Firmas

De la identidad digital a la identidad digital soberana

De la identidad digital a la identidad digital soberana
Javier Puyol es socio director de Puyol Abogados & Partners. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.
07/12/2020 06:46
|
Actualizado: 01/7/2022 08:40
|

Los cambios operados en los últimos tiempos, con relación a la recuperación de sus datos personales por parte de cada persona física o titular, representa la voluntad colectiva de que cada persona sea dueña de manera efectiva de todos los datos de carácter personal que le afecten, pudiendo decidir: quién, cuando, y para que fines dichos datos van a ser objeto de tratamiento, y ello, además, lleva consigo la facultad de poder ejercer de manera efectiva el control y la disposición sobre los mismos.

Dentro del conjunto de datos personales, existen unos atributos intrínsecos a cada persona, y que se caracterizan por ser inmutables en el tiempo, mientras que existen otros de carácter acumulativo, que se van incorporando a lo largo de la vida de una persona; y del mismo modo, la propia persona va asignando a su personalidad un conjunto de datos personales, como pueden ser las diversas identidades que se adoptan en redes sociales.

Todo este conjunto de características, y de atributos personales que tiene cualquier persona, proyectados sobre el ámbito tecnológico, son los que conforman el concepto jurídico de “identidad digital”.

¿QUÉ ES LA IDENTIDAD DIGITAL?

En este ámbito de actuación nace el concepto de “identidad digital”, el cual determina que “la gestión de la identidad digital se define como la habilidad de gestionar con éxito la propia visibilidad, reputación y privacidad en la red”, debiéndose tener presente que la misma se puede configurar de muchas maneras, y que una misma persona puede tener diferentes identidades utilizando herramientas diversas o tener sólo una[i].

Lo que conocemos como identidad está compuesta de muy diversos factores, tanto jurídicos como fisiológicos, genéticos, históricos, psicológicos e incluso hasta espirituales o religiosos, pero todos estos elementos nos individualizan y nos identifican diferenciándonos de otros en la sociedad en la que nos desenvolvemos.

En este concepto de identidad, confluyen diversos elementos, características, credenciales, documentos, información, datos personales, hábitos, contraseñas, que nos dan acceso a un sinnúmero de derechos, privilegios, actividades, lugares, etc.

Nuestra identidad de alguna manera marca y define nuestro lugar en el mundo[ii].

Se puede afirmar, igualmente, que la identidad digital constituye la huella que cada usuario de «Internet» deja en la red, como fruto del resultado de su relación con otros usuarios también conectados en la propia red, o mediante la generación de contenidos en cualquiera de sus modalidades.

La identidad digital es una paradoja de elementos que pueden a su vez servir como identificadores y herramientas para anonimizar; es decir, que mientras algunas personas físicas o morales aprovechan estos elementos de individualización para ser reconocidas como tal, o bien, trasladar su identidad real o corporativa a un entorno digital, otras personas, sobre todo físicas, aprovecharán estos elementos para distraerlos de su identidad habitual y de alguna manera gozar de un cierto nivel de anonimato.

En la misma, convergen muchos aspectos de carácter sociológico, cultural e incluso psicológico.

A VECES NO SE CORRESPONDE CON LA REAL

A veces esta identidad digital no se corresponde con la real, simplemente porque cada cual quiere mostrar lo mejor de sí mismo, con lo que se conoce como self-presentation.

Y de aquí surge lo que se ha venido a denominar e-reputación.

Como característica de la identidad digital se suele señalar de manera habitual las que se citan a continuación:

a). Es social.

Se construye navegando por las redes sociales a partir del reconocimiento de los demás sin ni siquiera llegar a comprobar si esa identidad es real o no

b). Es de carácter subjetiva, ya que la misma depende en buena medida de cómo los demás perciban a esa persona a través de las informaciones que genera.

c). En todo caso la identidad digital constituye un elemento muy valioso para cada persona, ya que implica una parte de sus derechos de la personalidad.

A veces personas y empresas navegan por las redes sociales para investigar la identidad digital de un candidato o una candidata, y tomar decisiones sobre él o ella.

d). Suele considerarse siempre como un factor de naturaleza indirecta, ya que la misma, habitualmente no permite conocer a la persona directamente sino las referencias publicadas de esa persona.

e). Se suele afirmar de ella, que lleva consigo una configuración compuesta o compleja.

En este sentido, cabe afirmar que la identidad digital se construye generalmente por medio de las aportaciones que la misma persona lleva a cabo y también por otras personas sin la participación o consentimiento de esa persona.

f). La identidad siempre es real.

Así, la información de la identidad digital puede producir efectos positivos y negativos en el mundo real.

g). Y, por último, debe considerarse a la misma, como un elemento esencialmente de tipo dinámico.

ESTÁ EN CONTINUO CAMBIO

La identidad digital no es solamente una foto instantánea, sino que por su propio carácter está en constante cambio o modificación, como lo está la propia personalidad del individuo al que la misma pertenece.

