¿Cuál es el escenario y las líneas rojas que plantean patronal y sindicatos para modificar la reforma laboral del 2012?
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¿Cuál es el escenario y las líneas rojas que plantean patronal y sindicatos para modificar la reforma laboral del 2012?

ADiReLab reúne en un evento a representantes de CEOE y de los sindicatos UGT y CCOO para analizar el estado de esta cuestión
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20/2/2020 06:25
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Actualizado: 20/2/2020 01:03
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Conocer las posturas de patronal y sindicatos, en el marco del diálogo social, fue el objeto del debate organizado en Baker Mckenzie por la Asociación Española de Directivos de Relaciones Laborales (AdiRelab) con las intervenciones de ambos colectivos, patronal y sindicatos

Ritmo sosegado y analizar en profundidad las cuestiones a debate es lo que propone CEOE, que quiere mantener el ritmo de empleo y crecimiento de los últimos cinco años. Tener seguridad jurídica y un marco estable laboral son otros elementos que demandan las empresas al Gobierno de Pedro Sánchez.

Por su parte, sindicatos como UGT y CCOO plantean más intervencionismo público y sindical en las relaciones laborales para lograr un cambio más rápido en el marco laboral existente. Algo que ambos sindicatos han defendido en la mesa de diálogo social con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

En este contexto, posibles reformas como la subcontratación, reforma del artículo 42 del Estatuto de los Trabajadores, el destope máximo de las cotizaciones sociales o la revisión de las indemnizaciones por despido, volviendo a las de antes del 2012 aparecen como puntos de fricción importante

A este respecto tomaron la palabra Ana de la Puebla, catedrática de derecho del trabajo de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM); Ana Isabel Herráez, responsable del área de mercado laboral de la CEOE, Luis Pérez Capitán, director del Servicio de Estudio de UGT y Carlos Martín director del gabinete económico de CCOO.

Carlos de la Torre, vicepresidente de AdiRelab y ‘of counsel’ de Baker Mckenzie, moderador del debate, cree que es un «acierto» consensuar los cambios de la reforma laboral del 2012, aunque «no será sencillo lograr estos acuerdos».

En este sentido, apunta que “se llegó a un acuerdo en el incremento del Salario Mínimo Interprofesional, pero no en la derogación del artículo 52d) del Estatuto de los Trabajadores, tras el Real Decreto Ley que este miércoles ya está en el BOE y que a nivel práctico este jueves ya estará operativo”.

Para este jurista “es posible que las posiciones del Gobierno y sindicatos estén más cercanas, sin embargo la patronal CEOE parece algo más alejada. Esto va a generar que las mesas de negociación sean más largas. El proceso pueda durar varios meses y tener dichas modificaciones distintas velocidades”.

Todos los expertos coinciden que uno de los temas más complejos será el de subcontratación, lo que supondrá modificar el artículo 42 del Estatuto de los Trabajadores. “Será difícil el acuerdo. Ahora hay bastante distancia en las posturas entre patronal y sindicatos”.

A su juicio, hay tres elementos a tener en cuenta. “El primero definir lo que es propia actividad y no es propia actividad, el segundo si se puede limitar la subcontratación de propia actividad y el tercero en cuanto a la equiparación de las condiciones de los trabajadores de la empresa principal a la empresa contratista”.

En este sentido tal y como comentaron Luis Pérez, director del Servicio de Estudios de UGT y Carlos Martín, director del servicio económico de UGT, en el terreno de la propia actividad se está defendiendo por parte de los sindicatos la aplicación del convenio por parte de la empresa principal y desde el Gobierno también. Y si no hay propia actividad se aplicaría el convenio del sector.

Para este jurista “el diálogo social es importante en este escenario de modificaciones de la reforma laboral, pero es posible que el Gobierno deba tomar decisiones si no hay acuerdo en esta materia compleja”.

La contratación temporal y la restricción de los contratos de obra y servicios determinados vinculados a la subcontratación podrían ser otros temas de debate, así como la reformulación de la contratación temporal para hacerla más restringida. 

