La Audiencia Nacional imputa al expresidente del Granada C.F. por presunto alzamiento de bienes
Enrique Pina, expresidente del Granada Club de Fútbol. Foto: EP

La Audiencia Nacional imputa al expresidente del Granada C.F. por presunto alzamiento de bienes

De la Mata considera que Enrique Pina utilizó sociedades meramente instrumentales para no pagar su deuda con Hacienda tras arruinar el Club de Fútbol Ciudad de Murcia
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18/2/2019 16:57
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Actualizado: 18/2/2019 17:03
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El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata ha encausado al expresidente del Granada C.F. Enrique Pina, a su hermana y a sus padres por un presunto delito de alzamiento de bienes en relación al «vaciamiento casi total de su patrimonio familiar», que habrían perpetrado para eludir la deuda de 3,4 millones de euros que tiene el primero con Hacienda por su gestión en el Club de Fútbol Ciudad de Murcia, del que fue propietario.

Esta es la segunda pieza que abrió el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 a raíz de la ‘operación Líbero’ abierta hace un año contra Pina, por supuesto delito contra la hacienda publica (el IRPF de 2012 a 2016), blanqueo de capitales e insolvencia punible en la venta de jugadores de fútbol.

Tras ampliar la imputación a alzamiento de bienes, el magistrado abrió a principios de mes una nueva pieza separada dentro de la causa en la que se incluyó a su familia.

De la Mata ha terminado esta segunda investigación y ha emitido el auto de transformación de diligencias previas en procedimiento abreviado, paso previo al juicio.

Ha dado 10 días a la Fiscalía para que formule su escrito de acusación para presentar escrito de acusación o de sobreseimiento.

Enrique Pina se encuentra en libertad provisional. Estuvo en prisión desde el 2 de febrero de 2018 hasta el 19 de ese mes por integrar presuntamente una red de corrupción en la contratación de futbolistas.

3,4 MILLONES DE DEUDA Y SÓLO 141.700 RECUPERADOS

Pina tiene una deuda con Hacienda de 3,4 millones de euros, la mayor parte derivada de que fuese declarado junto con sus padres, responsable subsidiario como miembro del Consejo de Administración que arruinó el club de Murcia por importe de 3,2 millones. 

A ellos, de acuerdo al juez, hay que sumar los posibles delitos fiscales por los que se le investiga, con una cantidad defraudada de 1,6 millones de euros.

De la Mata explica que hasta ahora, sólo se ha podido recuperar 86.646 euros, más otros 55.075 porque Pina «puso en marcha una conducta activa, consciente e intencionada que le permitió deshacerse entre 2007 y 2010 de casi todo el patrimonio del que era previamente titular» utilizando «sociedades meramente instrumentales» e interpuestas, incluida una a la que atribuye sus propios ingresos profesionales.

«La razón de tan escaso cobro por parte de la Hacienda Pública es que Pina puso en práctica una conducta activa, consciente e intencionada que le permitió deshacerse entre 2007 y 2010 de casi todo el patrimonio del que era previamente titular», señala el magistrado.

Pina no consta como titular de patrimonio ni presenta declaración de la Renta desde 2011, incluido 2016.

Los únicos ingresos conocidos en estos ejercicios son los percibidos del Granada Club de Fútbol en las dos últimas temporadas (125.000 euros en 2015 y 87.500 en 2016) y de la mercantil Calambur Intermediaciones (8.722,22 euros en 2016).

Con esta y otras empresas, como Quique Sport S.L., administradas por familiares directos, habría ocultado su patrimonio personal y sus ingresos, consiguiendo dificultar el cobro de su deuda con Hacienda y a la vez, minorar los impuestos que debería pagar por lo que percibe, ya sea en calidad de presidente del Granada C.F., como ojeador o representante de jugadores.

De la Mata considera que Pina utilizó estas empresas para residenciar «un importante patrimonio» de uso y disfrute personal, como vehículos de alta gama -un Bentley, un Porsche Panamera y un Aston Martin-, embarcaciones -un velero- y viviendas.

De hecho, de las mismas mercantiles salían los pagos para mantener esos bienes, desde los gastos de su casa hasta la nómina de la gente que trabaja en su barco.

Todo ello, según indica De la Mata, «sin ser estas atenciones en modo alguno incluidas en sus retribuciones del trabajo, profesionales o del capital como pago en especie o según corresponda, ni habiéndose practicado retenciones ni realizado ingresos a cuenta ni, tampoco, han sido declaradas como tales por las entidades pagadoras».

El resultado es «una confusión en el uso de estos patrimonios, sin que pueda diferenciarse el de Pina del de las sociedades Quique Sport y Calambur Intermediaciones en las que se residencian dinero, inversiones, vehículos, embarcaciones e inmuebles que son usados de forma habitual y exclusiva por el obligado tributario y trasladando a las mismas casi todos sus gastos personales».

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