Por ello, es procedente profundizar en el concepto de tal identidad, como pieza fundamental que es de la persona física; comprendida no sólo como un ente biológico y natural, sino como un ente social, dotado de diversos elementos que constituyen su personalidad, teniendo en cuenta que el conjunto de factores que integran dicha “personalidad”, el cual está conformado con múltiples elementos que lo componen, y que comprenden los datos o cualquier clase de información personal asociada a una persona concreta y determinada, dependiendo de ciertos factores inherentes a la misma, como su cargo, fama, posición social.

A la identidad digital debe serle añadido otro concepto, que no es otro que el de la “autenticación”, qué implica el procedimiento por el cual se demuestra que una persona es quien dice ser, validando e identificando de manera efectiva a alguna persona, y para ello es necesario verificar uno o varios de los atributos o características personales que conforman su identidad.

Sin embargo, la experiencia del mero uso de la “identidad digital”, ya no es por si suficiente, toda vez que ello, en la práctica puede conllevar incertidumbre acerca de la verdadera identidad de una persona, y al mismo tiempo, una quiebra de su derecho a la privacidad, operando en tal caso, un desapoderamiento del ciudadano con relación a sus propios datos personales.

Al hilo de ello, la aparición de nuevas tecnologías como «Blockchain»[iii] permiten el desarrollo de nuevos planteamientos de carácter técnico, que posibilitan avanzar en la creación de nuevos conceptos, y en este caso, de buenas prácticas que dotan de seguridad jurídica y de previsibilidad al ámbito digital.[iv]

IDENTIDAD DIGITAL SOBERANA

Ante esta situación, se hace necesario que el ciudadano como usuario en el ámbito digital, no sólo se identifique de manera adecuada, sino que proceda a recuperar el pleno control de sus datos personales, y, en este sentido, una de las fórmulas que nacen con esta finalidad, es la llamada “identidad digital soberana”.

La identidad soberana constituye uno de los conceptos más revolucionarios que la evolución y el desarrollo digital y tecnológico ha producido en los últimos tiempos.

Esta nueva manera de contemplar la identidad de una persona, se presume que va a transformar radicalmente la forma en cómo se manejan y se administran los datos personales en un mundo cada vez más global e interconectado.

El término identidad digital soberana («Self-Sovereign Identity» en inglés)[v] se refiere a un tipo de identidad digital donde el usuario es el propietario de sus datos personales, y tiene, al mismo tiempo, el pleno control sobre ellos.

De esta manera, el usuario decide qué datos comparte, con qué terceros, y en qué términos.

Bajo el ámbito de la identidad soberana, el usuario puede ser una persona física o jurídica, o un incluso un objeto.

La identidad soberana es, según el experto en la materia, Christopher Allenla cuarta fase en la evolución de la identidad digital, tal y como lo explica en su obra titulada “ The Path to Self-Sovereign Identity”.

10 PRINCIPIOS RIGEN LA IDENTIDAD DIGITAL SOBERANA

A él se le atribuye el haber acuñado el término de «Self-Sovereing Identity» y muchos de los proyectos en marcha se guían por los 10 principios que Allen formula en su texto.

Una identidad auto-soberana debe atender a las siguientes características:

(i) la existencia de la identidad de una persona, y ello independientemente de los administradores o los proveedores de identidad;

(ii) el control por la persona de sus identidades digitales;

(iii) el acceso completo por las personas a sus datos personales;

(iv) la transparencia de los sistemas y algoritmos;

(v) la persistencia de las identidades digitales;

(vi) la portabilidad de las identidades digitales;

(vii) la interoperabilidad de las identidades digitales;

(viii) el cumplimiento de la economía de datos; y (ix) la protección de los derechos de la persona.

Y, sobre todo, constituye un primer paso para la construcción de un sistema global de identificación, que posea tanto las notas de su estandarización, como su carácter funcional en todo tipo de aplicaciones y desarrollos.

Y tal como antes se indicó, en un sistema de identidad soberana, el usuario se constituye en dueño de su propia identidad, y tiene todo momento el control total y soberano de la misma.

DATOS ALMACENADOS EN FORMATO CRIPTOGRÁFICO

Los datos relativos a su identidad están almacenados en un formato criptográfico, protegido por criptografía simétrica, y de esta forma, el usuario de estos servicios digitales puede compartir sus propios datos personales con terceros de manera segura, y, lo que es más importante, sin exponerse a fugas de datos personales no deseados[vi].

Según Allen, las fases de evolución de este sistema de identidad soberana son las que se indican a continuación:

a). Fase uno: identidad centralizada (control administrativo por una sola autoridad o jerarquía)

b). Fase dos: identidad federada (control administrativo por múltiples autoridades federadas).

Ejemplo de esto es el primer Microsoft’s Passport.

c). Fase tres: identidad centrada en el usuario (control individual o administrativo a través de múltiples autoridades sin requerir una federación)

Ejemplo de esto es el protocolo OpenID o la identificación de Facebook.

d). Fase cuatro: identidad auto soberana (control individual ante cualquier número de autoridades).

