El coronel Pérez de los Cobos certifica ante el tribunal la deslealtad de los mandos de los Mossos
El coronel de la Guardia Civil, Diego Pérez de los Cobos, durante su interrogatorio en el Supremo. Foto: Poder Judicial.

El coronel Pérez de los Cobos certifica ante el tribunal la deslealtad de los mandos de los Mossos

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06/3/2019 06:15
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Actualizado: 05/3/2019 23:53
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Diego Pérez de los Cobos, coronel de la Guardia Civil y coordinador del dispositivo policial durante el referéndum del 1 de octubre de 2017, certificó, con su testimonio ante el tribunal la deslealtad de los mandos de los Mossos, en especial del mayor Josep Lluis Trapero, cuya actitud calificó como de «poner palos en las ruedas».

«¿Qué van a hacer los Mossos? Era la gran pregunta» que se hacían en los días previos a la celebración del referéndum. Nunca llegaron a pensar que la «inacción» del 1 de octubre «fuera absoluta, como nos encontramos».

«La relación siempre fue difícil con el señor Trapero», explicó Pérez de los Cobos, que explicó que el máximo jefe policial de los Mossos entendió la asignación por parte de la Fiscalía Superior de Cataluña de un coordinador policial para el 1-O como una «injerencia y el establecimiento de algún tipo de autoridad por parte de un funcionario de otra Administración».

Trapero no solo no asistió a la reunión de coordinación del 28 de septiembre «sino que se alineó con los convocantes de la actividad ilegal que se le había ordenado impedir».

Un día antes, Trapero le dijo al fiscal que era «de difícil consecución llegar a precintar la totalidad de los locales».

Tampoco veía posible Trapero «evitar la votación en la calle», según la versión de Pérez de los Cobos.

INACCIÓN DE LOS MOSSOS Y VIRULENCIA DE LAS MURALLAS HUMANAS

Pérez de los Cobos explicó ante el tribunal que la mañana del 1 de octubre de 2017 se encontró «dos sorpresas» que le obligaron a cancelar el dispositivo de coordinación inicialmente acordado con la Policía Autonómica: «la inactuación de los Mossos» y la «virulencia de las murallas humanas» organizadas .

«Los Mossos en vez de tratar de cerrar los locales de votación informaban a la gente de cuándo iban a aparecer y de las condiciones que consideraban inadecuadas para no actuar», relató el coronel de la Guardia Civil.

«Lo nunca visto», añadió.

También afirmó que los Mossos también mintieron tanto a la magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Mercedes Armas, que ordenó que se impidiera la votación, como a él mismo cuando les informaron de que habían cerrado 99 locales.

«Y no era verdad». 

Por otra parte, en las intervenciones de la Guardia Civil y de la Policía Nacional «nos encontramos con grupos de resistencia perfectamente jerarquizados y organizados».  Incluso «gente encapuchada» y que alertaba de la proximidad de la llegada de los agentes de la Policía y de la Guardia Civil.

Frente a esta situación, la actuación de los policías -ha negado que se produjeran cargas- fue según Pérez de los Cobos de una «exquisita proporcionalidad», encaminada a entrar en los centros para retirar el material y «con el menor coste posible para los ciudadanos».

En otros centros supo de la presencia de una pareja de Mossos apostados en la puerta de los centros que a su juicio más parecían dar imagen de estar custodiando una jornada electoral normal.

Por otro lado, Pérez de los Cobos negó que se diera ninguna orden para que por la tarde parara la actuación de la Policía, pese a que este dato pudiera leerse en la prensa.

Así, recordó que el propio presidente Carles Puigdemont compareció a mediodía y llamó a los ciudadanos a la «defensa de las urnas», lo que complicó aún más las actuaciones porque la acción de estos grupos humanos se volvió «más virulenta».

La actuaciones de la policía fueron entonces menor en número, pero fueron más largas.

Igualmente, Pérez de los Cobos relató como, desde primera hora de ese día 1, le llegaron informaciones sobre que se habían detectado en diferentes lugares de Cataluña «patrullas camuflados de Mossos haciendo labores de seguimiento» de las unidades de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. «En estos seguimientos de dieron datos de marca, color de vehículos y fotos».

TACHÓ DE «ESTAFA» EL OPERATIVO DE LOS MOSSOS

Ya en el turno de interrogatorio del abogado de la acusación popular Vox, Javier Ortega-Smith, quien se dirigió a Pérez de los Cobos como «ilustrísimo señor coronel», tachó el dispositivo policial de los Mossos de «estafa», reafirmándose en lo que declaró ante el juez instructor de la causa, Pablo Llarena.