En cuanto al destope de los máximos de cotización e indemnizaciones de salida que los sindicatos quieren incrementar a los modelos anteriores a 2012, para este experto en derecho del trabajo «puede ser otro elemento de fricción en dicha mesa de negociación. Habrá que ver si se vuelve a los 45 días de despido por año en relación al despido improcedente, en lugar de los 33 actuales”.

Para Carlos de la Torre, los temas relacionados con la flexibilidad interna y externa de las empresas parecen un escenario donde puede haber más acuerdos, “habrá que ver cómo se modifican las condiciones sustanciales de trabajo y cómo se gestionan los despidos colectivos”.

De hecho, indica que “los sindicatos ya anunciaron que quieren que se reformule esas causas, de tal forma que sean causas diferentes aquellas que se utilizan para modificar las condiciones de trabajo que para cualquier despido con causas más exigentes. Habrá que ver que pasa con la autorización administrativa”.

Para los sindicatos es importante recuperar la negociación colectiva como elemento de acuerdo en las empresas y la preminencia del convenio colectivo sectorial por el de empresa. Igual pasa con la ultraactividad, donde podría haber una línea de acuerdo en esa mesa de diálogo.

Por su parte, Ana de la Puebla explicó las líneas maestras en materia de empleo del acuerdo programático entre PSOE y Unidas Podemos, donde la derogación de la reforma laboral de 2012 se sitúa como gran objetivo, así como la creación del Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI.

Los empresarios piden seguridad jurídica

Ana Isabel Herráez, de CEOE, indicó que se estaba llegando a una desaceleración, con un crecimiento del empleo en enero del 2020 del 1,8% frente al 3% del año pasado. “Las empresas necesitamos seguridad jurídica y un marco laboral estable donde exista una capacidad de adaptación donde exista margen para la flexibilidad interna y la modificación de las condiciones de la contratación como hasta ahora”.

Para la patronal es importante que queden claros conceptos como los de asalariados y trabajadores autónomos, definir un marco sobre la contratación, impulsar otras políticas de empleo definiendo lo que es tiempo de trabajo. “También nos preocupa las altas cifras de absentismo y que la negociación colectiva ayude a las empresas a tomar decisiones estratégicas”.

Los empresarios temen que algunas de estas medidas que el Gobierno y sindicatos quieren implementar incrementen los costes. “Esto podría tener el efecto de detener algunas inversiones y a medio plazo el empleo, como es el caso de las restricciones que ahora se plantean en la subcontratación. Preferimos que se reduzcan cotizaciones sociales que mantener las bonificaciones existentes para el fomento de la contratación más estable”.

Los sindicatos piden recuperar poder adquisitivo

A nivel sindical, Luis Pérez y Carlos Martin defendieron que derogar la reforma laboral de 2012 es lo «prioritario», con o sin acuerdo con la patronal empresarial.

Para Pérez, “el planteamiento de la reforma laboral fue equivocado. Se dotó a las empresas de más flexibilidad y eso generó muchos más despidos en esos años por encima de otras medidas. La reforma laboral no tuvo influencia significativa en la creación de empleo estable. Se crearon muchos trabajadores pobres”.

Desde su perspectiva como sindicalista «es el momento de recuperar la negociación colectiva y el convenio sectorial en el lugar del la empresa y suprimir la ultraactividad de los convenios». En cuanto a la subcontratación considera necesario restringirla y equiparar derechos de los trabajadores subcontratados con los de la empresa principal.

Para Martín, el problema del mercado laboral está claro y «es necesario crear empleo estable para que las empresas en momentos de crisis no acaben por destruir el empleo temporal, que se ha creado en los últimos años. La temporalidad tiene efectos negativos tanto en la empresa, como en la vida del trabajador y no ayuda a la sostenibilidad de las pensiones”.

Respecto al contrato único recordó que «los costes que plantea en momentos de recesión podrían ser inasumibles para las empresas”.

Tampoco cree que la mochila austriaca pueda ser el método más adecuado . A su juicio habría que implementar un sistema de reparto de costes, el mejor método para que las empresas respondan a la crisis.

“Hay que reorientar la reforma laboral del 2012. Las medidas tomadas en aquellos años en una situación complicada y de emergencia, ahora ya no sirven porque el marco laboral es otro y el entorno global exige otras medidas, desde la negociación colectiva como elemento clave”, apuntó.

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