Los árbitros de Primera y Segunda División pasarán a ser contratados laborales de la RFEF en la temporada 2020/2021

Los árbitros de Primera y Segunda División pasarán a ser contratados laborales de la RFEF en la temporada 2020/2021

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18/12/2019 00:00
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Actualizado: 18/12/2019 00:00
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Los árbitros de la Primera y Segunda División española van a ser contratados laborales de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) a partir de la próxima temporada, la 2020/2021.

Así lo anunció ayer Luis Rubiales, presidente de la RFEF, a través de un comunicado en la Asamblea General. 

Hasta ahora, los árbitros tienen una relación distinta que consiste en una compensación por gastos de desplazamientos o estancias.

La Dirección General de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social realizó un informe en 2012 en el que consideraba la relación de los colegiados como un vacío ya que no se les calificó ni como autónomos ni como trabajadores por cuenta ajena.

El cambio provocará cambios manifiestos en la relación que han venido manteniendo los árbitros con la Federación.

Pasarán a tener un contrato, como cualquier trabajador, lo que, indudablemente, lleva aparejado la inclusión de los mismos en el sistema de Seguridad Social, del que antes estaban excluidos.

Numerosos colectivos de árbitros y de jueces deportivos han venido reprochando esta situación en numerosas ocasiones.

Se ha llegado incluso a alegar que se ha luchado por conseguir su regularización a través de un contrato de trabajo e inclusión en el sistema de Seguridad Social durante más de veinte años.

Ya en el 2018, la Federación solicitó al gobierno el estudio de la inclusión de este colectivo en el régimen por el que se regula la relación laboral especial de los deportistas profesionales (RD 1006/85).

RUBIALES, A FAVOR DESDE ANTES DE SER PRESIDENTE DE LA RFEF

Rubiales mantenía el argumento de que, si los entrenadores se encontraban regulados bajo este régimen, los árbitros y jueces de línea deberían de incluirse también.

La inclusión y regularización de la situación laboral de los árbitros era una de las modificaciones que se pretendían hacer efectivas a través del anteproyecto de la nueva ley del deporte.

Pero debido a la inestabilidad política que ha asolado a España en los últimos meses no ha podido hacerse efectiva.

Ahora el presidente de la RFEF ha tomado la decisión de hacerlo realidad, al margen de lo que suceda con el nuevo gobierno y de si se aprueba en esta nueva legislatura la reforma de la Ley del Deporte, una asignatura pendiente de largo recorrido.

En el preámbulo de dicho anteproyecto de ley se puede leer: “En particular, desde hace tiempo ha sido un tema de profunda preocupación la situación jurídica de los árbitros y jueces, lo que ha dado lugar a la jurisprudencia variada ante el silencio de la Ley.

«En este sentido, siendo conscientes de la heterogeneidad de la tarea arbitral en el deporte, se garantiza la formalización de un contrato laboral dentro de las opciones que permite la legislación vigente con el fin de adaptar la vinculación a la situación que más se adapte al desempeño de su labora, pero se impone la necesidad de incorporación al sistema de Seguridad Social”.

Además de en el preámbulo, el anteproyecto de ley redactaba, en su Capítulo VII denominado “De los árbitros y jueces deportivos”, un artículo 41 donde si se atiende a la disposición cuarta de dicho precepto, reza lo siguiente:

“4. Cuando los árbitros perciban por su actuación una retribución por su labor y no un simple reintegro de gastos por desplazamiento, estancia u otro concepto, conforme, en este último caso, a la legislación laboral y fiscal, tendrán que formalizar su relación en el marco de las opciones que establece la normativa laboral y ser incorporados al sistema de Seguridad Social”.

En caso de que se aprobase la reforma de la Ley del Deporte, podría incluirse el criterio contenido en el mencionado artículo 41.

Cuestión que confronta notablemente con la realidad, pues el convenio suscrito con La Liga estima una subida del 53% en los salarios de los árbitros para la temporada 22/23 en la primera división. Ello supondría una variación de 193.000 euros a 296.000.

Alzándose como los colegiados mejor pagados a nivel mundial.

En el caso de la Segunda División, el incremento salarial supone un 82% tras la temporada venidera.

Estos costes serán asumidos por la Liga Santander en las categorías anteriormente mencionadas, como ha manifestado la propia patronal así como el Comité Arbitral para el Fútbol Profesional.

 

 

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