Relató las «diversas circunstancias» que le han llevado hasta esta conclusión, reiterando alguna de las manifestaciones que realizó durante su extensa declaración.

La primera de ella se debe a esos «pasos encaminados» a no clausurar colegios electorales y de advertir la hora de llegada de los agentes de la policía autonómica hasta los centros y su modo de actuar según las circunstancias.

En segundo lugar, ha dicho que la disposición de 7.000 mossos «fue insuficiente», permitiendo que ese día pudiesen librar, disfrutar de permisos y vacaciones; mientras que en las elecciones autonómicas del 21 de diciembre se activaran 12.000 agentes para una situación de «mayor tranquilidad».

A preguntas de la defensa de Forn, Pérez de los Cobos ha cuestionado que las actividades programadas en colegios la víspera del 1-O no pudieran entenderse también, al considerarlas en su conjunto, como prohibidas por la juez por tener como finalidad la consecución del referéndum. Ha añadido que la Policía y la Guardia Civil no actuaron para impedirlas porque consideró que lo cuestionado de su nombramiento como portavoz aconsejaba que dejara esta cuestión a los Mossos, que ya estaban además informando en los locales.

Tampoco le ha parecido sorprendente, tal y como apuntaba el abogado Javier Melero, el hecho de que pese a la violencia de la jornada apenas se produjeran dos detenciones. «Cuando una unidad policial tiene que abordar una situación y sobreviene un escenario de violencia superior al previsto el objetivo es el cumplimiento de la misión, no hacer detenciones», señaló, añadiendo que tampoco las hubo con ocasión a un intento de asalto al Parlament con ocasión del primer aniversario del 1-O.

NIÑOS Y PERSONAS MAYORES COMO PARAPETOS

«En determinados colegios colocaron a niños y personas mayores como parapetos», continuó. «En un caso, apareció un padre con un niño de tres años. El jefe del dispositivo paró todo en ese momento».

Ese tipo de actuaciones figura como una de las acciones estelares del libro “De la dictadura a la democracia”, del que es autor el director de la Albert Einstein Institute, el estadounidense Gene Sharp, en el que se enumeran 198 acciones de resistencia no violenta específicas para hacer caer regímenes dictatoriales.

Un recurso muy utilizado en el derrocamiento del presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, en 2000, en la revolución de las rosas de Georgia, en 2003, en la llamada revolución naranja de Ucrania, en 2004, en independencia de Kosovo, en 2008, en la fallida revolución verde iraní, en 2009, en la primavera árabe, entre 2010 y 2013, que desencadenó la guerra de Siria, y en el llamado Euromaidan de Ucrania, en 2014, que provocó el derrocamiento del presidente Viktor Yanukovich, con el objetivo de sacar a Ucrania de la órbita de influencia rusa.

Dicho libro fue traducido al catalán por el Instituto Catalán Internacional y subido a la red para el conocimiento público.

LOS MOSSOS FACILITARON EL REFERÉNDUM

De acuerdo con el coronel Pérez de los Cobos, que fue interrogado durante cuatro horas por la tarde, en muchos sentidos la actuación de los Mossos durante dicha jornada estuvo «más encaminado a facilitar la celebración del referéndum ilegal que a impedirlo».

En la parte de su declaración en la que abordó detalladamente los hechos del 1-O, y a preguntas de la fiscal Consuelo Madrigal, Pérez de los Cobos comentó que ya durante la madrugada habían preparado «sensores» para poder identificar con qué escenario se iban a encontrar en la jornada de votación ilegal: el A, en el que se encontrarían con la colaboración de los Mossos y actuarían a su requerimiento y la B, que es el que finalmente se encontraron, por lo que actuó al respecto.

«Hablamos de tres condiciones: insuficiencia, inadecuación e ineficacia, y no había duda de que nos encontramos con este escenario de incumplimiento porque los Mossos no estaban impidiendo la celebración del referéndum, y teníamos que actuar», explicó, para añadir que suspendió todas las reuniones previstas aquel día entre mandos de los tres cuerpos.

Tampoco acudieron, al no tener ya sentido mantener la coordinación, al llamamiento del comisario Ferrán López de apoyar a los Mossos en 233 locales.

«¿Era esta petición tardía y torticera?» le preguntó la fiscal, a lo que el coronel ha respondido «era tardía y voluminosa», además de describir el procedimiento como «largo y enrevesado».

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