Un Tío Blanco Hetero: «Para los hombres parece que no existe la presunción de inocencia”
El "youtuber" Un Tío Blanco Hetero y la sexóloga Leyre Kyhal con el "hijo" en papel que han tenido en común: "Prohibir la manzana y encontrar la serpiente".

Un Tío Blanco Hetero: «Para los hombres parece que no existe la presunción de inocencia”

El "youtuber" UTBH y la sexóloga Leyre Khyal cuestionan el feminismo en su libro "Prohibir la manzana y encontrar la serpiente"
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18/5/2019 01:15
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Actualizado: 18/5/2019 01:47
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«Prohibir la manzana y encontrar la serpiente», una aproximación crítica al feminismo de cuarta generación, es el título del libro que han escrito a dos voces el «youtuber» Un Tío Blanco Hetero (UTBH para los amigos) y la sexóloga Leyre Khyal.

Editado por Deusto, los autores cuestionan el papel actual del feminismo, que consideran ha pasado de defender la libertad individual a convertirse en activismo organizado.

UTBH y Khyal lamentan que la disidencia razonable haya desaparecido y consideran que el uso de conceptos como el de patriarcado está fuera de razón.

También tienen algo que decir sobre la justicia…. y es que, consideran que “para los hombres parece que no existe la presunción de inocencia”.

Un Tío Blanco Hetero ha conseguido un salto a la fama en redes sociales gracias a su canal de YouTube, que cuenta con 231.433 seguidores y en el que aborda temas de actualidad, con especial interés en los que se refieren a identidad de género y feminismo.

Leyre Khyal es antropóloga y sexóloga.

Ambos se han sentado ante el ordenador para poner en común sus puntos de vista sobre un tema que plantean controvertido.

En primer lugar, ¿qué quiere decir el título del libro, «Prohibir la manzana y encontrar la serpiente»?

UTBH: Es un poco la licencia de utilizar el título del libro de Leticia Dolera «Morder la manzana», donde se instala una forma única totalitaria, sectaria y fundamentalista de ciertos discursos, sobre todo en el tema del feminismo.

Más que abrazar el conocimiento mordiendo la manzana lo que hacen era prohibirla.

Leyre: La serpiente es también un símbolo de conocimiento, que termina saliendo…

¿En forma de reptil?

Ambos: (Risas) en este caso seríamos nosotros la serpiente….

Desde la experiencia de reflexionar sobre el tema del feminismo a dos voces, ¿qué conclusiones han obtenido en relación al papel de la Justicia?

UTBH: Tanto en el libro como en mis vídeos defiendo una idea de la justicia en el sentido de que todos los ciudadanos deberíamos tener una igualdad jurídica que nos amparase a todos de la misma manera.

Por eso intento desmontar algunos de los discursos que sustentan algunas de estas legislaciones, que hacen hincapié en dividirnos y descompensar la forma de juzgar a hombres y mujeres.

Leyre: Estamos de acuerdo en la importancia de defender la presunción de inocencia y los juicios paralelos que son terribles.

¿Y qué piensan de los Juzgados de Violencia contra la Mujer?

UTBH: No hemos tratado ese tema en el libro, pero de entrada yo criticaría la existencia cualquier juzgado que juzgue a sólo un sector de la población porque creo que todo el mundo debería responder de la misma forma ante esos crímenes, independientemente de que haya un sector de la población más afectado por los mismos.

En su libro citan casos como el de  la sentencia de «la manada» y defienden al juez frente a las críticas. ¿Consideran que fueron injustas? ¿Cómo analizan este asunto?

Leyre: Bueno, cada uno puede criticar lo que le parezca, pero creíamos que en el tema de «la manada», con independencia del dictamen, hubo una persecución hacia el juez. Lo mismo que pasó en Cataluña con Llarena, algo que nos parece muy grave.

UTBH: Y además se trató de una persecución personalista. Se decía que el juez formaba parte de la misma «manada», el ministro de Justicia dijo que tenía problemas personales muy graves. Hubo una suerte de presión popular muy grande contra la independencia judicial.

«En una sociedad democrática y avanzada no tiene sentido que se plantee un derecho penal de autor que entienda que determinados crímenes sólo pueden ser cometidos por un sector de la población»

Ustedes critican la Ley de Violencia de Género. ¿Cuál es  el principal problema que observan?

Leyre: No sólo es la Ley, sino la criminalización general de los hombres, que se supone que son culpables de entrada, que para ellos ya no existe la presunción de inocencia.

UTBH: Yo soy crítico con todo el proceso. Por ejemplo,   la responsable de la Unidad contra la Violencia de Género de la Delegación del Gobierno, Elena Fernández Treviño pidiendo un enfoque de género respecto a ciertas noticias.

Creo que se trata imponer una idea totalitaria de lo que significan esas violencias que atenta contra derechos fundamentales del colectivo de varones.