Existen actualmente múltiples iniciativas alrededor de la identidad digital soberana, todas ellas haciendo uso de la tecnología Blockchain.

En este sentido, debe destacarse el protocolo de identidad digital soberana que desarrolla el Proyecto “Alastria[vii] constituye un referente en España y Europa.

Por todo ello, se puede afirmar que la identidad digital soberana pone sobre la mesa una propuesta revolucionaria e innovadora para ofrecer a los individuos el control sobre su persona digital y tiene potencial para resolver problemas, inconvenientes y desafíos que presentan hoy los sistemas de identificación, autenticación y autorización de personas, tanto presenciales como electrónicos, relacionados con normas y estándares, tecnología y seguridad, y al mismo tiempo contribuye de manera poderosa al empoderamiento del ciudadano con relación a sus propios datos personales, reforzando sus capacidades de decisión y control, y todo ello sin perjuicio de la necesidad de adaptación de la normativa vigente, a los efectos de poder posibilitar de manera adecuada el desarrollo de este tipo de avances tecnológicos, que tienen también una consecuencias jurídicas mas que notables, y que redundan de manera evidente en el buen funcionamiento, y la asunción de nuevas y buenas prácticas en el mundo digital[viii].

——————————-

[i] Cfr.: Identidad Digital.

https://moodle2017-18.ua.es/moodle/pluginfile.php/39736/mod_resource/content/7/identidad/page_04.htm

[ii] Cfr.: SOLIS, Cynthia. “Usurpación de identidad Digital: un estudio comparativo de soluciones francesas, mexicanas y norteamericanas”.  Universidad Paris-Sarclay y Universidad Panamericana. Ciudad de México y Paris 2.018.

[iii] La tecnología de registro distribuido (DLT, por su acrónimo inglés) que subyace a las bases de datos descentralizadas llamadas cadena de bloques (blockchain) consiste en la reproducción o réplica de los datos de una base en un conjunto de ordenadores, servidores o nodos que, previa introducción de un software específico, pueden albergar, registrar o reproducir la  información distribuida con el propósito de suprimir cualquier centralización, intermediación o autoridad única que ordene y gestiona la información. Precisamente esta distribución, que entraña una técnica que descentraliza los datos y permite las transacciones de datos entre cada nodo y el resto (bilateral o multilateralmente), y su incorporación de forma indeleble e idéntica en todos ellos por técnicas criptográficas, explica en buena medida la estructura y el funcionamiento de las llamadas cadenas o engarce de bloques de transacciones y sus respectivos datos, anudados y sellados electrónica y cronológicamente

Cfr.: IBAÑEZ JIMENEZ, Javier Wenceslao. “La identidad digital soberana”. Estudios Jurídicos en Homenaje al Profesor Don José María Castán Vázquez. Universidad Pontificia-Comillas y Editorial Reus. Madrid 2020.

[iv]Cfr.: FERNANDEZ GONZALVO, Bernat HERNANDEZ JIMENEZ, Enric, y GARCIA FONT, Victor. Universitat Oberta de Catalunya. Enero de 2019

[v] Fundación Innovación Bankinter. “Recuperar el control de los datos: Self-Sovereign Identity”. Recuperar el control de los datos: Identidad Digital Soberana.

[vi] Cfr.: ¿Qué es la identidad soberana? Academy bit2.

¿Qué es la Identidad Soberana? | Bit2Me Academy

[vii] Alastria es una asociación sin ánimo de lucro que fomenta la economía digital a través del desarrollo de tecnologías de registro descentralizadas/Blockchain.

[viii] Cfr.: ALLENDE LOPEZ, Marcos. “Identidad Digital Auto-Soberana” Banco Interamericano de Desarrollo (BID). 2020.

C:/Users/javie/Dropbox/NUEVAS%20CONFERENCIAS/IDENTIDAD%20SOBERANA/Identidad%20digital%20auto-soberana_%20El%20futuro%20de%20la%20identidad%20digital_%20Auto-soberan%C3%ADa, %20billeteras%20digitales%20y%20blockchain%20_%20Publications.html

Otras Columnas por Javier Puyol Montero:
Últimas Firmas
  • Opinión | Sostenibilidad: un suma y sigue para las empresas
    Opinión | Sostenibilidad: un suma y sigue para las empresas
  • Opinión | Mocro Maffia y micro justicia
    Opinión | Mocro Maffia y micro justicia
  • Opinión | CDL: El pleito de M&A más complejo y largo de la Historia: La compra de Autonomy por Hewlett-Packard (V)
    Opinión | CDL: El pleito de M&A más complejo y largo de la Historia: La compra de Autonomy por Hewlett-Packard (V)
  • Opinión | Entidades especializadas en las ejecuciones civiles: la eficiencia de exportar un modelo de éxito
    Opinión | Entidades especializadas en las ejecuciones civiles: la eficiencia de exportar un modelo de éxito
  • Opinión | Un abogado civil en la corte militar: el caso de Cerro Muriano
    Opinión | Un abogado civil en la corte militar: el caso de Cerro Muriano