Pedro Rodero lleva 13 años en el despacho Ontier y ahora es su máximo responsable. Foto: Ontier.
Pedro Rodero, socio director de ONTIER España: “Los clientes piden una gestión innovadora”
El despacho acaba de celebrar su convención anual nacional para unificar puntos de vista y estrategias a corto y medio plazo
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21/6/2019 06:15
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Actualizado: 21/6/2019 00:19
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Hace unos días, el despacho ONTIER celebró su convención nacional en Sevilla. “Un día de convivencia al que acude todos los profesionales de la firma y de nuestras oficinas ubicadas en Oviedo, Santander, Madrid y Sevilla».
«Compartimos mucha información, tanto del mercado y su situación como de lo que estamos haciendo en el despacho a través de catorce ponencias”, explica Pedro Rodero, socio director del despacho.
Rodero lleva trece años en la firma, siempre con responsabilidades ejecutivas y fue en su momento uno de los fundadores de ONTIER, un despacho con vocación internacional que arrancó con presencia en diez países (Portugal, Chile, Reino Unido, Colombia, México, Brasil, Venezuela, Bolivia y Paraguay, a los que se han incorporado en los siguientes años EEUU, Perú, República Dominicana e Italia.
En nuestro país la firma facturó en el 2018 más de 23 millones de euros frente a los 22.049.350 euros, del 2017.
A nivel global, a falta de consolidar datos de algunos países la facturación del 2018 podría estar sobre los 60 millones de euros.
Las previsiones para este año pasan por consolidar este crecimiento del bufete.
El bufete lleva muchos años haciendo un esfuerzo importante por la internacionalización y reforzar su presencia global en distintas jurisdicciones “es un elemento que nos diferencia del resto de la firma».
«Contribuye a reforzar nuestro posicionamiento como despacho de referencia en el derecho de los negocios, sobre todo en asuntos complejos”.
Esta jurista explica que en los últimos diez años el crecimiento de la firma tanto en negocio como posicionamiento ha sido importante “eso es gracias a clientes y asuntos relevantes, pero siempre dentro de un enfoque global”.
El despacho se ha posicionado en diferentes jurisdicciones tras la adquisición de un porcentaje elevado de un socio local de cara a ir desarrollando la marca ONTIER en los cinco continentes.
En este escenario la oficina corporativa del bufete se trasladó a Londres en octubre del 2015 “la idea ha sido completar el marchamo internacional y refuerza el posicionamiento de despacho global”.
La firma tiene presencia en México, Italia, Londres y “somos una referencia en Latinoamérica en concreto, con presencia en los principales países de la zona”.
Un nuevo presidente ejecutivo
Tras anunciar Adolfo Suárez, otro de los fundadores de ONTIER, su salida de la firma y su renuncia a la Presidencia Ejecutiva del despacho, esta vacante existente ha sido ocupada desde el pasado mes de enero por Ignacio Ojanguren, un profesional que lideró el desarrollo de Clifford Chance en España en sus primeros años en nuestro país y que alcanzó el cargo de responsable financiero mundial de ese bufete.
Rodero advierte que es un profesional que conoce bien la internacionalización de los despachos, un elemento clave para posicionarse cualquier despacho.
“Su experiencia y desarrollo profesional es indudable y nos está ayudando mucho en la parte estratégica del negocio, así como en la gestión del despacho a nivel global. Es una aportación de valor muy importante”.
En opinión de este jurista, “estamos en un mercado el jurídico en transformación. Tiene sus limitaciones, pero hay mercado para aquellos bufetes que se adapten a la eficiencia y alguna forma de trabajar que cada vez es más exigente».
«El mercado cambia mucho y lo que está pasando en estos momentos es que la competencia es dura y da la sensación que unos nos quitamos a otros el lugar que tiene. Eso hace que todos intentemos hacer las cosas mejor”.
En principio ONTIER es una marca estable, “con permanencia en el mercado. No estamos en este momento valorando ninguna operación relacionada con despachos extranjeros”. Otra cosa seria poder incorporar profesionales o pequeñas estructuras para crecer. Así ha sido la expansión internacional en estos últimos años.
