La joven española Fátima Ofkir fue condenada el pasado mes de septiembre a cadena perpetua en el emirato de Omán.
La ministra de Exteriores intercede por la joven española Fátima Ofkir, presa en Omán desde el 2017 por tráfico de drogas
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22/12/2020 06:50
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Actualizado: 22/12/2020 02:14
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Recluida en una cárcel de mujeres de Mascate, capital de Omán, con escasas visitas, la joven Fátima Ofkir, vive desde hace tres años su particular “Expreso de Medianoche”, aquella película de Alan Parker que retrataba el infierno de un ciudadano británico en una cárcel turca condenado por posesión de drogas.
Ahora la realidad va más allá de la ficción y esta joven, la presa española más joven que cumple condena fuera de España, sufre un auténtico calvario.
La información es confusa. La distancia y el confinamiento de la pandemia de COVID-19 hacen aún más difícil saber cómo se encuentra.
Los abogados de esta joven señalan las graves irregularidades jurídicas que ha tenido su proceso, con condena de cadena perpetua y sentencia firme desde septiembre pasado.
Fátima solo puede hacer tres llamadas al mes para hablar con su familia. El consulado español en Omán se encarga de su manutención, pero no hay un tratado de extradición con el país que arroje luz para repatriarla.
Su familia, en colaboración con el despacho Vosseler Abogados que, desde hace un mes, lleva este asunto por petición expresa de la madre ante la falta de noticias sobre el tema, está agotando todos los cauces diplomáticos para que Fátima cumpla condena en una cárcel española.
Desde este bufete, su abogada Mónica Santiago confirma a Confilegal que la propia Arancha Gonzalez Laya, ministra de Asuntos Exteriores les ha asegurado que va a iniciar tres líneas de trabajo que pueden dar resultados. De momento estas estrategias son “secretas”, aclara.
CARTA AL REY FELIPE VI
La madre de Fátima envió una carta a Felipe VI. La misiva, como es lógico, fue derivada a la ministra González Laya. Hace unos días varios diputados del Congreso que conocían el asunto se reunieron con ella.
La idea es volver a retomar el tema tras las fiestas de cara a solventar lo antes posible la situación de la joven española.
“Es importante lograr que llegue a España y cumpla la condena en una cárcel de nuestro país. Lo ideal es lograr un convenio ad hoc con Omán específico sobre la situación de la propia Fátima”, apunta Santiago.
Sobre las gestiones del Consulado español en Omán, esta jurista no puede afirmar “que se esté realizando ningún tipo de gestión para que el regreso de Fátima se produzca. La información es confusa y cuesta mucho conseguirla”, advierte.
Paralelamente, han acudido también a la Comisión Europea, donde a través de los eurodiputados del grupo catalán, han solicitado el apoyo de todos los eurodiputados españoles en el Parlamento Europeo.
Presentaron un escrito en el que se pedía la intervención de Josep Borrell, Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad para que interceda en el tema y sea trasladada a Barcelona, donde se respeten los derechos de las mujeres y pueda estar mejor atendida para hacer frente a la condena.
De acuerdo con la abogada Mónica Santiago, poco se puede hacer, desde el punto de vista legal. Sólo hay esperanza en los oficios de la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, y en los de la Comisión Europea.
SITUACIÓN PREOCUPANTE EN PRISIÓN
Según indican desde este bufete, la situación de Fátima en prisión ha sido siempre complicada.
Omán es un país estricto respeto a la práctica de su religión y no es país firmante de la Carta de Derechos Humanos, por lo que el ejercicio de alguno de ellos se encuentra en estos momentos en entredicho.
Fátima debe ir tapada con burka (de tobillos a muñecas) y solo se le ven los ojos. Además debe rezar cinco veces al día. Por otro lado, desde que la sentencia es firme la relación con los funcionarios es peor: ellos interpretan que Fátima ha querido un genocidio para su población.
Estudiante de música en la Escuela Municipal de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), joven promesa de «softball «y presidenta del Consejo Nacional de la Infancia y la Adolescencia de Cataluña, Fátima contaba con 18 años cuando, movida por dificultades económicas y un contexto de vulnerabilidad, fue detenida en Omán con siete kilos de morfina en la habitación del hotel donde se alojaba.
SIN UNA DEFENSA LEGAL SÓLIDA
Santiago explica que “nosotros hemos sido designados por la madre de Fátima hace un mes aproximadamente. Consideramos que no ha tenido una buena defensa en absoluto: presentación de escritos fuera de plazo y desconocimiento sobre las actuaciones que se estaban llevando a cabo son algunos de los motivos por los cuales lo afirmamos, aunque hay otros”.
También denuncia que pagaron a un abogado proporcionado por la embajada de España en Omán y a quien Fatima Ofkir Reyes firmó poderes.
No compareció en ninguno de los juicios para defenderla, ni siquiera el día de la sentencia. Ningún otro abogado se dirigió a ella. Un juicio del que no pudo entender nada porque no habla el idioma del país.
A este respecto, otro de los inconvenientes es cómo se van a abonar las costas que la justicia de Omán impuso al anterior abogado de Fátima.
“Un recurso que se planteó fuera de plazo. Todavía no se han cuantificado pero puede ser mucho dinero”, revela.
Esta jurista reconoce que se han producido muchos obstáculos, “pero la negociación para traerla a España hubiera empezado hace 3 años y no ahora. No nos olvidemos, que los actos preparatorios del delito se produjeron en España y que nadie denunció los hechos aquí. Este es otro grave error”, advierte.
Desde Vosseler Abogados subrayan que hubieron irregularidades en su detención y en el proceso contra ella.
Desde este bufete se insiste en que en Oman la seguridad jurídica no es como en España, «por ejemplo uno de los detenidos en esta causa pasó cada una de las vistas sin abogado, ni tan solo de oficio, en el caso de Fátima en particular se han producido muchas irregularidades”.
De esas irregularidades indica que “la cadena de custodia del móvil de Fátima se rompe en diferentes momentos, el delito que se le imputa (pertenencia a banda internacional de tráfico de drogas) se sustenta solo por unos mensajes de «Whatsapp».
TRES CONDENADOS
La abogada cuenta que “los tres condenados tienen la misma condena a pesar de desarrollar papeles muy distintos en los hechos. mientras Fátima posee 7 kg de morfina en la habitación del hotel otro de ellos es quien introduce 14 kg morfina en el país, los esconde en la playa y suministra a terceros parte de esta mercancía, recibiendo dinero por ello”.
Santiago entiende que «ante actuaciones tan dispares debieran haber también condenas dispares, pero no es así”.
La situación no es fácil porque tras la sentencia firme de 9 de septiembre del 2020 y el nuevo régimen que llegó a Omán, la pena se endureció a cadena perpetua.
“Es una situación complicada, después de muchas dificultades hemos podido traducir parte de la causa (solamente la parte que se nos ha hecho llegar desde el despacho jurídico omaní que la ha defendido) y según dicha documentación la sentencia es firme desde el 9 de septiembre de 2020 y la condena es cadena perpetua”, relata.
Con esta afirmación pretenden salir al paso de lo que comentan los medios de comunicación con otros datos que no son exactos. “Desconocemos cuándo ni porqué se han dicho otro tipo de condenas, pero la realidad es esta, según lo obtenido hasta ahora”.
Para Santiago “desde el punto de vista jurídico poco o nada más se puede hacer. Ahora solo nos queda que con voluntad política y en defensa de los derechos de una ciudadana europea, la ministra y el Parlamento europeo lideren de forma conjunta una negociación con Omán para que Fátima cumpla su condena en España”.
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