En una sociedad democrática y avanzada no tiene sentido que se plantee un derecho penal de autor que entienda que determinados crímenes sólo pueden ser cometidos por un sector de la población. No hay razones de peso para acotar la ley a un grupo de población.

También hay violencia de mujeres hacia hombres.

Leyre: No tiene sentido criminalizar a los hombres en concreto, sino también a todo aquel que ostente una posición de poder o superioridad. Se apoyan en una supuesta estructura social, pero luego no tratan la violencia como si fuera algo estructural.

Usted ha dicho que no es machista, que lo que hace es cuestionar la cantidad de argumentos feministas que se dicen sin contrastar y sin que nadie los ponga en duda. Pero tiene soliviantadas a un sector de las activistas. ¿Le divierte?

UTBH: No sé si están soliviantadas o si les irrito. Encuentran mi discurso amenazante hacia su posición y por eso me hacen escraches e intentan silenciarme.

Entiendo que estaban acostumbradas a que nadie les rebatiera su discurso, pero es algo con lo que van a tener que aprender a lidiar, porque las redes sociales lo que tienen de positivo es que cualquiera puede defender sus ideas, así que si les molesto tendrán que aguantarse y aprender a convivir con la crítica.

Yo recibo muchas críticas procedentes de la extrema derecha que me reprochan no ser más firme, pero creo que esta postura que defendemos debe estar por encima de ideologías y de partidos políticos y así lo intentamos.

También asegura no ser de extrema derecha, pero ¿está seguro de que entre los 231.433 seguidores con que cuenta en YouTube, no hay un nutrido grupo de gente de esta ideología?

UTBH: Evidentemente. En el momento en que creas y un canal que se hace popular, que debate o discute conceptos distintos, hay muchas personas que se sienten identificadas, gente además muy inteligente que entiende que mi canal puede servir como plataforma para atraer a otros a su pensamiento más extremista.

Yo soy consciente de ello.

Detrás de «Un hombre blanco hetero» se esconde un joven de 30 años que estudió comunicación audiovisual y diseño gráfico y que descubrió esta forma de comunicar mientras trabajaba en Canadá. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

¿Esto le incomoda?

No, porque yo sé cuál es mi postura, lo que estoy diciendo en mi discurso, siempre alejado de formas de tribalismo, fundamentalismo, totalitarismo, sectarismo como formas totalitarias y beligerantes.

Yo lucho mucho contra la idea de unos contra otros y soy consciente de que esta gente intenta utilizar mis vídeos para introducir ciertos mensajes.

¿Cómo y cuándo decidieron que querían escribir este libro? ¿Cuáles fueron las razones?

UTBH: A raíz de la popularidad del canal, la editorial se puso en contacto conmigo, pero yo quería que Leyre plasmara también sus ideas porque eran muy interesantes y había mucha coincidencia. Y aproveché la oportunidad para ofrecer una mirada masculina y otra femenina que intentaran llegar a una conciliación en esta guerra de sexos a la que nos intentan llevar desde los sectores machista y feminista de los extremos.

Y entre ustedes, ¿se han peleado mucho?

Leyre: En algunos momentos, pero lo hemos podido resolver y este también es un poco el mensaje que queríamos transmitir.

UTBH: De hecho en el libro se ofrecen distintas posiciones respecto algunos temas, y creo que son complementarias.

Dicen que a veces han tenido que hacer un esfuerzo por conectar con el otro, con lo amenazante de su posición… Las diferentes posturas, ¿les han llevado en alguna ocasión a dar un portazo?

UTBH: A veces es complicado, porque uno lo ve de una manera y el otro de otra, pero siempre nos entendimos en buen plan, porque este diálogo es necesario en la sociedad, que los hombres escuchen las posturas de las mujeres y las mujeres los planteamientos de los hombres.

Hay que entender que tras la soflama hay otras realidades silenciadas que merecen ser escuchadas.

Bueno, pero ¿mujeres y hombres somos iguales o no lo somos?

Leyre: No, pero la diferencia puede enriquecer.

UTBH: Intentamos huir de la división entre femenino y masculino. La idea es enriquecernos desde nuestras diferencias, si fuéramos exactamente iguales la vida sería mucho menos interesante.

Usted dice que “El ser sexuado es saberse dividido, incompleto, finito y vulnerable” ¿No es demasiado profundo para un canal de YouTube?

Leyre: La propia etimología del sexo significa dividir. En sexología es sabido que es la conciencia de la finitud la que te lleva al amante.

¿Y qué significa en la vida diaria?

Leyre: Ver al otro en esa vulnerabilidad, algo creo que con los hombres es más complejo, la vulnerabilidad en los hombres es más difícil de identificar por el mero hecho cultural.

