Un presunto proxeneta, absuelto por delito de trata y tráfico de drogas: él “sólo” alquilaba habitaciones a masajistas
El juzgado ha entendido que el presunto proxeneta únicamente alquilaba habitaciones a masajistas. Foto: Confilegal

Un presunto proxeneta, absuelto por delito de trata y tráfico de drogas: él “sólo” alquilaba habitaciones a masajistas

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29/4/2024 06:30
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Actualizado: 29/4/2024 10:15
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El Juzgado de Primera Instancia nº1 de Villarreal ha decretado el sobreseimiento provisional de una causa contra un presunto proxeneta. Así pues, en el auto fechado a 16 de abril de 2024, el juzgado archiva las denuncias presentadas por tres de las mujeres que han llevado al hombre ante los tribunales.

En Burriana, Castellón, tres mujeres de origen latino decidían denunciar a su «casero». Y es que, según las declaraciones de las tres mujeres, este hombre las sometió a tratos vejatorios mientras ellas libremente ejercían la prostitución.

«Se traslada a la localidad de Burriana para ejercer la prostitución de forma voluntaria en la casa», asegura el documento policial al que ha tenido acceso Confilegal.

Un documento fechado el 20 de marzo de 2023. Día en el que los agentes son informados de un «conflicto laboral» entre el dueño del local (el presunto proxeneta) y las trabajadoras.

Un conflicto laboral que explican las tres trabajadoras. Así pues, todas ellas habrían alquilado una habitación en la casa. Habitación en la que ellas ejercían la prostitución libremente, según las declaraciones que ellas mismas realizaban.

Sin embargo, pronto se producían los problemas. Y es que, a pesar de pagar al arrendador, las mujeres no gozaban de libertad en la casa que compartían.

Ritmo frenético de clientes, y videovigilancia las 24 horas del día

Así pues, a pesar de aceptar libremente esta habitación en contrato de alquiler, por 400 euros mensuales, todo comenzaba a cambiar al pronto de llegar.

«El acuerdo laboral que tienen consiste en el 50/50 de los servicios que se realizan en la casa. Pero si las traslada a un domicilio, les cobra 10 euros más por esperarlas», explican las mujeres.

Un acuerdo económico con el que están conformes. No así con las condiciones en las que les obliga a vivir en presunto proxeneta.

«Esta persona las mantiene en malas condiciones, tratándolas de manera denigrante, exigiéndoles que ejerzan su trabajo de forma continua sin apenas descanso. Que no las deja salir de la vivienda. Que las amenaza y las tiene controladas a cada momento, incluso con videocámaras», explica una de las trabajadoras.

Así pues, aseguran que, a pesar de que «ejercen su trabajo de propia voluntad», el trato del presunto proxeneta es insostenible. «Las trata mal y les hace trabajar mañana y noche si quieren mantener el trabajo». Ello, en una vivienda «en literas, sin calefacción, en una casa vieja, y en malas condiciones higiénicas».

Unas prácticas sexuales en las que, en ocasiones, se añadía el tráfico de drogas. Así pues, las chicas llevaban drogas a sus clientes, bajo el código interno de «kebab».

La Justicia absuelve al presunto proxeneta

Acusaciones de las trabajadoras que, sin embargo, no han sido suficientes para el juzgado de instrucción. Y es que, a pesar de las conversaciones de WhatsApp aportadas, el caso contra el presunto proxeneta ha sido sobreseído provisionalmente. Un sobreseimiento que se hace firme este miércoles.

«Hemos acreditado que realmente había un contrato de arrendamiento por habitaciones», explica a Confilegal el abogado Ignacio Palomar Ruiz, socio director de Servilegal Abogados, defensor del arrendador.

Así pues, según destaca el letrado, «esas personas simplemente habían alquilado una habitación, y prestaban sus servicios de masajes de forma libre. Y que, realmente, el cliente era un mero arrendador, y nada tenía que ver con el negocio».

Una afirmación que se sostiene gracias al contrato firmado de arrendamiento entre el hombre y las tres denunciantes. Un contrato en el que se estipula que el hombre «únicamente presta un servicio de arrendamiento», sin relación con la «actividad» desempeñada por las mujeres.

Actividad que, en el mismo contrato, se señala que son «mensajes terapéuticos», ofrecidos a los clientes «de forma completamente libre y voluntaria».

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