pasó en las concentraciones de ayer y haremos los cambios que sean necesarios», dice el titular de la nota de prensa que la Generalitat ha circulado también este viernes y que ha publicado en su página web mientras su presidente Quim Torra continua de viaje oficial en Eslovenia.

Esto será el domingo.

Torra ha lamentado los hechos que se produjeron ayer en Girona y Terrassa «en sendas concentraciones antifascistas», y ha explicado que «a instancias de Buch, ambos acordamos reunirnos el próximo domingo para analizar a fondo qué había pasado, si ha habido alguna mala praxis, y hacer los cambios que sean necesarios».

Ha dicho, además, que hay que hacer dos reflexiones: por un lado que «no se debe caer en provocaciones de la extrema derecha cuando viene a Barcelona a hacer sus ‘perfomances'», y, por otro, «que debemos revisar todos nuestros protocolos de actuación, a fondo, en estas concentraciones».

Además, ha calificado de «auténtica provocación» el hecho de que Vox se manifestara en Girona.

Los sindicatos de Mossos se plantan

En un comunicado, Sap-Fepol -sindicato mayoritario en la policía catalana- ha pedido la dimisión del consejero al que le dicen: «Usted no nos representa. Dimita!»

«Después de oir con indignación sus últimas declaraciones en las que afirma que los compañeros de la Brimo no siguieron los protocolos», el sindicato ha expresado su hartazgo por el cuestionamiento de «cada una» de las actuaciones de los agentes.

Asimismo, después de recordar a Buch que son la segunda institución mejor valorada del Cataluña, este colectivo ha pedido la despolitización del cuerpo. «Exigimos no ser utilizados con finalidades políticas».

Sap-Fepol ha calificado de inadmisibles las presiones para reformar la cúpula de Interior.

Consideran, además, que las dudas de Buch y Torra sobre las cargas de los Mossos en los altercados «ensucian la actuación policial» y ha recordado que se produjeron hechos violentos con ataques contra la línea policial.

El Sindicat de Policies de Cataluña (SPC) también ha pedido en un comunicado la dimisión de Buch, alegando que «más que consejero de Interior parece que es consejero de los CDR» porque le importa más lo que piense este colectivo que lo que piensen los mossos y la integridad física de los agentes.

«Si a él no le temblará el pulso para echar a agentes de la Brimo, al Sindicat de Policies de Cataluña no nos temblará el pulso para pedir su dimisión, además, no es la primera vez que lo hacemos», ha declarado.

El sindicato Cat de Mossos ha lamentado en otro comunicado que a Buch «no le ha faltado tiempo para hacer un juicio de valor de todo lo que ocurrió» y también ha pedido su dimisión.

Ha criticado que con sus declaraciones contribuye al «escarnio» de los Mossos y los efectivos antidisturbios de la Brimo y Arro, y que el consejero no está a la altura del cargo.

Por su parte, Unió Sindical de la Policia Autonòmica de Catalunya (Uspac), ha condenado la «violencia en lo que tendrían que ser concentraciones pacíficas».

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