A UTHB. Dice que “no podemos desechar toda diferencia biológica. Quieren acabar con esto porque no se puede moldear a las personas si existe una rigidez biológica, de modo que fingen que no existe y así será más fácil la ingeniería social a la que aspiran”. Pero esta rigidez que comenta no es un pensamiento mayoritario, se está refiriendo usted a colectivos más radicalizados

Yo no niego la diferencia cultural, estamos condicionados por nuestra cultura e ideología pero sí creo que hay una preponderancia de la cultura sobre la biología a la hora de condicionarnos como individuos.

La cultura es fundamental, pero la biología también hace su parte, combatir la idea del construccionismo social radical que predomina en determinados sectores con los que somos muy críticos: colectivos feministas, institucionales…

Este es uno de los clásicos gestos de «Un hombre blanco hetero». Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

Leyre, afirma usted: “Creo que la mayoría de feministas heterosexuales desconocen a qué intereses sirven cuando se aventuran en algunas causas”. ¿Cuáles son esos intereses?

Desde la década de los 90 del pasado siglo viene planteándose que hay que derribar el sistema de género. Hay feministas que creen que están haciendo la revolución de las mujeres, cuando no saben que parte del proyecto político consiste precisamente  de acabar con esa idea de ser mujer tal y como ellas son.

Es distópico y es probable que no triunfe, pero en el camino se elaboran políticas que generan cierta disfuncionalidad social.

Si considera que desde los años 90 las mujeres han dejado de ser el  sujeto del feminismo ¿Cuál es entonces?

Leyre: Actualmente el feminismo se mueve de manera estratégica, utilizando minorías eróticas como los homosexuales, las lesbianas, las mujeres mismas. Está como deslocalizado, pero con la idea de ir desestabilizando a nivel cultural el sistema de géneros.

Parecen estar de acuerdo en no admitir el concepto de patriarcado tal y como se está planteando. ¿Cómo definen ustedes el patriarcado? ¿Es un valor o por el contrario un problema?

Leyre: Es un concepto que ha perdido un poco su contenido, se utiliza para nombrar todo lo que es incómodo en la vida, ha quedado muy estigmatizado cuando en realidad tiene matices muy importantes y que no tiene nada que ver con los conceptos que se manejan ahora.

¿Cuál es su opinión sobre la maternidad subrogada?

Leyre: Es complejo, pero de principio no estoy en contra.

UTBH: Las mujeres son libres para decidir, pero hay demasiadas trampas en ese sentido. Por un lado pueden decidir sobre sus propios cuerpos, cosa con la que yo estoy absolutamente de acuerdo, pero por otro se les dice que son las presiones capitalistas las que les condicionan a la hora de tomar decisiones y esto a mí me parece una falta de coherencia.

Entiendo que son autónomas y soberanas para decidir sobre sus cuerpos y esto incluye el aborto, la maternidad subrogada y la prostitución.

¿Y cuándo hay dinero de por medio?

Leyre: Algo no es bueno o malo porque haya dinero por medio, es una reducción y las cosas son más complejas.

UTBH: Muchas mujeres se pueden ver abocadas a abortar por razones económicas.

«Maltrato y violencia contra las mujeres: A mí me preocupa que llevamos mucho tiempo con el problema y las cifras no bajan, lo cual indica que las políticas son ineficaces, algo está fallando y parece que es tabú decirlo»

¿Qué opinan del maltrato y la violencia contra los mujeres que está llevando a un alta cifra de víctimas mortales?

UTBH: Es una lacra, cualquier maltrato y violencia es terrible, pero yo discutiría ¿cifras altas respecto a qué?

Leyre: A mí me preocupa que llevamos mucho tiempo con el problema y las cifras no bajan, lo cual indica que las políticas son ineficaces, algo está fallando y parece que es tabú decirlo.

¿Tal vez educando en la convivencia desde pequeños?

UTBH: Pero no como lo que hay ahora, porque hay casos en que está extremadamente viciado. Implantar las bases de un sistema educativo en igualdad como lo están haciendo en algunos lugares, planteando que las mujeres están oprimidas, que no son ciudadanas de pleno derecho, que los varones no hacen nada para cambiarlo, que los niños deben ser activistas desde su más temprana edad…

Todo eso roza el adoctrinamiento y para plantear la educación en estos términos prefiero eliminar toda ideología e intentar ser más objetivos, incluyendo también posiciones disidentes. No al discurso único, totalitario e indiscutible y sí a la diversidad intelectual.

¿Por dónde va el futuro?

UTBH: Yo a esa pregunta nunca sé qué contestar. (Risas)

Se lo planteo de otra manera: ¿quién va a ganar la guerra?

UTBH: Espero que no se llegue a plantear en términos tan beligerantes y que las dos parte se escuchen y lleguen a una conclusión lo más alejada de las ideologías y más cerca de un pragmatismo que nos beneficie a todos.

No hay que derribar al adversario, hay que tender la mano para encontrarnos en el acuerdo.

Leyre: Parece que el tema está planteado como para que la guerra sea eterna y nos parece que hay que unos se justifican en los otros. La perspectiva es que hay para rato.

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