Rodero durante su intervención en la convención celebrada en Sevilla.
Nuevas áreas de negocios
En los últimos meses, ONTIER se ha posicionado, según la revista sectorial El Referente en uno de los veinticinco despachos nacionales más destacados en el mundo de las «startups» (empresas emergentes) y emprendimiento tecnológico.
“Hace años que trabajamos para el mundo del emprendimiento. Hay un departamento en la firma sobre tecnología y derecho que es muy activo. Se apoya en el área de mercantil para desarrollar soluciones jurídicas”.
Rodero subraya que lo más importante de la firma “es que nos posicionemos como una referencia en el mundo de la empresa para asuntos importantes, por encima de los ratios de facturación o crecimiento a nivel de profesionales».
«Se trata sobre todo de aportar valor añadido a nuestros clientes y trabajar con ellos de forma estrecha en diferentes proyectos”. En un país como el nuestro, con tantos retos regulatorios es impensable no contar con un buen equipo jurídico cerca.
Al mismo tiempo, la firma ha entrado en otros proyectos como la creación de un departamento medioambiental, dirigida por el abogado Martin José Silva, actual responsable de la oficina de Santander del bufete.
Ya cumple su primer año de existencia “estamos apostando por este tipo de asuntos, incluido los energéticos que son áreas transversales a nivel internacional. Se pueden hacer muchas cosas desde una perspectiva global”.
Otra cuestión de la que ONTIER ha impulsado es la apuesta por la mediación como método para resolver asuntos por vía extrajudicial.
Desde hace un par de años el exvocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y magistrado en excedencia, Agustín Azparren, se encarga de este cometido desde el despacho de Oviedo, aunque el servicio se ofrece a nivel nacional.
Este jurista ya ha conseguido algunos hitos en materia de mediación con distintas entidades financieras “son primeros pasos, pero hay mucho por hacer aún”, aclara Rodero.
Los clientes son exigentes
Para este abogado es evidente muchos de los clientes apuestan por el asesoramiento preventivo “una forma de analizar los conflictos jurídicos que pueden a las firmas ahorrarse un pleito y mucho dinero».
«Los parámetros de buen gobierno y cumplimiento calan en las empresas, tanto a las grandes como a las más pequeñas”.
A su juicio, las empresas buscan un abogado de confianza “con papel de consejero jurídico que les ofrezca ese asesoramiento de manera continuada porque conoce bien al cliente y su mercado”.
Hoy por hoy, el consejo legal es fundamental para determinados negocios, de cara sobre todo a que no se incumpla la ley y evitar cualquier tipo de sanción. En este escenario considera que el uso de la tecnología ayudar a ser más eficiente y mejorar la relación con el cliente.
Rodero observa el desarrollo de la firma desde el medio y largo plazo. “Es bueno tener esa perspectiva para construir el despacho en un escenario de diez años para ver la proyección de la firma”.
Al mismo tiempo “nos parece importante junto con el talento senior que se incorpora a ONTIER contar con otros profesionales más jóvenes. Al final logras una combinación bastante notable de puntos de vista. Deben ser el futuro del despacho porque en seis años estarán tirando del bufete”.
Sobre los cambios que llegan a la abogacía como profesión, Pedro Rodero subraya que “la profesión está cambiando mucho».
«De ser una profesión que el activo principal era el conocimiento de una disciplina, lo que te diferenciaba del resto, ahora la transformación de la abogacía es importante. Hay que aportarle al cliente un asesoramiento más amplio y de más valor que el propio conocimiento técnico de la cuestión”.
Para este abogado “veremos cambios en el partnership de los abogados, la forma de organizarse los despachos a nivel interno. Esto influirá en la forma de relacionarte con el cliente, la forma de facturarle e incluso la forma de trabajar».
«Estamos en un momento donde hay que ser muy creadores e innovadores y saber adaptarse a cliente. Hay empresas que necesitan soluciones jurídicas inmediatas y otras que te impliques más en el negocio”.
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