La belleza femenina es un obstáculo en el mundo de los negocios: Produce el «efecto mujer fatal»
Leah Sheppard, coautora del estudio que dice que las mujeres bellas lo tienen más difícil en el mundo de los negocios.

La belleza femenina es un obstáculo en el mundo de los negocios: Produce el «efecto mujer fatal»

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05/5/2019 06:15
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Actualizado: 05/5/2019 01:18
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Ser hermosa puede parecer una ventaja para algunas mujeres, pero cuando se trata del mundo de los negocios, la belleza puede ser una rémora. Porque las mujeres atractivas son percibidas como personas menos de fiar, con más probabilidad para ser despedidas que el resto.

Así lo afirma el informe «The Femme Fatale Effect: Attractiveness is a Liability for Businesswomen’s Perceived Truthfulness, Trust, and Deservingness of Termination» (El efecto mujer fatal: El atractivo es una carga para la veracidad, la confianza y el merecimiento de la terminación de las mujeres de negocios), recientemente hecho público en Estados Unidos y que puede estar reflejando muy bien el caso español tanto en el mundo de los negocios como en la abogacía. 

El estudio, llevado a cabo por la Universidad Estatal de Washington y la Universidad de Colorado, identifica lo que ha descrito como el «efecto mujer fatal».

Es un prejuicio extendido que ha obstaculizado y frenado el avance de las mujeres empresarias durante décadas.

El término «mujer fatal» describe el perfil de una mujer seductora y siniestra que utiliza y hacer daño a los hombres en su propio beneficio.

Es algo mitológico que ha existido en la conciencia colectiva de Occidente desde la antigüedad. Basta recordar la Odisea, de Homero, en la que Ulises es seducido y mantenido alejado de su esposa, Penélope, y de su hogar durante un año por la diosa Circe.

La lista de «come-hombres», vampiras y sirenas de corazón oscuro es larga. Desde la ardiente Carmen, de la ópera de George Bizet, hasta las letales protagonistas del cine negro. O en tiempos más actuales, el papel de Kathleen Turner en «Fuego en el cuerpo» o el de Cersei Lannister en «Juego de Tronos».

ARTIMAÑAS FEMENINAS

Algunos estereotipos retratan a las mujeres atractivas como personas que hubieran utilizado sus artimañas femeninas para «llegar a lugares a los que no merecían llegar», explica la coautora del estudio, Leah Sheppard, profesora asistente de administración en el Facultad de Negocios de la Universidad Estatal de Washington.

De acuerdo con los autores del estudio, el «efecto mujer fatal» tiene sus raíces en sentimientos primarios de inseguridad sexual, celos y miedo latentes tanto entre hombres como entre mujeres. 

«La gente cree que ha usado su atractivo para engañar a la gente, o para encandilarla con el fin de lograr beneficios o posiciones que no se merecían necesariamente», apunta.

«Cuando se trata de impresiones iniciales, las mujeres atractivas podrían ser percibidas con sentimientos de desconfianza y escepticismo, por lo que podría haber una barrera que necesitarían romper en términos de confianza», añade. «Presumiblemente, una vez que se conoce a alguien y se aprende a confiar en él, la desconfianza desaparece».

LAS PRIMERAS IMPRESIONES CUENTAN

«Pero las primeras impresiones importan mucho, seamos o no conscientes de ello. Y tienen un impacto a largo plazo en nuestras percepciones de una persona con el tiempo».

Para llevar a cabo este estudio, los investigadores contaron con el concurso de 1,202 adultos estadounidenses, los cuales tomaron parte en seis experimentos diferentes que tenían como objetivo determinar cómo el atractivo afectaba a su opinión sobre las mujeres en el lugar de trabajo.

Con imágenes de mujeres profesionales obtenidas de Google, los investigadores pidieron a los participantes que calificaran el nivel de atractivo de las mujeres mostradas.

En los primeros cuatro estudios los participantes valoraron la veracidad de las mujeres y los hombres anunciando despidos.

Las mujeres atractivas fueron puntuadas como menos veraces que los hombres y mujeres no atractivos, a pesar del título profesional.

En un quinto estudio, antes de puntuar a las mujeres atractivas una vez más, a los intervinientes se les «preparó» para que se sintieran más seguros sexualmente, es decir, se les pidió que recordaran una relación en la que su pareja estaba comprometida y era de confianza.

También se les pidió que escribieran sobre una época en la que se sentían personalmente seguros y felices consigo mismos.

LA INSEGURIDAD SEXUAL, CLAVE

Esta vez, los autores encontraron que los participantes preparadas consideraban a las mujeres atractivas igualmente dignas de confianza como mujeres menos atractivas, lo que sugiere que la causa raíz de este sesgo proviene de la inseguridad sexual.

El experimento final preparó a una parte de los participantes para que se sintieron sexualmente seguros, y a otra parte, en sentido contrario.

Una vez más, los que se sentían seguros veían a todas las mujeres por igual, mientras que los otros fruncían el ceño ante las hermosas mujeres, considerándolas menos veraces y merecedoras de ser despedidas.

Shepard opina que la única forma que hacer frente a estos prejuicios sobre la «mujeres fatales» es reconociendo la existencia de tales estereotipos y concepciones y combatiéndolos. 

Por ello, si no se produce ese cambio, las mujeres atractivas no tienen más remedio que trabajar más duro para ganarse el respeto y la confianza de aquellos con los que trabajan. 

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